Presionados por sus fieles, y por los medios de comunicación, los obispos alemanes han tomado una decisión que les honra: deshacerse de sus acciones -y de una importante cantidad de ingresos- en el Weltbild Publishing Group, una de las empresas editoras más importantes del país teutón. ¿La razón? Que en su catálogo se encontraban, desde hace años, algunas publicaciones con alto contenido pornográfico, satanismo y brujería. "No podemos ganar dinero durante la semana con aquello contra lo que predicamos los domingos", ha dicho el arzobispo de Colonia, Joachim Meisner.

Se trata de una decisión tardía, que probablemente no se hubiera dado sin la denuncia de un grupo de laicos y el impacto de los medios de comunicación. Pero más vale tarde que nunca. La coherencia es una virtud que se debe exigir a todos, pero especialmente a los que ostentan alguna responsabilidad, y más en el campo de la ética. Tal vez otros, en otros ámbitos, en otros países, deberían preguntarse qué hacen poniendo la mano por detrás en empresas que después critican. Y siguen estando en consejos de administración de otras a las que vilipendian... Y.... en fin. Que bienvenida la coherencia de los obispos alemanes.

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