La diócesis de Lugo se felicita por la curación de Teresa Romero "No podemos reaccionar sólo cuando nos sentimos en peligro nosotros mismos"

«No podemos reaccionar sólo cuando nos sentimos en peligro nosotros mismos, ni escudarnos en la lejanía de los afectados para no ocuparnos de ellos». Esta es una de las reflexiones que contiene el comunicado de la Diócesis de Lugo, en el que se expresa su «sincera alegría» por la recuperación de Teresa Romero y añade que la auxiliar de enfermería ha demostrado que «este problema no es ajeno a nadie». Durante su descanso en Lugo, Romero ha querido visitar el santuario de O Cebreiro.

Desde la institución lucense se ha querido recordar, del mismo modo, la encomiable labor que realiza la Iglesia a través de Cáritas en la lucha contra el ébola, tanto de la propagación del virus como en el ciudado de los enfermos infectados, en los numerosos países afectados. Un gesto que no entiende de fronteras y que es fruto de «una fraternidad imprescindible».

En las últimas jornadas, Cáritas ha anunciado una nueva aportación económica a Liberia, para apoyar los programas sanitarios de control de la propagación del virus, acompañar a los enfermos y facilitar alimentos y artículos de primera necesidad.

El comunicado diocesano concluye enviando su «afecto y oración» a todos los afectados, así como a los sanitarios, voluntarios, institutos religiosos y asociaciones que se esfuerzan en socorrer a los más necesitados y enfermos.

Esta es la nota de la diócesis:


La diócesis de Lugo felicita a Teresa Romero

La Diócesis de Lugo quiere expresar su alegría sincera por la curación de Teresa Romero, originaria de una de nuestras parroquias, en la que sigue teniendo fuertes vínculos familiares. Con ella, también nosotros damos gracias a Dios por su recuperación y la seguiremos teniendo presente en nuestras oraciones.

Asimismo, queremos manifestar la importancia de seguir apoyando a todos los que necesitan nuestra ayuda en los países azotados por la epidemia del ébola. Allí la falta de recursos y la ausencia de suficientes infraestructuras sanitarias hacen muy difícil, sino imposible, atajar esta enfermedad que se está cobrando miles de vidas.

No podemos reaccionar sólo cuando nos sentimos en peligro nosotros mismos, ni escudarnos en la lejanía de los afectados para no ocuparnos de ellos. Teresa nos ha recordado que éste no es un problema ajeno a nadie ni, en realidad, tampoco todos aquellos que afectan al destino de nuestros hermanos.

El gesto de nuestra Iglesia, a través de Cáritas Española, con una nueva aportación económica a Liberia, para apoyar los programas sanitarios de control de la propagación del virus, acompañar a los enfermos y facilitar alimentos y artículos de primera necesidad (que se suma a la ya enviada a las Cáritas de Sierra Leona y Guinea Conakry), es expresión de una fraternidad imprescindible, que supera fronteras.

Enviamos nuestro afecto y oración a todos los afectados, así como a los sanitarios, voluntarios, institutos religiosos y asociaciones que no están escatimando esfuerzos para socorrer a nuestros hermanos más necesitados y enfermos.

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