Cristianos por el entendimiento o por el enfrentamiento.

Nos encontramos ante un panorama eclesial que pinta muy negro. Hace tiempo que aquella moda que extendió el Papa Juan XXIII en la iglesia católica basada en una política de entendimiento, ha ido menguando y desapareciendo. Tal vez incluso desde que el Taranconismo desapareció de la Iglesia Española, viniendo varios obispos todavía más incapaces no ya solo de entenderse con la sociedad, sino hasta con muchos laicos, lo cual ha generado estas deserciones masivas que hoy padecemos.
La moda de los obispos de hoy, y de cierto sector de laicos es el enfrentamiento. Si alguno ocurre en esta sociedad, pues ea, todo es malo, todo es perverso, el hombre no está con dios, luego va por mal camino, y así con una retahíla de quejas y disparates que por más que observo no veo que lleven realmente a ninguna confirmación ciertamente interesante. Aquí tienden los agnósticos y ateos a tildarnos por malos y cerrados a los católicos, por desconfiar de nosotros. Luego están varios católicos integristas que no hacen más que tildar de malos e inmorales a los otros. Viendo el panorama, no soy capaz de dar la razón a ninguno, y pienso que ninguno la tiene.
Lo cierto es que eso del nihilismo y el relativismo que está lanzando Benedicto XVI va a suponer, y ya está suponiendo, un arma arrojadiza entre los hombres, en especial de los católicos contra los no católicos, o incluso dentro del propio catolicismo contra los discrepantes. Por otro lado está el discurso de hipocresía con la pobreza de la iglesia, las miradas al pasado de cruzadas e inquisición, para que otros condenen a la Iglesia, se habla de alienación religiosa. Curioso, unos hablan de nihilismo y otros de alienación, y yo no veo que los católicos sean generalmente unos alienados ni los no católicos sean generalmente unos nihilistas.
Pienso que no hay tanta diferencia entre los unos y los otros, tan solo reina un nefasto desentendimiento. No se puede vivir por parte de varios de nuestros obispos en un continuo desprecio por todos aquellos que no piensen como ellos. Lo mismo opino de esos políticos y pensadores agnósticos y ateos, que manifiestan ese continuo desprecio a los católicos.
Pienso que la evangelización de la sociedad es hoy en día imposible, y que todas las pastorales están condenadas a fracasar en tanto no se asegure un buen clima de diálogo y entendimiento, pero sobre todo de respeto. Aprender a discrepar respetando va a ser la tarea que tienen pendiente Llamazares, Rouco, Cañizares, José Blanco, Acebes, Carod Rovira, Reig Pla, Agustín García Gasco, Jiménez Losantos, Otegui, etc. Y tal vez en el mundo, más que enfrentamientos, debieramos desear que esas figuras nefastas del insulto y el enfrentamiento como Chaves, Castro, George Bush, Cardenal Cipriani, el presidente Irani (de difícil nombre), y otros tantos hombres aprendan que tienen una asignatura pendiente que consiste en aprender a entendernos, sin por ello evitar discrepar o abandonar algunos de los planteamientos que tenemos.