La Santa Sede restablecerá relaciones con China

Hay muchos problemas sobre la mesa, políticos y religiosos. Las relaciones con China, rotas desde 1951, cuentan con otro espectador en el diálogo: Taiwán, a quien la China continental no reconoce y que sí ha puesto de su mano para que la Santa Sede pueda entrar en el gigante asiático. La cuestión de la Iglesia oficial y la "clandestina" escuece, y mucho, en Roma, aunque desde hace años todos los obispos, sean de una u otra rama, rinden pleitesía al Papa. Y Benedicto XVI entiende a los católicos "oficiales", pues la realidad de los católicos en China, desgraciadamente, todavía es muy convulsa.
En la citada Comisión, según informa Radio Vaticana, forman parte los Superiores de los Dicasterios de la Curia Romana, competentes en la materia, y algunos representantes del episcopado chino y de congregaciones religiosas.
En la primera reunión plenaria, desarrollada en los días 10 al 12 de marzo de 2008, se habló sobre la Carta que el Santo Padre Benedicto XVI había dirigido a los católicos chinos el 27 de mayo de 2007. Durante los trabajos se examinó la acogida, que había sido reservada al mismo Documento pontificio en el interior y en el exterior de China. También se reflexionó sobre los principios teológicos que inspiraron la Carta, con la finalidad de acoger las perspectivas que de ellos nacen para la comunidad católica en China.
"En la próxima reunión plenaria se examinarán algunos aspectos de la vida de la Iglesia en China a la luz de la misma Carta. En particular se reflexionará sobre cuestiones actuales importantes", afirma Radio Vaticana. Una de ellas, la más relevante, es dicha propuesta: la Santa Sede quiere restablecer relaciones con China, y Pekín parece más predispuesto que nunca a dar algo más de libertad a los católicos fieles a Roma. Ojalá sea así.
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