Preces de los Fieles (Inmaculada Concepción (03.12.2017)): llamados a vivir el Amor
Como María, la madre de Jesús, nosotros “hemos sido elegidos antes de la creación del mundo a ser santos e irreprochables por el amor, predestinados a la filiación a través de Jesucristo, según el agrado del Padre, para alabanza de su gracia de la que nos colmó en el Amado” (Ef 1, 4-6). Pidamos aceptar la llamada del Espíritu a vivir en el amor de Dios, como María, diciendo: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
Por la Iglesia:
- que valore los derechos humanos y los realice en su interior;
- que los promueva en sus instituciones, predicando con el ejemplo.
Roguemos al Señor: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
Por la paz en nuestras casas:
- que haya respeto, atención, mucho amor entre todos;
- que ayudemos a las familias más débiles.
Roguemos al Señor: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
Por la educación de los niños:
- que despertemos sus valores, les animemos a ser responsables;
- que conozcan y respeten los límites que no deben traspasar.
Roguemos al Señor: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
Por los enfermos, refugiados, sin techo...:
- que perciban nuestro amor, cuidado, compañía...;
- que cultiven el afán de superación, el esfuerzo por solucionar su problema.
Roguemos al Señor: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
Por nuestras comunidades cristianas:
- que busquen la verdad, la humanidad, la libertad;
- que brille en ellas el Amor de Padre de Jesús.
Roguemos al Señor: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
Por esta celebración:
- que saboreemos el amor que el Padre nos tiene a todos;
- que nos dé energía para ser testigos del Amor en la vida diaria.
Roguemos al Señor: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
“Proclama nuestra alma tu grandeza, Señor, y se alegra nuestro espíritu en Dios nuestro salvador...”. Como María “hemos sido elegidos antes de la creación del mundo a ser santos e irreprochables por el Amor”. Hágase en nosotros tu Amor, Señor, que vives por los siglos de los siglos.
Amén.
Rufo González
Por la Iglesia:
- que valore los derechos humanos y los realice en su interior;
- que los promueva en sus instituciones, predicando con el ejemplo.
Roguemos al Señor: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
Por la paz en nuestras casas:
- que haya respeto, atención, mucho amor entre todos;
- que ayudemos a las familias más débiles.
Roguemos al Señor: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
Por la educación de los niños:
- que despertemos sus valores, les animemos a ser responsables;
- que conozcan y respeten los límites que no deben traspasar.
Roguemos al Señor: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
Por los enfermos, refugiados, sin techo...:
- que perciban nuestro amor, cuidado, compañía...;
- que cultiven el afán de superación, el esfuerzo por solucionar su problema.
Roguemos al Señor: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
Por nuestras comunidades cristianas:
- que busquen la verdad, la humanidad, la libertad;
- que brille en ellas el Amor de Padre de Jesús.
Roguemos al Señor: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
Por esta celebración:
- que saboreemos el amor que el Padre nos tiene a todos;
- que nos dé energía para ser testigos del Amor en la vida diaria.
Roguemos al Señor: “Hágase en nosotros tu Amor, Señor”.
“Proclama nuestra alma tu grandeza, Señor, y se alegra nuestro espíritu en Dios nuestro salvador...”. Como María “hemos sido elegidos antes de la creación del mundo a ser santos e irreprochables por el Amor”. Hágase en nosotros tu Amor, Señor, que vives por los siglos de los siglos.
Amén.
Rufo González