¡Quien ha dicho que no hay personas-referentes!

Madurez es la habilidad para hacer bien un trabajo aunque no tengamos supervisores. Es el arte de vivir en paz con lo que es imposible cambiar y activo y comprometido con lo que podemos mejorar. Es soportar una injusticia sin desear la venganza. Es saber tolerar los defectos ajenos y no por eso justificar los nuestros. Es gestionar la tolerancia para que no se convierta en sumisión.

Detrás de los comportamientos responsables o irresponsables de las distintas Organizaciones hay personas. Son ellas las que elaboran y ejecutan la responsabilidad social. Por eso, en mi empeño de no escribir sobre el sexo de los ángeles sino del mundo real que nos rodea, me parece tan importante compartir esta felicitación a mi amigo Fermín, que hoy cumple 65 años.

En Fermín calificativos como madurez, disposición, escucha, integridad, entrega, paciencia, solidaridad, autocontrol y fortaleza son pruebas elocuentes de haber multiplicado los talentos que Dios le regaló.

Déjame, amigo lector, que personalice en Fermín el deseo no de más riqueza material sino de más sabiduría para poder disfrutar y seguir desarrollando la gran abundancia de riquezas-talentos que ya posee.

Como seguro que tú también tienes amigos con su perfil pongámoslos como referente de la sociedad responsable que como creyentes queremos y debemos construir.
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