Loureses ha celebrado el fin e semana último su fiesta principal, San Antonio, el del verano: verbena el vienes y fiesta, con misa solemne y procesión bajando por la carretera y subiendo por el Cruceiro, sábado y domingo. “Hubo mucha gente”, me dijeron; “a pesar de que también había celebraban la fiesta del Corpus en Covelas”. A los pueblos pequeños se les hace difícil poder mantener la fiesta. Los vecinos cada vez son menos pero los gastos: contratos de las orquestas y las bandas y los fuegos artificiales, cada año son más. Por eso la cuota que cada vecino ha de pagar sube sin parar sin que sus ingresos aumenten en la misma proporción. Las instituciones deberían tener muy presente la importancia trascendental de la fiesta como referencia temporal y social en la vida de los pueblos