Preces de los Fieles (D. 4º Pascua 2ª Lect. (07.05.2017): volvamos a Jesús, pastor y obispo de nuestra vida

La eucaristía es una experiencia comunitaria de encuentro con Jesús resucitado. Él es “el pastor y el obispo de nuestras vidas” (1Pe 2, 25). Siempre nos cuida, pero especialmente saboreamos su pastoreo en la eucaristía: nos escucha, nos alimenta con su palabra y su vida, nos da paz y alegría. Pidamos sentir internamente su presencia diciendo: “Reanima, Señor, mi alma” (Sal 23, 3).

Por la Iglesia universal:
- que todas las comunidades puedan celebrar la Eucaristía;
- que brille en todas el respeto a los derechos humanos.
Roguemos al Señor: “Reanima, Señor, mi alma” (Sal 23, 3).

Por la paz social:
- que el diálogo, el entendimiento, el bien de todos... sea normal;
- que los más débiles sean respetados, ayudados, protegidos...
Roguemos al Señor: “Reanima, Señor, mi alma” (Sal 23, 3).

Por los niños de 1ª Comunión:
- que sean acompañados con la fe de los padres-madres;
- que sigan creciendo en edad, sabiduría y bondad.
Roguemos al Señor: “Reanima, Señor, mi alma” (Sal 23, 3).

Por los novios:
- que cuiden su amor como un regalo del cielo;
- que se preparen para casarse en el amor cristiano.
Roguemos al Señor: “Reanima, Señor, mi alma” (Sal 23, 3).

Por nuestra parroquia:
- que seamos humildes, sencillos, tolerantes, honrados;
- que colaboremos con nuestras cualidades y bienes al bien común.
Roguemos al Señor: “Reanima, Señor, mi alma” (Sal 23, 3).

Por esta celebración:
- que sintamos el amor de Jesús, su preocupación por la dicha de todos;
- que la comunión nos afecte, nos haga más comprensivos y buenos como Él.
Roguemos al Señor: “Reanima, Señor, mi alma” (Sal 23, 3).

Jesús, hermano de todos: estos son nuestros deseos, nuestra esperanza. Queremos ser “buena noticia” (“evangelio”), como Tú. Queremos ser honrados, fieles a tu amor, trabajar por suprimir todo el sufrimiento que podamos. Contamos con tu ayuda por los siglos de los siglos.

Amén.

Rufo González
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