Monseñor Carlos García: "El diálogo religioso es una vocación del cristiano. La de reconocer al otro como hermano" A 60 años del Concilio, la Iglesia en el Perú reafirma su compromiso con el diálogo y la libertad religiosa

Coloquio conmemorativo de Nostra Aetate y Dignitatis Humanae
Coloquio conmemorativo de Nostra Aetate y Dignitatis Humanae

En el coloquio conmemorativo de Nostra Aetate y Dignitatis Humanae, monseñor Carlos García, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y obispo de Lurín destacó que la fraternidad y la libertad de conciencia siguen siendo pilares del anuncio cristiano en el mundo actual

"El diálogo interreligioso no es una estrategia, sino una vocación del cristiano: la de reconocer al otro como hermano, hijo del mismo Padre y compañero de camino en la construcción de un mundo más justo y pacífico", afirmó

El evento, organizado por el Episcopado peruano, la Asociación Judía del Perú y el Consejo Interreligioso del Perú – Religiones por la Paz y Confraternidad Judeo Cristiana del Perú, reúne a representantes de diversas confesiones religiosas con el propósito de reflexionar sobre los avances en el diálogo interreligioso y la defensa de la libertad religiosa

En el marco del coloquio “Sesenta años de las Declaraciones Conciliares Nostra Aetate y Dignitatis Humanae. El legado del Papa Francisco y el compromiso del Papa León XIV”, que se lleva a cabo los días 21 y 22 de octubre en el Seminario Santo Toribio de Mogrovejo, en Pueblo Libre, Mons. Carlos Enrique García Camader, Obispo de Lurín y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), resaltó la vigencia de ambos textos del Concilio Vaticano II, al señalar que “siguen siendo faros luminosos que orientan a la Iglesia en su misión de diálogo, evangelización y servicio al mundo”.

El evento, organizado por el Episcopado peruano, la Asociación Judía del Perú y el Consejo Interreligioso del Perú – Religiones por la Paz Confraternidad Judeo Cristiana del Perú, reúne a representantes de diversas confesiones religiosas con el propósito de reflexionar sobre los avances en el diálogo interreligioso y la defensa de la libertad religiosa.

Creemos. Crecemos. Contigo

En su discurso inaugural, Mons. García Camader subrayó que hace seis décadas el Concilio Vaticano II, movido por el Espíritu Santo, quiso “renovar el rostro de la Iglesia para hablar con mayor cercanía al corazón de los hombres y mujeres de su tiempo, sin perder su fidelidad al Evangelio”.

La fraternidad en el corazón del mundo

Al referirse a Nostra Aetate, promulgada el 28 de octubre de 1965, el presidente de la CEP destacó su carácter profético y su llamado a erradicar toda forma de odio o discriminación religiosa. “El diálogo interreligioso no es una estrategia, sino una vocación del cristiano: la de reconocer al otro como hermano, hijo del mismo Padre y compañero de camino en la construcción de un mundo más justo y pacífico”, afirmó.

Mons. García recordó que el documento conciliar marcó un hito en la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas, al reconocer que “los pueblos forman una sola familia y que todos buscan, a su modo, la verdad sobre Dios y sobre el sentido de la vida”.

"En el judaísmo, el islam, el hinduismo, el budismo y otras religiones, la Iglesia reconoce semillas de verdad y de santidad que reflejan la acción del Espíritu en todos los corazones que buscan sinceramente el bien"

En ese sentido, señaló que el mensaje de Nostra Aetate adquiere un significado especial en el contexto peruano: “Nuestra historia está tejida por la convivencia de múltiples expresiones de fe, desde las raíces andinas y amazónicas hasta las diversas confesiones cristianas y comunidades religiosas… Estamos llamados a descubrir una riqueza que puede ser signo del Reino de Dios si la vivimos desde la fraternidad y la colaboración por el bien común”.

La libertad como camino hacia la verdad

Refiriéndose a Dignitatis Humanae, el Obispo de Lurín destacó que “la dignidad de la persona humana es el fundamento del derecho a la libertad religiosa”. En sus palabras, recordó que “toda persona, creada a imagen y semejanza de Dios, tiene el deber y el derecho de buscar la verdad y de adherirse a ella libremente, sin coacción ni imposición”.

En relación con el Perú actual, señaló que “la libertad y la convivencia democrática se ven frecuentemente amenazadas por el individualismo, la polarización y la manipulación ideológica”. En este contexto, el mensaje sobre la dignidad humana “conserva una resonancia profunda, porque nos recuerda que la verdadera libertad no consiste en la autosuficiencia, sino en la apertura a la verdad y al bien común, una sociedad que respeta la libertad religiosa fortalece su tejido moral y espiritual”.

Renovar el espíritu del Concilio

El presidente de la Conferencia Episcopal resaltó que las enseñanzas de Nostra Aetate y Dignitatis Humanae nos ofrecen una visión integradora de la persona y del mundo: “la dignidad humana como fundamento de toda convivencia, y el diálogo como camino hacia la paz”.

En su mensaje, exhortó a que el coloquio sea una ocasión para redescubrir la fuerza pastoral de estos textos, que siguen siendo palabra viva para nuestro tiempo.

"Como Iglesia en el Perú, estamos llamados a vivir estas enseñanzas en nuestro propio contexto: promoviendo el diálogo entre culturas y religiones, defendiendo la libertad de conciencia, acompañando a los pobres y a los que buscan una sociedad reconciliada y solidaria"

Asimismo, Monseñor Jorge Izaguirre, Obispo de Chosica y Primer Vicepresidente de la CEP, agradeció a los organizadores por hacer posible el coloquio y destacó el valor del diálogo interreligioso como camino de encuentro y comprensión mutua.

Por su parte, Jack Falkon, presidente del Comité de Relaciones Humanas de la Asociación Judía del Perú, agradeció la presencia de la Conferencia Episcopal Peruana en este encuentro que conmemora los 60 años de las declaraciones conciliares Nostra Aetate y Dignitatis Humanae. “Que este encuentro sea una oportunidad para renovar esa alianza moral entre nuestras comunidades y para reafirmar una vez más que la fe y la razón, la religión y la ciencia, pueden y deben caminar juntos en la construcción de un mundo más justo, más sabio y más humano”, expresó.

La primera jornada contó también con las ponencias del Cardenal Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú (Los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Una reflexión del 50° Aniversario de Nostra Aetate), y del Rabino Jaim Berman, de la Sociedad de Beneficencia Israelita Sefardí (Entre Jerusalén y Roma. Reflexiones sobre los 50 años de Nostra Aetate), bajo la moderación de Laura Vargas, secretaria ejecutiva del Consejo Interreligioso del Perú.

El coloquio continuará este miércoles 22 con la exposición de Mons. Javier Del Río Alba, arzobispo de Arequipa, sobre el tema “La libertad religiosa en los pontificados de Francisco y León XIV”, seguida de un panel interreligioso con representantes de comunidades evangélicas, islámicas, judías, bahá’ís, budistas y brahma kumaris.

Volver arriba