Para ganar las elecciones, el PP y el PSOE no tienen más que ponerse de acuerdo para hacer devolver hasta la última peseta a los que han robado y meterlos en la cárcel, suprimir el Senado, suprimir miles de coches oficiales; suprimir los despachos, las secretarias y el coche oficial de los ex presidentes del Estado y de las autonomías; hacer cumplir las leyes existentes, reducir el número de diputados; controlar a los diputados europeos que nadie sábelo que hacen ni para que sirven, sólo sabemos lo que nos cuesta cada uno. Me decía alguien: “Los partidos son empresas que colocan a los que prometen fidelidad a los intereses de la empresa. Defienden los puestos de los que están y crean los que hagan falta para mantener el negocio en pie”. Le respondí: “La política es el único negocio que nunca da pérdidas porque los políticos no invierten nada aunque hay políticos que por dedicarse a la cosa pública dejan de ganar dinero”. El PP y el PSOE no reducen las plazas de los cementerios de elefantes porque son quienes más elefantes tienen y necesitan reservas para mantener y aún amentar su número. Las promesas de otros partidos son la antesala del abismo.