Ahora en cualquier restaurante y en cualquier época del año, se puede comer filloas. Pero no siempre fue así. Otrora, sólo se comían filloas en épocas de matanza, mejor aún, los días posteriores a la matanza, y se podían hacer con la sangre del cerdo, o en épocas del carnaval. Y nada más. La destemporalización también afectó a las filloas como a casi todos los platos de la dieta atlántica debido a las nuevas tecnologías de la conservación de alimentos. A nadie se le escapa que no es lo mismo comer una filloa al humor del fuego de la lareira que de postre en una restaurante de lujo en Madrid o en cualquier otra rincón de la geografía de España o del mundo