Tres instrumentos nos alegran del día



Para terminar la semana laboral he decidido traerte un trío que es una verdadera delicia. El maestro, muy poco conocido, es la primera vez que aparece por aquí, si estoy en lo cierto. A pesar de haber caído en el dichoso olvido en su tiempo fue muy apreciado, como te mostraré. En cualquier caso, nos queda la música. Una música tan bella como esta que te propongo hoy. ¡No te defraudará!

Te presento con todos los honores a Anton Eberl (1765-1807), compositor austríaco nacido en Viena. Era nueve años más joven que Mozart y, como este, también fue un niño prodigio. Ya los ocho años daba recitales de piano de forma privada. Por lo visto, él y el genio de Mozart eran amigos y no es descartable que Eberl llegase a ser discípulo del de Salzburgo. Fue considerado como un rival de Beethoven en cuanto a música instrumental, aunque mucha de la música de Eberl ha desaparecido. Asimiló tanto el estilo mozartiano que muchas de las obras de Mozart le fueron atribuidas. La calidad de su música está fuera de toda dudas y, como podrás comprobar, sus composiciones tienen ese brillo clásico tan característico.

De Anton Eberl te traigo su Trío para piano, clarinete y violonchelo en Mi Bemol Mayor, op. 36. Una de las primeras características que se aprecian en esta obra es que el maestro maneja muy bien la forma y equilibra de forma magistral los tres instrumentos, dándole preponderancia al piano. Data de 1806, un año antes de su prematura muerte. Evidentemente está enclavado en el clasicismo pero se aprecian perfectamente arrebatos románticos. El tratamiento del chelo también es destacable ya que va un paso más adelante que Mozart y que el primer Beethoven. Sin duda una sorpresa muy disfrutable.

Sus movimientos son:

1. Andante maestoso - Allegro con spirito.
2. Adagio non troppo, ma con espressione.
3. Scherzo. Molto vivace.
4. Allegretto

Te ofrezco la impresionante interpretación del conjunto Consortium Classicum.

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