El avance del protestantismo en Guatemala.
No se debe extrañar nadie del avance hoy en día del protestantismo en Guatemala. Y si avanza este en otros países de Latinoamérica tampoco se debe extrañar. El protestantismo es un cristianismo con gente muy mal formada intelectual y académicamente, pero que cuenta y saca partido de magníficos oradores que la Iglesia Católica no tiene, o si los tiene no les saca partido.
Cinco años es el mínimo de formación de un sacerdote católico, cinco años de encierro en un seminario y de intenso estudio. Pero esa formación es inútil si el sacerdote resultante es un pésimo pastor, y si además de eso un pésimo orador. Entre los sacerdotes católicos hay muchísimos con clara incapacidad de hablar y expresarse en público, y lo peor es que son ascendidos a párrocos. Da igual la mentalidad del sacerdote, si no sabe dirigirse a una multitud mejor que no haga una homilía o mejor que le den una hecha y se limite a leerla.
El protestantismo es otra cosa, es cachondeo. Tan pronto hacen pastor a un mocoso de 12 años como en Perú, como tan pronto proponen y escogen al líder de la Caverna. Es más, montan unos shows en los cuales a una mujer le da un síncope y le practican un exorcismo que supuestamente la deja como nueva. Y a todo eso, montones de cánticos entusiastas y muy vivos y el mensaje como no de meter grandes sumas de dinero en un saco. Claro que luego habrá quien dentro del protestantismo se tome las cosas en serio, como en todos los lados.
Por otra parte, los protestantes presentan corrientes muy diversas. Si eres propena de muerte, ahí tienes tu corriente, si eres partidario del movimiento gay, ahí tienes tu corriente con parroquias enteras, si crees o no en la teoría de la evolución de las especies ahí tienes también diversas variantes, y si crees justificado asesinar a Hugo Chávez ahí tienes también tu lugar representada por prestigiosos pastores. Luego entre protestantes ellos discuten, rompen relaciones con comunidades, como por ejemplo rechazar a los negros y practicar la poligamia como fue el caso de los mormones.
En EEUU, que es país con un amplísimo acceso a la educación (no como en Guatemala), el protestantismo está en retroceso y quien avanza es el catolicismo. La Iglesia de los EEUU ha sufrido por el tormento de los abusos sexuales y aun así ha resistido formidablemente. Básicamente porque sus fieles son gente más formada que los guatemaltecos.
A mi me hace gracia quienes afirman de la superioridad de preparación de los protestantes en cuestiones bíblicas. Si leerse la Biblia ya implica ser un entendido, entonces yo soy un erudito. Vamos a ver, la Biblia es un libro muy difícil, y que a la hora de leerlo se requiere una formación que yo por ejemplo no tengo, y menos la tiene un protestante. Un protestante habitualmente secciona textos sacándolos de contexto y les da un significado falso. Ellos le dan un peso al levítico igual que al evangelio según San Mateo, y en base a eso son capaces de defender la ley del talión con pena de muerte incluida. Pero aun así, si hacen pastores al primero que sepa hablar en público, tenga o no formación, yo prefiero quedarme con mis imperfectos sacerdotes católicos, que por lo menos han pasado por un mínimo de 5 años de formación.
Resalto una cosa más. A la Iglesia Católica se le vienen agotando en todo el mundo los obispos del pueblo. El estilo de ahora es nombrar como obispo a un pedante profesor de universidad o del seminario, o bien a uno que era funcionario en el Vaticano. Los nuevos obispos tienen mucha más carrera y mucho menos contacto con el pueblo, pues usan a muchísimos funcionarios. Se estila más en ellos los baños de multitudes.
En México veneran con devoción a San Rafael Guízar Valencia, en el Salvador a Oscar Romero. Pero ya no hay devoción por los obispos como antaño, porque los actuales son más distantes y ajenos al pueblo. Piden los fieles con muchísima devoción hacia ellos su intercesión, en contraste con la algarabía protestante. Pero los obispos de ahora son más comodones y más pendientes de la ortodoxia y de los palacios que del pueblo, y el sensible pueblo de Latinoamérica lo siente y lo nota.
Da igual si un obispo es conservador o progresista, si no vela por sus fieles el daño que causa es tremendo. El caso de no pocos obispos españoles es el de no deshacer la maleta a sabiendas que le van a dar un paseo por las diócesis de España. Están generalmente muy alejados del pueblo. Y antes que mirar a Guatemala, miremos como estos obispos y los anteriores han arrasado el catolicismo español. Y miremos también por el papado anterior, al cual muchos no quieren verlo culpable de nada, pero en sus 27 años de pontificado el catolicismo ha tocado techo y comenzado un acelerado descenso.
