Mendoza, Rouco, Cañizares, Martínez, Reig... deben una explicación

Al final, ha sucedido lo que muchos nos temíamos. De tanto tirar de la manta, todos se han quedado con los pies en el aire. Alguno, incluso, hasta con el culo, de tanto dinero como ha recibido. ¿Es legítimo desde un punto de vista moral hacerlo? ¿Qué se buscaba? ¿Se ha conseguido lo que se pretendía? Se lo preguntaría al señor Mendoza, pero desde el anuncio de la marcha de Reig no ha querido contestar al teléfono. Quien calla...

Parece más que evidente, porque tanto las fuentes de La Verdad (la propia Ucam) como de La Opinión de Murcia (que se ubican en Granada, muy cerca del Arzobispado) así lo cuentan, que hubo entregas de donativos, de distinta y generosa cuantía, a diversos órganos, tanto en España como en la Santa Sede. ¿Con qué objeto? El señor Mendoza bien haría en salir a la luz pública a desmentir -si puede- las acusaciones de "comprar" voluntades, tanto entre el Episcopado español como en Roma. Y, por supuesto, los receptores de dichos óbolos -al menos los que aparecen en el listado facilitado a La Verdad por la Ucam-, deberían explicar por qué y para qué se dieron.

Y es que, una vez levantada la veda, no vendría nada mal contar la verdad de las cosas. Toda la verdad. Y exigir responsabilidades, a todos: al laico poderoso, a los obispos diocesanos -también al adminitrador-, a los prelados que aceptaron cuantiosos donativos, a los organismos supradiocesanos y romanos que, después de recibirlos, premiaron a su donante con títulos y avales... y, también, diferenciar el grano de la paja. Porque ha habido donativos a Manos Unidos, congregaciones religiosas, misiones... que no deberían entrar en la desgraciada partida que unos y otros han decidido jugar en Cartagena-Murcia.

Señor Mendoza: debe usted una explicación. Aquí tiene espacio para darla, aunque me temo que no se atreverá. Cardenal Rouco: ¿a qué se dedicaron los 54.000 euros donados por la Ucam?Monseñor Cañizares: ¿de verdad le sufragaron un coche tan caro? Monseñor Martínez: ¿qué se está haciendo desde su diócesis, una de las más "beneficiadas" por las dádivas de la Ucam?Don Juan Antonio... ¿por qué tolera que, en su nombre, se juegue a morir matando?

Desgraciadamente, me temo que todas estas preguntas -y las que vendrán, por elevación, cuando se siga tirando de la manta-, quedarán sin respuesta. Para mayor vergüenza de los cristianos. Y ya no sólo de los de Murcia...

baronrampante@hotmail.es
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