El templo se derrumbó durante el terremoto de febrero en Chile Miles de fieles veneran a Santa Rosa de Lima en un templo de Chile reconstruido

(Patricio Downes) Los chilenos continúan con sus manifestaciones de fe y fortaleza ante el infortunio. Así lo demostraron unos 200.000 mil fieles que asistieron a las ceremonias de la festividad religiosa de Santa Rosa de Lima, en la localidad de Pelequén, cerca de Rancagua. Así lo señaló el párroco del Santuario, padre José Miguel Ortiz, quien agregó que se espera que durante esta semana y el próximo fin de semana acudan más personas al lugar. Así lo informó el diario El Tipógrafo.
Como recuerdo del templo destruido por el terremoto de febrero pasado, los fieles eligieron llevar a sus casas trozos de la cúpula de cobre, que ahora fue reemplazada por una gigantesca cruz. El templo fue reconstruido a un costo de unos 300.000 euros (unos 200 millones de pesos chilenos). La misa central de los peregrinos fue celebrada por monseñor Alejandro Goic, obispo de Rancagua y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile. El costo del templo fue difundido por el diario El Mercurio, de Santiago de Chile.
La cifra de peregrinos podría ser mayor, porque según el párroco José Miguel Ortiz, hay fieles que prefieren visitar el Santuario más cómodamente, por lo que prefieren asistir los días posteriores a la festividad religiosa. Además, señaló que "estamos siempre recibiendo gente, durante todo el año. Como estuvo cerrado el Santuario durante cinco meses se está dando que ha venido mucha gente y la gran duda era que si iba a ver fiesta, pero se pudo reparar el templo".

Por su parte, el Obispo de Rancagua y presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Alejandro Goic, quien presidió la misa oficial efectuada ayer, indicó que ha existido una asistencia de feligreses muy grande desde el sábado, la que aumentó considerablemente el domingo y este lunes. Agregó que "hay mucho amor y devoción a esta Santa y este lugar con el terremoto sufrió daños, se ha reparado parcialmente el techo, pero hay mucho que hacer todavía, pero la gente tiene mucho amor y devoción a esta Santa a través de ella hemos pedido a Dios por tanta cosas de Chile, por el sufrimiento de la gente por el terremoto y también por los mineros que nos dan un testimonio de fe y fortaleza en esa situación tan límite. También dando gracias a Dios que el Papa (Benedicto XVI) este domingo tuvo una referencia particular por un tema que ha impactado al mundo entero (la situación de los mineros en el norte)".

El Santuario de Santa Rosa fue uno de los templos que sufrió serios daños con el terremoto del pasado 27 de febrero, incluso la cúpula de cobre que estaba en la torre cayó destrozando el techo del lugar. A seis meses de la tragedia se pudo reparar el templo, invirtiendo cerca de 150 millones de pesos para ello, informó El Tipógrafo.

No obstante la cúpula de cobre será reemplazada por una cruz. Debido a esto es que ayer se repartieron a los fieles trozos de cobre pertenecientes a las placas del metal rojo que se desprendieron con la caída. "Nos pareció que hay mucha gente que tiene gran cariño por esta cúpula y para que tengan un pequeño recuerdo de cobre se han estado repartiendo", señaló Monseñor Alejandro Goic.
Gustavo Villavicencio escribió desde Pelequén, para El Mercurio: "El 27 de febrero, el padre José Miguel Ortiz, rector del Santuario de Santa Rosa de Pelequén, despertó con el terremoto. Después de dos horas logró entrar al Santuario. Grande fue su sorpresa cuando constató que la torre del campanario y la cúpula habían caído sobre el centenario templo, destrozándolo casi por completo. Lo primero que pensó fue "la fiesta no se suspende por ningún motivo, vamos a levantar la iglesia".
A seis meses del sismo, lo que parecía imposible para los habitantes del pueblo se hizo realidad, y hoy se entrega la primera parte de la reconstrucción de este tradicional templo de la diócesis de Rancagua. "Creo que este año aumentará la cantidad de fieles, por el hecho de que la iglesia permaneció cerrada por tantos meses, lo que imposibilitó la visita de muchos devotos de la santa", comentó el sacerdote.
"Antes del terremoto, el templo estaba en muy buenas condiciones", señala el arquitecto Eugenio Joannon Rivera, responsable de la restauración. "Lo más complicado fue la caída del campanario, construido en hormigón armado en 1900. Se cortó su base respecto del cuerpo de la iglesia, cayendo al interior. Tal fue el impacto, que pulverizó el piso de las baldosas originales; además se reventaron los contrafuertes", agrega.
Los trabajos de esta primera etapa contemplaron la demolición total del campanario y de los contrafuertes exteriores. Se desmontó el techo, se eliminó todo riesgo al interior del edificio, y se fabricaron baldosas iguales a las originales, para recuperar el piso. Se construyó una nueva sacristía y se implementó un moderno sistema de iluminación.
El lunes 6 de septiembre se iniciará la segunda etapa de los trabajos. Con un costo total de $250 millones, contempla reforzar los muros perimetrales y reparar las grietas, junto a la construcción de un nuevo campanario, que recrea en proporciones y tramos al viejo. Además, se colocará una nueva cruz de cobre, que reemplazará a la cúpula de cobre con forma de cebolla, que durante años fue el símbolo de Pelequén.

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