La Compañía de Aguas de Barcelona cobra un plus a los hogares que gastan más de lo que la compañía piensa que deben gastar. Hay muchos hogares que gastan menos de lo que la compañía prevé que debería gastar por el número de miembros que componen el hogar. Sin embargo a éstos no les devuelven ni dinero ni les compensa el ahorro de agua de ninguna otra manera. Es decir, la compañía castiga a los que considera infractores pero no recompensa en nada a los que colaboran en el ahorro de agua. Con lo cual prueba que lo que le interesa no es el agua sino el dinero.