Engaño o Ignorancia

Paco Rego escribió en El Mundo sobre “el camelo de la triple A” y Carlos Manuel Sánchez describió, en XL Semanal, lo ocurrido como “gran fiasco”.
Naomi Klein, que es una periodista e investigadora de gran influencia ha dicho que lo ocurrido ha sido Una nueva forma de hacerse inmensamente rico a costa de la alarma global. Y llueve sobre mojado. En el año 2003 ya nos metieron el miedo en el cuerpo con la gripe aviar y fue mucho mayor el ruido que las nueces. De hecho se registraron 282 muertes (ninguna en España). Y lo mismo ocurrió con las vacas locas.
Una persona de prestigio como el epidemiólogo alemán Wolfgang Wodarg, que preside la Comisión de Salud del Consejo de Europa, ha calificado lo ocurrido como uno de los mayores escándalos médicos de la historia.
Lo ocurrido suscita muchas dudas. Cuesta creer que haya sido un fallo de profesionales incompetentes. Porque hay muchos otros datos que confirman la existencia de grandes profesionales sanitarios. Y si esa no es la causa no hay más remedio que atender a quienes ponen el grito en el cielo por el hecho de que estemos en manos de irresponsables que nos engañan en defensa de turbios intereses económicos. Los de las multinacionales farmacéuticas interesadas en vender productos, algunos de ellos no necesarios.
Efectivamente se ha hecho mucho daño. Y no solo por todo lo que se ha gastado. También por la desconfianza que estos asuntos generan. ¿Qué pasará cuando haya una pandemia de verdad? Antoni Trilla, jefe de Epidemiología del Hospital Clínico de Barcelona advierte que como consecuencia del fiasco ocurrido nadie se lo creerá y tal vez los muertos se cuenten por millones.
La credibilidad y la reputación de la OMS han quedado seriamente dañadas. Y si es así habría que apelar a la responsabilidad social de todos los que han contribuido a agrandar innecesariamente la alarma social para que eso no ocurra. Como no es bueno tampoco que adoptemos la postura ingenua de alegrarnos porque las consecuencias de la gripe hayan sido mucho menores de lo anunciado. Sobre todo si persisten las dudas de que la alarma social producida fue provocada.