Reig celebra misa en la Ucam... sin Mendoza

No nos llevemos a engaños: el hecho de que el obispo de Cartagena-Murcia, Juan Antonio Reig, haya acordado no presentar recurso sobre los estatutos de la Ucam ante la Región de Murcia no quiere decir, ni más ni menos, que la dura diatriba entre ambas instituciones -Fundación y Obispado- o, lo que es más real, entre dos personajes -Reig y Mendoza- se ha trasladado al ámbito puramente eclesiástico. Pero de tregua, nada de nada. Es más, ya ni siquiera se preocupan de cuidar las formas. Porque lo que ayer, día de San Antonio de Padua -patrón de la Ucam- pasó en Murcia, fue de traca.

Como ha hecho todos los años, el prelado acudió a celebrar la festividad de San Antoino a la iglesia de los Jerónimos, centro neurálgico de la Ucam, y a presidir la confirmación de varios jóvenes universtarios. De modo insólito -aunque conociendo los antecedentes ya nos parece de lo más normal-, José Luis Mendoza le dio plantón. La recepción corrió a cargo del capellán de la Ucam, y ningún otro cargo más apareció por allí. Mendoza ni siquiera acudió a la Eucaristía. Es más: al tener conocimiento de la intención de Reig de presentarse en la Universidad, se suspendieron todos los actos tradicionales de homenaje al patrón de la Universidad, antaño considerado festivo.

El obispo, por otro lado, tampoco se mostró especialmente conciliador. En campo enemigo, Reig aprovechó la homilía para lanzar mensajes, encubiertos y diáfanos, a propósito de su enfrentamiento con Mendoza. Reig Plà, nos cuenta La Opinión de Murcia, quiso "tranquilizar a padres y profesores" y les explicó que con su actuación trata "de garantizar la seguridad jurídica de la universidad", así como "garantizar que se cumplen las finalidades con las que fue creada esta universidad".

El discurso del obispo sorprendió a los pocos asistentes a la celebración (apenas había unas cuarenta personas, todas familiares de los estudiantes que se confirmaban) por su claridad. En el altar del templo del monasterio de los Jerónimos, Reig explicó que "el obispo tiene que garantizar que la verdad esté presente en todo lo que se haga en la Universidad, y tiene que garantizar su catolicidad". Más claro imposible.

Pero de todas sus declaraciones, la que fue más clara y directa fue iba dirigida, por supuesto de forma velada e indirecta, al propio Medonza. En el transcurso de su intervención, el prelado murciano afirmó: "Hay que seguir la verdad, porque quien la sigue recibe como regalo de Dios la libertad. Quien no sigue la verdad tiene que esconderse". Esta última frase fue interpretada de manera clara como una llamada de atención a José Luis Mendoza por no acudir al acto.

Sus palabras estuvieron también centradas en resaltar la figura de San Antonio de Padua, patrón de la Ucam. Insistió en que era un día de fiesta, algo que chocaba frontalmente con el ambiente que se vivía en el centro universitario. Todos los años en el campus de los Jerónimos este es un día de ir y venir de autoridades religiosas y civiles que acuden a celebrar al patrón. Sin embargo ayer no se hizo nada y lo único que no se ha podido evitar es la celebración de la Eucaristía de confirmación que el obispo ha insistido en presidir él mismo.

En suma: continúa el lamentable espectáculo en la diócesis de Murcia, que enrojece a detractores y partidarios de Reig y Mendoza. Tenga quien tenga la razón, ambos la han perdido con sus salidas de pata de banco. Y, repetimos: quien está perdiendo es la Iglesia. Más les valdría a aquellos que se rasgan las vestiduras por otras cuestiones, sin duda más peregrinas, dejar sus silencios cómplices y sus ausencias y ponerse manos a la obra para acabar, de una vez por todas, con una polémica que está destrozando los cimientos de los cristianos de Murcia, que viajan a la deriva, atacados por quienes debieran ser sus guardianes.

baronrampante@hotmail.es
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