Meten la mano

El hombre es un ser tocado por el pecado original; es decir, es limitado. No es necesario que cometa errores pero, de hecho, s inevitable que los cometa y los comete. Los políticos tienen más que nadie la ocasión de meter la mano porque manejan los dineros de las arcas públicas. Muchos de ellos meten la mano, los cogen pero no suelen ir a la cárcel ni devolver el dinero porque son juzgados por jueces elegidos por ellos. La corrupción es sistémica; es decir, en nuestro caso, las leyes no la persiguen como sería debido.
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