Algo más sobre Antonio Bru y las matemáticas aplicadas a la medicina

El profesor Bru se planteo la posibilidad de aplicar sus conocimientos de ecuaciones diferenciales para describir el crecimiento de los tumores sólidos. En la carrera se nos enseña constantemente a describir matemáticamente y de forma aproximada los fenómenos naturales. Algunas veces gracias a esta forma de pensar, se contrata físico en lugar de economistas para de alguna forma describir matemáticamente la evolución de la bolsa, por ejemplo he visto aplicarse ideas termodinámicas al estudio de la bolsa y hoy en día se plantea una posible rama llamada la econofísica.
Pero si lo que Bru ha descrito con sus ecuaciones diferenciales es lo suficientemente aproximado como para describir buenamente el crecimiento de los tumores sólidos, entonces los médicos se verían obligados a tener que ampliar sus conocimientos hacia las matemáticas.
Resulta muy curioso lo deficiente que puede llegar a ser el conocimiento matemático de los médicos. Por ejemplo las estadísticas se les da fatal, y sus estudios y observaciones son un continuo autorefutamiento. Como profesionales reconozcámosles su labor, nos han curado a muchos con sus conocimientos, como investigadores no son desde luego malos, pero sus estudios estadísticos son un puñado de ellos patéticos.
No se si ven ustedes la serie House, a mi personalmente me encanta. House no es un médico, es un investigador en medicina, y en lugar de diagnosticar según un patrón de síntomas que viene en los manuales, se pregunta más acerca de la enfermedad del paciente, desde como la contrajo hasta que medicamento es el que realmente le está curando o que es lo que le está matando, cualquier síntoma raro es digno de análisis. Lamentablemente en medicina, nuestros médicos en los hospitales se encuentran con muchos pacientes y muy pocos medios, los tratamientos son caros y los recursos muchas veces son mediocres. Se queda todo muy lejos de esos hospitales privados.
Un médico por ejemplo sabe que un tumor crece, y te puede decir lo que crecerá en los próximos días, pero lo que Bru ha investigado es su patrón de crecimiento y posiblemente hasta lo ha descrito. Es posible que esto abra nuevos campos a la físicamédica y los físicos tengan que echar un cable a los médicos aportando datos sobre la evolución de tumores e incluso de epidemias.
He visto en un documental como investigadores sostienen que tal vez sea imposible lograr una vacuna contra el SIDA. Resulta que si nosotros hacemos un esquema con grafos sobre las mutaciones del virus de la gripe, es decir, las mutaciones diversas que este suele tener con sus respectivas subvariantes, nos queda un bonito árbol que nos recordarían a unos de esos fabulosos fractales de matemáticas, si hacemos el del VIH, su elevada mutabilidad genera un árbol de mutaciones todavía más amplio, esto impide que el sistema inmunológico pueda encontrar una respuesta contra todas las mutaciones del virus del VIH. Resulta curioso que algo de teoría de grafos tenga su utilidad en medicina, en especial epidemiología.
Antonio Bru al proponer su teoría se encuentra invadiendo otra ciencia, una ciencia en que una ecuación en derivadas parciales solo resoluble tal vez por métodos numéricos les resulta incomprensible a los médicos. El propone unas ideas que los médicos no pueden entender ni manejar, solo pueden opinar y proponer posibles formas de conseguir esto o lo otro, ya que Bru en eso no tiene ni idea. Y así es como Bru con su equipo ha obtenido éxito en dos casos que la medicina ya dio por perdidos, dos pacientes terminales.
Hay especialistas que temen que estas nuevas ideas matemáticas en medicina puedan echar por tierra todo lo que hasta ahora han aprendido, encontrarse con por ejemplo un tipo ajeno a su profesión que viene diciendo que tiene una solución a su problema. Luego viene la bioética a anunciar que no es muy ético realizar este tipo de trabajos en enfermos terminales, que si puede significar incrementar su sufrimiento, prolongar inútilmente su vida, controlar el crecimiento de su cáncer y fastidiarle otros órganos, dar falsas esperanzas, y eso por no decir si el tratamiento empeora a los enfermos. Argumentan muchas cosas, pero creo que mucha gente tiene derecho a aferrarse a lo que sea para salvar su vida, ¿acaso no van a millones de enfermos a Lourdes a buscar ese consuelo o ese milagro? Bru ha conseguido un éxito en dos casos de los pocos que trató, tal vez repitiéndose un estudio amplio se consiga ver su efectividad real, y después valorar posibilidades para conseguir mejoras mayores. Pero creo que merece la pena intentarlo.