Me voy de crucero desde Venecia



¡Feliz miércoles! ¡Ya estamos a mitad de semana! Lo que te digo: que me voy de crucero, uno que sale nada menos que desde Venecia. ¡Pero me gustaría que te vinieses conmigo! ¡No te vas a arrepentir! La diversión está asegurada. Tenemos buena música, buena compañía, un maestro que va a hacer nuestras delicias (y que debuta en este rinconcito)... En fin, ¿qué más se puede pedir? ¿Qué? ¿Te voy reservando un pasaje?

Estaremos hoy en compañía de Adriano Banchieri (1568-1634), compositor italiano nacido en Bolonia. Era un organista muy importante que estudió con Barbieri y Guami. Entró en la Orden del Monte de los Olivos y por eso estuvo en varios monasterios. En 1609 entró en San Michele in Bosco y allí permaneció hasta que murió. Es un maestro fundamental en los comienzos del Barroco en Italia que estuvo muy relacionado con Monteverdi. Sus obras teóricas fueron muy apreciadas en su tiempo, sobre todo las relacionadas con la "Moderna pratica". Compuso, como no podía ser menos, una gran cantidad de obras religiosas pero también madrigales y otras obras profanas. Muchas de ellas eran interpretadas en los círculos sociales más destacados de Bolonia. Varias de sus obras contienen el llamado "contrapunto bestial" sobre un cantus firmus, es decir, unos personajes que representan a animales y que improvisan a modo de imitación. En fin, una vez más, estamos en presencia de un maestro fundamental pero poco conocido.

Vamos a paliar esto con su Barca di Venezia per Padova. Se trata del opus 12 del maestro y es una mescolanza de piezas compuesta en 1605, como una serie de madrigales a cinco voces. De hecho, Banchieri la subtituló como "Dilettevoli Madrigali à cinque voci". El argumento es sencillo: varios italianos y un alemán viajan en una barca desde Venecia a Padua y esto lo trata Banchieri de forma musical. Los viajantes dialogan entre ellos, con sus dialectos incluso a veces en conversaciones paralelas. El maestro aprovecha esta historia para componer toda una serie de madrigales en un estilo muy propio pero otros en imitación, por ejemplo de Gesualdo, Marenzio o Spano. Llega un momento en que incluso tres hebreos entran en escena. Cuando los pasajeros llegan a su destino, Padua, en el último madrigal agradecen lanzando tres hurras por Banchieri. En 1623 el maestro introdujo dos instrumentos que quedarían añadidos a los bajos.

La partitura de la pieza puedes conseguirla aquí, con cada archivo pdf.

La interpretación es la de Colin Tinley (clave), Pere Ros (viola da gamba y violin) y el Collegium Vocale de Colonia dirigido por Wolfgang Fromme.

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