"Un pueblo necesita de testigos antes que maestros" Bergoglio pide a los catequistas que prediquen contra "una cultura cada vez más pagana"
(Patricio Downes).- El cardenal Jorge Bergoglio pidió a los catequistas de Buenos Aires que prediquen contra "una cultura cada vez más pagana, que se enorgullece de su amnesia y nos pretende imponer a un Dios destilado". En una carta de agradecimiento por su trabajo y de felicitación en su día, el arzobispo porteño y primado de la Argentina, aludió a la contaminación de los ríos que rodean la ciudad para señalar que no sorprende que "contaminados los aires, también la naturaleza humana se torne biodegradable en nuestra ciudad".
Bergoglio aprovechó la festividad de San Pío X y la celebración del Día del Catequista para agradecer el trabajo catequístico. Recordó que en 2012, en la diócesis suburbana de Morón, se realizará el III Congreso Catequístico Nacional bajo el lema "Anticipar la aurora, construir la esperanza".
Agregó que Dios "nos primerea", usando un argentinismo, para indicar que "ese niño, joven o adulto que Dios pone en nuestro camino, no son vasijas que debemos llenar de contenidos o personas que debemos conquistar. El Señor ya habita en sus corazones, ya que El siempre nos precede, nos primerea".
Por eso, el cardenal señaló que el catequista se dirige a "un pueblo que necesita de testigos, antes que maestros". "Hagan que la catequesis sea transversalmente kerygmatica, para que el proceso y maduración de la fe tengan la frescura del encuentro con Aquél que, a través la iniciación cristiana, te consolida como discípulo misionero".
El Primado precisó que "nuestra tarea será simplemente ¡y nada menos! ayudar a develar, a explicitar la Presencia de Aquél que ya está y tiene el poder de hacer plena toda vida. Misión hermosa, ministerio de la Palabra que los catequistas realizan ininterrumpidamente desde hace casi dos mil años. Servicio eclesial que reconoce muchas formas y diversos lugares", y los animó a que "no dejen de estar al servicio del santo pueblo fiel de Dios."
Los invitó además a peregrinar a la Parroquia de la Piedad y a rogar a la venerable Madre Antula, la santiagueña María Antonia de Paz y Figueroa, que les otorgue fortaleza. Esta religiosa nacida en 1730 en Santiago del Estero, continuó los retiros espirituales luego de la expulsión de los Jesuitas en 1767, de lo que hoy es el territorio argentino y el resto de América.
El prelado enumeró, además, cuáles son las necesidades de ese pueblo fiel:
"Un pueblo que necesita de testigos antes que maestros. Hagan que la catequesis sea transversalmente kerygmática, para que el proceso y maduración de la fe tengan la frescura del encuentro con Aquél que, a través de la Iniciación Cristiana, te consolida como discípulo misionero.
"Un pueblo del cual ustedes y yo formamos parte y con el cual, gracias al Bautismo, nos reconocemos familia y nos descubrimos hermanados en Jesús y sanados de toda herida de orfandad.
"Un pueblo cuya vida transcurre en esta querida ciudad que habitamos, cuyo río muchas veces no supimos cuidar pero nos da identidad de ‘porteños'. Ciudad de Buenos Aires, autónoma y dependiente al mismo tiempo, con mucho de Corinto en sus luces y en sus sombras.
"Un pueblo y una ciudad que tienen fe y se palpa en su diario caminar. Rica en sus numerosos santuarios y en esos altarcitos familiares que, paradójicamente, son más frecuentes en los barrios para algunos mirados simplonamente como marginales o descartables.
"Un pueblo y una ciudad necesitados de cercanía, para que ‘lo macro' y el anonimato no maten la historia mínima que, por ser humana y cristiana, se hace historia y tierra sagrada.
"Un pueblo y una ciudad amenazados como nunca por una cultura cada vez más pagana, que se enorgullece de su amnesia y nos pretende imponer a un Dios destilado, trascendente pero dentro de los límites de la inmanencia... siempre a nuestra mano para ser usado como un instrumento más del consumismo que nos agobia.
"Un pueblo y una ciudad que te necesitan más que nunca para que en Buenos Aires la trasmisión de la fe siga provocando encuentro y fiesta.
"¡No te canses de sembrar! Y en este año del Bicentenario, me animo a proponerte que te acerques como peregrino a la parroquia de Nuestra Señora de la Piedad. Y ante la tumba de la Madre Antula, pedile para vos, para mí y para cada uno de los catequistas de esta bendita ciudad, su grandeza y su fortaleza. Suplicale la gracia de poder acompañar y cuidar la fe de nuestro pueblo fiel como ella lo supo hacer tres siglos atrás, en circunstancias también difíciles como las actuales. Será una manera de ‘anticipar la aurora, y construir la esperanza'", concluyó citando el lema del III Congreso Catequístico Nacional.