Ciego en Granada

"Promovetur-removetur". Un año después, parece que al fin se comenzará a hacer justicia con las víctimas. Aunque algunos lo quieran vestir de ascenso, la "patada hacia arriba", esta vez, es inmensa. Que se confirme, y entonces podremos contar algunas -muchas- cosas más. Y volver a saludar la valentía y libertad de este Papa. A quien muchos querrían ver lejos, si no muerto. O, como diría el bellísimo proverbio: "Dale limosna, mujer, pues no hay en la vida nada, como la pena de ser ciego en Granada".
Volver arriba