Los partidos políticos disfrutan de representación institucional en el parlamento y en otra instituciones del Estado según el número de parlamentarios elegidos. Mutatis mutandis, las mismas reglas habrá que aplicarlas a las iglesias, las sectas y otras instituciones religiosas. No pueden tener el mismo peso social e institucional unas que otras, las más numerosas deberán disfrutar de mayor presencia institucional que las que tienen menos fieles o adeptos o seguidores. No es de extrañar, pues, que la Iglesia católica en España tenga más presencia institucional que otras instituciones religiosas porque, de momento, es la que mayor número de seguidores tiene.