¿Eres consciente de que también depende de ti el anuncio del Evangelio? I Martes de Adviento

I Martes de Adviento
I Martes de Adviento

Caminad con sandalias

30 de noviembre, San Andrés 

Profecía 

“¡Qué hermosos los pies de los que anuncian la Buena Noticia del bien! A toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los confines del orbe sus palabras” (Rom 10, 15. 18).  San Pablo se hace eco del profeta Isaías: “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que proclama la paz, que anuncia la buena noticia, que pregona la justicia, que dice a Sión: «¡Tu Dios reina!» (Isa 52, 7) Es el mejor oficio: anunciar la salvación y la paz. 

Icono: Los pies calzados con sandalias 

Los pies: Adviento es tiempo de andadura, de anuncio, y los pies del mensajeroson los que expanden la buena noticia. Pies ataviadoscon sandalias, signo de que debemos avanzar confiados, como hijos de Dios, enviados a anunciar el Evangelio de amor divino. Así fue dispuesto por el Señor en las instrucciones a los israelitas, caminar con los pies calzados con sandalias. 

Profecía cumplida 

«Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia». (Jn 1, 26-27) 

Consideración 

La fiesta de un apóstolnos evoca los tiempos inmediatos a la persona de Jesús. San Andrés, hermano de Simón Pedro, es el apóstol que evangelizó a los griegos, hoy es la fiesta del patriarcado ortodoxo y Roma envía un representante: Pedro y Andrés se abrazan como signo de esperanza ecuménica. Ellos escucharon del Maestro: “Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias” (Mc 6, 8-9) 

Adviento real 

Caminamos hacia la meta. San Pablo nos asegura: “Si profesas con tus labios que Jesús es Señor, y crees con tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo” (Rom 10, 9). Esta es nuestra esperanza. 

Actitud recomendada 

Prontitud de espíritu y radicalidad: “Paseando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».  Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron” (Mt 4, 18-20). 

Propuesta 

¿Eres consciente de que también depende de ti el anuncio del Evangelio?

Volver arriba