Pide evitar "cualquier apariencia de negociación" El Obispado de Ourense pide a los curas que no cobren las misas a feligreses sin recursos
El sacramento del Bautismo debe administrarse de forma gratuita, según las normas de la Provincia Eclesiástica de Galicia pero en algunas parroquias de la diócesis de Ourense es común que el sacerdote "invite" a padres o padrinos a dejar para los necesitados de la parroquia, una cantidad equivalente a lo que va a costar un cubierto del banquete. Para evitar este tipo de actuaciones, el Obispado de Ourense acaba de editar en su Boletín Diocesano, algunas normas canónicas y orientaciones sobre como actuar con el cobro de estipendios por misas, para que sus ministros utilicen criterios "de cohesión" en el ejercicio de su pastoral.Lo cuenta M.J.A. en Faro de Vigo.
Para ello la iglesia pide "encarecidamente" a sus sacerdotes que eviten "cualquier apariencia de negociación" con sus fieles en el cobro de las misas y que las oficien de forma gratuita, cuando el feligrés que la solicita carezca de recursos.
El problema es que la interpretación y aplicación de las normas es tan variable que despista en muchos casos al propio parroquiano. El Obispado recuerda a sus sacerdotes que aquel que "obtenga ilegítimamente un lucro con el estipendio de la misa, debe ser castigado con una censura o con otra pena justa".
Por otro lado y aunque el sacerdote celebre legítimamente una misa solo puede reservar para si un estipendio al día, salvo en Navidad. Si el sacerdote cobra dos o tres estipendios "deben enviarse al Fondo Común Diocesano con destino a la mutua ayuda sacerdotal". Tiene obligación también el sacerdote de anotar todos los encargos de misas recibidos y los ya satisfechos, en un libro especial donde debe apuntar lo que ha cobrado por estos oficios.
En esta reedición de normas, el Obispado de Ourense dedica un apartado especial al Bautismo. Recuerdan a los sacerdotes que los padres que quieran bautizar a sus hijos deben hacer ejercicios preparatorios. Que los padrinos han de ser católicos.
En casos de parejas católicas pero divorciadas o casados civilmente, antes de bautizar al menor, el sacerdote "debe estar bien persuadido" de que el niño va a ser educado en la fe".
No le niegan el bautismo ni al hijo de los ateos, "pero las garantías de que el niño va a ser educado en la fe tienen que ser tales que no ofrezcan niguna duda", afirma el Obispado.