El arzobispo de Madrid recuerda las primeras palabras de León XIV 'Paz a vosotros', el testimonio más elocuente del Evangelio: Carta pastoral de José Cobo con motivo de la Pascua

Resurrección
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Una urgencia subrayada por el nuevo papa. En su primer encuentro con representantes de los medios de comunicación, León XIV evocó las Bienaventuranzas y citó con fuerza: «Bienaventurados los que trabajan por la paz (Mt 5,9)

Con esta llamada común, el cardenal José Cobo advierte contra los «tambores de guerra» que suenan en el mundo y las trincheras sociales que dividen

Frente a ello, propone hacer resonar la voz del Resucitado en las comunidades, porque la paz de Cristo no es una paz pasiva, sino una tarea activa y exigente: La paz "se trabaja, se cuida, y se conquista con el perdón"

(Archimadrid).- La carta con motivo de la Pascua del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, nos recuerda las primeras palabras del papa León XIV. En su carta pastoral publicada el pasado 20 de abril, el arzobispo de Madrid centró su mensaje pascual en el don de la paz del Resucitado, una paz que atraviesa la cruz, que se conquista con el perdón y que se convierte en el testimonio más elocuente del Evangelio. «Paz a vosotros», repite con fuerza el cardenal, convencido de que esta es la proclamación que el mundo herido necesita escuchar con urgencia.

Especial Papa León XIV

Esta misma urgencia ha sido subrayada por el nuevo Papa. En su primer encuentro con representantes de los medios de comunicación—celebrado este lunes 12 de mayo en el Aula Pablo VI del Vaticano—, León XIV evocó las Bienaventuranzas y citó con fuerza: «Bienaventurados los que trabajan por la paz (Mt 5,9), para animar a una “comunicación desarmada y desarmante”». Con un tono cercano pero firme, pidió rechazar la «guerra de palabras y de imágenes» y afirmó que «la paz comienza con cada uno de nosotros: con la forma en que miramos, escuchamos y hablamos de los demás».

La voz del Resucitado

Con esta llamada común, el cardenal José Cobo advierte contra los «tambores de guerra» que suenan en el mundo y las trincheras sociales que dividen. Pero también denuncia una violencia más cotidiana y estructural, que se cuela en el desprecio, el insulto o el juicio precipitado. Frente a ello, propone hacer resonar la voz del Resucitado en las comunidades, porque la paz de Cristo no es una paz pasiva, sino una tarea activa y exigente.

En su carta, el cardenal reconoce que la paz «se trabaja, se cuida, y se conquista con el perdón». La verdadera paz —señala— no es ausencia de conflictos, sino la apuesta militante por resolverlos de forma no violenta. Esta llamada común es signo de una Iglesia que desea hacerse oír «con una voz clara y valiente en medio del ruido del mundo». Una voz que anuncia que «Cristo ha vencido a la muerte», y que lo ha hecho plantando cara al odio con la ternura, a la violencia con el perdón y a la guerra con una paz que nace del corazón transformado.

Lee aquí la carta pastoral completa del cardenal José Cobo con motivo de la Pascua

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