El Arzobispado y el PP la tachan de "ofensiva" La pintura de un Cristo desnudo y boca abajo indigna a la comunidad católica

La muestra «Casus Belli», inaugurada el pasado día 6 del mes en curso en el Auditorio de Galicia, ha conseguido desatar en los escasos días que lleva abierta al público la indignación de distintos sectores sociales que se muestran «ofendidos» ante las piezas que se muestran a los visitantes. El centro de la polémica lo protagonizó la pintura de un Cristo crucificado y totalmente desnudo, que posa boca abajo ante la mirada de dos personajes más.

Esta visión, calificada por el grupo popular santiagués como «provocadora e hiriente», fue criticada también por los miembros del Arzobispado de Santiago que ayer colgaron en su página web un comunicado en contra de la producción «Cristo das Rías Baixas» firmada por el autor Manuel Moldes.

Tras calificarla de «poco afortunada» y «de dudoso gusto», desde el Arzobispado consideran que algunas de las piezas que componen esta exposición ofenden «la sensibilidad religiosa de los creyentes» al tiempo que argumentan que «ser tolerante no conlleva ser indiferente ante manifestaciones que, de una u otra forma, hieran los sentimientos religiosos».

Desde la Archidiócesis se posicionan así «del lado de los cristianos que se han sentido ofendidos» ante unas imágenes que «no representan con la debida dignidad la persona de Jesucristo». A sus críticas se suman las de numerosos internautas que han utilizado la red para dejar constancia de su malestar por las obras exhibidas.

Desde el PP compostelano entienden que es inadecuado exponer este tipo de imágenes justo en el momento en el que acaban de ponerse en marcha los actos de celebración del 800 aniversario de la consagración de la Catedral de Santiago y a pocos días de que se conmemore la Semana Santa. Censuran, además, que se trate de una iniciativa municipal.


Pieza prohibida

Otra de las obras que forman parte del proyecto expositivo «Casus Belli» (Motivo de guerra) es la composición fotográfica «Ocultacións e inexistencias» que muestra diversos vibradores sobre un fondo colorido. Esta imagen había sido prohibida ya en una muestra previa organizada en 2007 en Ourense.

En concreto, y como se detalla en el panel informativo que acompaña a la fotografía expuesta, fue la conselleira de Vivenda en 2007, Teresa Táboas, la que censuró la instantánea el día antes de que se inaugurase el proyecto. «En la víspera, la Consellería consideró que había unas fotos, más concretamente las de los vibradores realizadas por Sara Sapetti, que no podían figurar en la exposición -reza el texto-. El resto de participantes consideró que aquello era inaceptable y la Consellería decidió cancelar el proyecto».

Ahora, las polémicas imágenes se exponen en las salas del Auditorio compostelano junto a otras propuestas no menos controvertidas.

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