En una celda franciscana (crónicas desde Murcia)


No es un secreto mi admiración por el santo de Asís, el hombre que más se pareció a Cristo. Tal vez por ello, ésta es una noche especial. Escribo estas líneas desde una humilde, aunque cómoda, celda franciscana. En Murcia, donde esta tarde (ya ayer) he tenido la oportunidad de presentar, vía conferencia, mi novela "Cisma" (Ediciones B). Donde, por cierto, me encuentro muy a gusto. Casi como en casa. Ha sido un día duro, intenso, con muchísimos encuentros (con favorables a Reig, con Mendoza, con laicos de a pie, con viejos y nuevos amigos...) que no han hecho sino confirmarme en la idea que, sobre el asunto de la Ucam, he tenido desde hace tiempo. Que el espectáculo que se está dando en Murcia es lamentable, y dejará cicatrices. El final, al menos en su fase romana, está a punto de desvelarse. Pero mucho me temo que el daño causado a los católicos murcianos será muy difícil de resolver. Que a todos los católicos de Murcia no se les va a poder "promover" o "recolocar". Que esa no debería ser la tesis. Pero bueno... Como decía antes, éste es un breve post, dirigido a agradecer infinitamente -espero que no lo lean antes de que desayunemos juntos- la acogida a los hermanos del convento franciscano de Murcia. En especial a Miguel Ángel, quien me abrió las puertas de su casa y del Instituto Teológico de Murcia. A todos aquellos con los que pudimos compartir experiencias de ecumenismo y, también, la experiencia literaria de "Cisma". Encuentros como el de ayer tarde te animan a seguir adelante. Y no sólo por el éxito de audiencia, o los ejemplares firmados (que también). Fundamentalmente, por el coraje, y la esperanza, de tantos creyentes... para los que el Evangelio y la búsqueda de la verdad, y de la justicia, va más allá de un conflicto por la titularidad de una Universidad, o una lucha de poder entre un obispo y un laico. Me ahorro nombres para no dar que hablar, pero muchas gracias a todos. Por cargarme las pilas.

baronrampante@hotmail.es
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