Cinco años es el mínimo de formación de un sacerdote católico, cinco años de encierro en un seminario y de intenso estudio. Pero esa formación es inútil si el sacerdote resultante es un pésimo pastor, y si además de eso un pésimo orador. Entre los sacerdotes católicos hay muchísimos con clara incapacidad de hablar y expresarse en público, y lo peor es que son ascendidos a párrocos. Da igual la mentalidad del sacerdote, si no sabe dirigirse a una multitud mejor que no haga una homilía o mejor que le den una hecha y se limite a leerla.
El protestantismo es otra cosa, es cachondeo. Tan pronto hacen pastor a un mocoso de 12 años como en Perú, como tan pronto proponen y escogen al líder de la Caverna. Es más, montan unos shows en los cuales a una mujer le da un síncope y le practican un exorcismo que supuestamente la deja como nueva. Y a todo eso, montones de cánticos entusiastas y muy vivos y el mensaje como no de meter grandes sumas de dinero en un saco. Claro que luego habrá quien dentro del protestantismo se tome las cosas en serio, como en todos los lados.
Por otra parte, los protestantes presentan corrientes muy diversas. Si eres propena de muerte, ahí tienes tu corriente, si eres partidario del movimiento gay, ahí tienes tu corriente con parroquias enteras, si crees o no en la teoría de la evolución de las especies ahí tienes también diversas variantes, y si crees justificado asesinar a Hugo Chávez ahí tienes también tu lugar representada por prestigiosos pastores. Luego entre protestantes ellos discuten, rompen relaciones con comunidades, como por ejemplo rechazar a los negros y practicar la poligamia como fue el caso de los mormones.
En EEUU, que es país con un amplísimo acceso a la educación (no como en Guatemala), el protestantismo está en retroceso y quien avanza es el catolicismo. La Iglesia de los EEUU ha sufrido por el tormento de los abusos sexuales y aun así ha resistido formidablemente. Básicamente porque sus fieles son gente más formada que los guatemaltecos.
A mi me hace gracia quienes afirman de la superioridad de preparación de los protestantes en cuestiones bíblicas. Si leerse la Biblia ya implica ser un entendido, entonces yo soy un erudito. Vamos a ver, la Biblia es un libro muy difícil, y que a la hora de leerlo se requiere una formación que yo por ejemplo no tengo, y menos la tiene un protestante. Un protestante habitualmente secciona textos sacándolos de contexto y les da un significado falso. Ellos le dan un peso al levítico igual que al evangelio según San Mateo, y en base a eso son capaces de defender la ley del talión con pena de muerte incluida. Pero aun así, si hacen pastores al primero que sepa hablar en público, tenga o no formación, yo prefiero quedarme con mis imperfectos sacerdotes católicos, que por lo menos han pasado por un mínimo de 5 años de formación.
Resalto una cosa más. A la Iglesia Católica se le vienen agotando en todo el mundo los obispos del pueblo. El estilo de ahora es nombrar como obispo a un pedante profesor de universidad o del seminario, o bien a uno que era funcionario en el Vaticano. Los nuevos obispos tienen mucha más carrera y mucho menos contacto con el pueblo, pues usan a muchísimos funcionarios. Se estila más en ellos los baños de multitudes.
En México veneran con devoción a San Rafael Guízar Valencia, en el Salvador a Oscar Romero. Pero ya no hay devoción por los obispos como antaño, porque los actuales son más distantes y ajenos al pueblo. Piden los fieles con muchísima devoción hacia ellos su intercesión, en contraste con la algarabía protestante. Pero los obispos de ahora son más comodones y más pendientes de la ortodoxia y de los palacios que del pueblo, y el sensible pueblo de Latinoamérica lo siente y lo nota.
Da igual si un obispo es conservador o progresista, si no vela por sus fieles el daño que causa es tremendo. El caso de no pocos obispos españoles es el de no deshacer la maleta a sabiendas que le van a dar un paseo por las diócesis de España. Están generalmente muy alejados del pueblo. Y antes que mirar a Guatemala, miremos como estos obispos y los anteriores han arrasado el catolicismo español. Y miremos también por el papado anterior, al cual muchos no quieren verlo culpable de nada, pero en sus 27 años de pontificado el catolicismo ha tocado techo y comenzado un acelerado descenso.