La exuberancia musical veneciana



La antiguamente llamada Serenísima República de Venecia tiene un encanto especial, y esto no es nuevo. Los músicos que han trabajado para la Basílica de San Marcos de la misma siempre han producido para ella obras especiales. Las características de la iglesia, con sus múltiples tribunas para coro, dio lugar al estilo policoral veneciano. En efecto, los compositores usaban varios coros en sus composiciones, dando a las obras un carácters estereofónico, casi único en la historia.

Uno de los más reconocidos representantes de esa escuela veneciana es Giovanni Gabrieli (1556?-1612). Fue el sucesor de su tío Andrea en el puesto de segundo organista de la Catedral de San Marcos, y luego tras la muerte de Andrea consiguió ser el músico principal de la basílica.

Las composiciones de Gabrieli destacan por su estilo suntuoso y potente. La sonoridad es muy evidente gracias no solo al uso de los distintos coros ya citados (distribuidos espacialmente por la nave de la iglesia) sino por el empleo de instrumentos que refuerzan las voces, como los cornetos, los sacabuches e inclusos los timbales.

Si he puesto una foto de las famosas góndolas venecianas nevadas es porque la música que te traigo fue compuesta para ser interpretada en el día de Navidad. Se trata del motete Audite principes (a 16 voces). Antes de empezar la misa del día de navidad, se entonaba dicho motete. No era elegido de forma aleatoria, ya que con ese texto ("Escuchad, príncipes") las autoridades eclesiásticas se dirigirían seguramente a las civiles presentes en la ceremonia. Está compuesto para tres grupos, cada uno destacando una voz, que se unirían en una masa grandiosa de 16 voces, explotando las posibilidades sonoras y destacando el mensaje del nacimiento de Jesús.

Te invito a que disfrutes de esta obra de la mano de los Gabrieli Consort and Players dirigidos por Paul McCreesh.

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