"Es algo curioso en un estado laico lo normalizado que está la institución religiosa educativa" 'Los domingos', la historia de una joven que quiere ser monja sacude el Festival de San Sebastián

La directora de 'Los Domingos' recoge la Concha de Oro
La directora de 'Los Domingos' recoge la Concha de Oro Ep

La película, que aborda la vocación religiosa de una joven y la oposición de sus padres, gana La Concha de Oro del Festival de San Sebastián

"Es muy difícil convencer a una joven de 17 años que siente algo tan poderoso por primera vez de que no siente lo que siente. Es muy difícil"

"El tema de la religión y de la tolerancia puede llegar a viajar bastante. Todavía estoy digiriendo lo que ha pasado, pero es que ha sido todo muy mágico"

La cineasta Alauda Ruiz de Azúa se ha alzado este sábado con la Concha de Oro con su película 'Los Domingos', una película que cuestiona los "mecanismos y cómo se ha construido" la educación religiosa para "empujar", en el caso de la película, a una joven a dedicarse toda la vida a Dios.

"Yo me he pasado toda la semana recordando la frase del cónclave de que el que entra papable, sale cardenal. Ha sido mi frase todo el rato porque pensarte favorita es horroroso", ha comentado a los medios de comunicación presentes en el Palacio de Congresos Kursaal de San Sebastián, tras la gala de clausura del festival.

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Alauda Ruiz de Azúa, que ha atendido a los medios con el galardón entre sus brazos, ha valorado positivamente ser la segunda directora española que logra este galardón y la cuarta mujer en hacerlo. "Está muy bien que cambien las fotografías de los premiados, sobre todo cuando ha habido una desigualdad histórica", ha reivindicado.

"Yo me siento muy privilegiada con todo lo que me ha pasado. Ahora la apuesta es intentar seguir haciendo proyectos que me resulten complejos, que me planteen dilemas y a ver dónde me llevan", ha augurado.

Asimismo, ha celebrado la conexión que ha tenido 'Los Domingos' con públicos de "muy distintas sensibilidades", lo que le parece algo "muy valioso" que tiene el cine, y más teniendo en cuenta "un mundo en el que hay mucho ruido y mucho debate". "Poder tener esa capacidad de querer entender algo, aunque no necesariamente tengas que validarlo, y que puede generar ese espacio de reflexión y de encuentro pero también de debate. Me parece interesante debatir en un sitio seguro, que al final la ficción es un sitio seguro, en un mundo que hay mucho ruido y mucho debate, está muy bien que haya un sitio seguro para debatir", ha declarado.

"El tema de la religión y de la tolerancia puede llegar a viajar bastante. Todavía estoy digiriendo lo que ha pasado, pero es que ha sido todo muy mágico", ha concluido. En una entrevista anterior, la cineasta subrayaba cómo "es algo curioso en un estado laico lo normalizado que está la institución religiosa educativa".

La conversación de la película está en cómo se ha construido esa vocación religiosa, porque al final no todas las niñas que van a colegios religiosos terminan de monjas, pero sí tenemos una niña que ha tenido esa educación religiosa, ese contacto con los religiosos y que está en un momento seguramente vulnerable", subrayó Azúa.

"He intentado entender cómo empuja un mundo adulto como el familiar o el religioso", indica."Sí llegué a entender o a ver que lo que sienten es algo real para ellos. Entonces, es muy difícil convencer a una joven de 17 años que siente algo tan poderoso por primera vez de que no siente lo que siente. Es muy difícil", ha recalcado.

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