Una chorrada de los evangélicos españoles, y unas críticas personales.
Les ha picado la envidia y el gusanillo por cobrar también millones de la declaración del IRPF, o bien es que sus representantes son bobos a más no poder. La Iglesia Católica Iglesia es, y con mayúsculas. Esta Iglesia es la religión de la inmensa mayoría de los españoles. Otra cosa es que engañen los obispos con la casilla haciéndonos ver que los religiosos se van a forrar por su labor social, o que se van a gastar los dineros del IRPF en ancianos, enfermos, pobres y personas en dificultades.
La Iglesia Evangélica me merece respeto como religión cristiana que es, pero me parece que su caos y división interna es tal que cada pastor dice y defiende lo que le da la real gana. En EEUU los hay que defienden la pena de muerte, matar o bendecir a Chávez, casar o asesinar gays, bendecir o maldecir a los negros, insultar o alabar a Bush o a Obama.
Aquel cura impresentable de mi antigua parroquia, que ya he citado tantas veces, decía que los protestantes eran mejores que los católicos en conocimientos bíblicos. Pues miren, no. Si conocer la Biblia es leérsela mejor apaga y vámonos. Nunca se puede considerar al mismo nivel de revelación el génesis o el levítico que el Evangelio de San Juan. Mi párroco nos contaba que toda la Biblia debe leerse desde el evangelio, desde delante hacia atrás nunca desde atrás hacia delante.
Tal vez por igualar al mismo nivel todos los libros han tenido ellos tantas y tan variadas interpretaciones. Y por esto mismo, y por su falta de unidad, se han escindido en y reescindido sucesivamente hasta tal punto que difícil es distinguir religión y secta.
Se hace también difícil repartir un dinero a gente tan dividida y fraccionada. A mi lo que me ha molestado del caso es que nos ofendan a los católicos con la palabra perversión, y más ellos cuando no son precisamente un ejemplo de iglesia por su falta de unidad en todo. Cuando se enfada un pastor, se lleva a sus fieles y hace como hicieron los Mormones, los Testigos de Jehová, Adventistas del Séptimo Día, Pentecostales, etc.
Pues si quieren dinero que lo pidan al estado y que les pongan su casilla, pero no vengan con eso de: “nosotros no queremos casillita y vosotros soy malos por tenerla”.
La Iglesia Evangélica me merece respeto como religión cristiana que es, pero me parece que su caos y división interna es tal que cada pastor dice y defiende lo que le da la real gana. En EEUU los hay que defienden la pena de muerte, matar o bendecir a Chávez, casar o asesinar gays, bendecir o maldecir a los negros, insultar o alabar a Bush o a Obama.
Aquel cura impresentable de mi antigua parroquia, que ya he citado tantas veces, decía que los protestantes eran mejores que los católicos en conocimientos bíblicos. Pues miren, no. Si conocer la Biblia es leérsela mejor apaga y vámonos. Nunca se puede considerar al mismo nivel de revelación el génesis o el levítico que el Evangelio de San Juan. Mi párroco nos contaba que toda la Biblia debe leerse desde el evangelio, desde delante hacia atrás nunca desde atrás hacia delante.
Tal vez por igualar al mismo nivel todos los libros han tenido ellos tantas y tan variadas interpretaciones. Y por esto mismo, y por su falta de unidad, se han escindido en y reescindido sucesivamente hasta tal punto que difícil es distinguir religión y secta.
Se hace también difícil repartir un dinero a gente tan dividida y fraccionada. A mi lo que me ha molestado del caso es que nos ofendan a los católicos con la palabra perversión, y más ellos cuando no son precisamente un ejemplo de iglesia por su falta de unidad en todo. Cuando se enfada un pastor, se lleva a sus fieles y hace como hicieron los Mormones, los Testigos de Jehová, Adventistas del Séptimo Día, Pentecostales, etc.
Pues si quieren dinero que lo pidan al estado y que les pongan su casilla, pero no vengan con eso de: “nosotros no queremos casillita y vosotros soy malos por tenerla”.