Los paltos principales eran verdura, mucha verdura, pulpo cocido con cachelos, pollo asado y los postres: turrón, uvas pasas, higos secos, manzanas. Casi siempre se sentaban con nosotros a la mesa viajeros sin rumbo fijo que pasaban por allí y se quedaban. Después de la cena íbamos a visitar al único tío que vivía en el pueblo y que era más viejo que mi padre. Después de regresar de la casa del tío, nos sentábamos al amor del fuego de la lareira y continuábamos charlando y cantando panxoliñas (villancicos).