¿Qué causa?

Ayer, Obama en Egipto y Zapatero en Barcelona dijeron lo que querían oír quienes fueron a escucharles. Los tiraalfombras, edecanes, caudatarios, turiferarios, fontaneros y otros especímenes de aduladores dicen lo que deleita las orejas del jefe. El diario ¿Qué? (5-6-09) pone como ejemplo de adulación unas palabras que Pajín dijo ayer en honor de su jefe. Según el clásico, los políticos tratan al pueblo y los aduladores a los jefes de vulgo porque consiguen lo que pretenden dándoles gusto. Los parámetros del discurso político y de la adulación no son la verdad y la exactitud histórica sino el servicio prestado a la causa. ¿Qué causa? Conquistar o conservar el poder, en el caso de los políticos, y ascender o, por lo menos, permanecer, en el caso de los aduladores
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