Una tarde con Teresa de Jesús

(Clausura del quinto centenario teresiano: místicos y artistas)

Fue a final del curso pasado, una conversación entre los muros del convento sin el obstáculo de las rejas, en una jornada de formación con las carmelitas descalzas de Talavera la Real. Hemos estado celebrando durante todo el año el quinto centenario del nacimiento de santa Teresa, esa gigante mística española que tantos frutos del espíritu ha derramado en la historia. Hablaban de cómo celebrar la clausura teniendo en cuenta el sentido de misión y de salida que el Papa Francisco está inspirando en la iglesia actual de cara al mundo. Ahí surgió la idea de hacer una celebración que fuera de la contemplación, del pueblo y su vida sencilla, así como de los artistas y creadores que se dejan llevar por el espíritu de la belleza y de la luz. Lo llamaríamos “Teresa, Maestra de la Luz”. Sería en Octubre e invitaríamos a la gente del pueblo y a artistas variados de música, pintura, canto, etc.

Así ha sido y así lo hemos celebrado, por allí estuvieron el Arzobispo de Mérida de Badajoz presidiendo, asistieron muchos amigos de todos los estamentos de un modo singular y sencillo: políticos como la alcaldesa – pasó por allí a título privado el presidente de la junta de Extremadura con su familia-, militares, judiciales, profesionales, sacerdotes, religiosos… Participaron bandas, coros y danzas, instrumentos, pianistas, cantores, pintores. Fue una experiencia singular. Quinientos años después, la santa andariega sigue dando que hablar y que cantar, cantos populares y clásicos, se oyó su voz y sus escritos. Todo vivo y único. Allí sentí al espíritu y se apropiaron de mí unos sentimientos que deseo compartir:

El Espíritu de Jesús de Nazaret, que siempre ha rotos muros y ha abierto puertas y ventanas cerradas, estuvo con libertad en el acto celebrado, allí se cumplió lo que el Papa Francisco nos está invitando a ser, una iglesia en salida, en misión, para el encuentro misericordioso con la humanidad. Se notaba como la Teresa de Jesús, que impulsada por el espíritu renovó en una misión de reforma muchos corazones en el corazón de la iglesia, sigue dando motivos desde aquella acción del Espíritu para celebrar la fiesta del carisma de la contemplación y la vida. Quedó claro en el convento de Talavera que el Espíritu no se encierra ni se clausura, sino que abre y manifiesta el valor absoluto de un Dios que religado por amor al hombre se da como todo para él. En la vida contemplativa nos ofrece la realización trascendente de lo humano abriéndonos radicalmente a la vida, a lo diario, en comunión con él. Ese tesoro son las hermanas carmelitas descalzas que en montones de conventos extremeños nos dan el testimonio de la contemplación y la alegría de la vida interior.

Pero a la vez, y del mismo modo, allí estaba Espíritu del Pueblo, en este caso de Talavera, donde las hermanas son y viven en medio del pueblo y de la comunidad. Para estas religiosas, el referente último de su contemplación y su clausura es la humanidad y la salvación, para eso actúa el Espíritu que es de Dios y está sobre nosotros: En ellas ha venido para dar una buena noticia a los pobres, para liberar a los cautivos, para abrir los cerrojos y las puertas, para sanar, para crear comunidad... Por eso es un mismo Espíritu, el convento es de Talavera y Talavera está en el corazón del convento, las contemplativas son de la humanidad y la humanidad está en el corazón de las contemplativas.

Pero ese mismo Espíritu lo es de la creación, la belleza y la luz. Sopla donde quiere y genera lo que quiere, no tiene fronteras ni límites. Está allí donde el hombre vive porque allí está la gloria de Dios. El arte en todas sus manifestaciones ha ido acompañando el carisma de la contemplación teresiano, la mística española ha sido creadora, artista, y lo ha sido desde la docilidad al Espíritu y al compromiso. Ese mismo Espíritu sigue actuando en muchos hombres y mujeres de hoy, que dóciles a la inspiración siguen hablando al mundo en sus mejores artes, para tocar el corazón con la belleza y la ilusión de lo divino que ama y perfecciona lo humano. Allí estuvieron con nombres concretos: Juan Ledesma, Pedro Monty, José Manuel Gamero, José Antonio Salguero, José Luis Lorido, Charly González, Cristobal, Casto Acedo, Coros y Danzas, Banda municipal, así como las religiosas carmelitas…cantos, música, pintura, literatura, poesía, proyecciones, historias, narrativas... todo en la luz de la búsqueda de lo bello y lo verdadero.

Por eso al celebrar la clausura del quinto centenario de Teresa, nos sentíamos llamados a encontrarnos, a celebrarlo, y a hacerlo unidos como pueblo, contemplativos y artistas y creadores en comunión. En el encuentro fuimos, con el pastor diocesano, ese sacramento de unidad de los hombres con Dios y entre ellos mismos, una iglesia creativa, propia del quehacer del Espíritu teresiano. Y lo hemos sido desde esta mujer que hace quinientos años, siendo pueblo, contemplativa y creadora, abrió brechas de vida y de espíritu que hoy siguen alimentando y seduciendo a la humanidad. Testigo de ellos somos nosotros y la luz que nos guía. La mística la sigue reconociendo este don de Teresa, como Maestra de la Luz. Y lo sigue haciendo desde este convento centenario, el primero en Extremadura de la reforma Carmelitana, donde podemos tocar aquellos inicios creadores de la reforma de Teresa que llegaron a todos los rincones, como es lo propio de un evangelio misionero y de una Iglesia en misión y en salida.
Así cantó Juan Ledesma, joven extremeño dentro del mundo de la canción: Juan Ledesma https://www.facebook.com/1566593959/videos/10207993334542313/

José Moreno Losada. Sacerdote de Badajoz.
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