"Las creencias son de los individuos, no de las instituciones"

En un interesante artículo publicado en La Nueva España, Javier Morán nos desvela unas claves sobre la futura Ley de Libertad Religosa, que coinciden punto por punto por lo anunciado desde esta bitácora desde hace meses. El reportaje del compañero Morán añade, entre otras muchas cuestiones, el personaje que hay detrás de estas decisiones. Ni más ni menos que José María Contreras, director General de Relaciones con las Confesiones Religiosas y artífice de la que se prevé como una ley que evitará muchos problemas en el futuro y, bien gestionada, añadirá cotas de igualdad y libertad religiosa a un país que, ya de por sí, tiene una de las legislaciones más avanzadas en esta materia. Cuenta Contreras, y dice bien, que "las creencias son de los individuos, no de las instituciones". Otra cosa es que, desdse las instituciones estatales, se respete y promueva el ejercicio real, y público, de esas creencias.

En la conversación con Javier Morán, Contreras, salió a la palestra las siempre polémicas cuestiones referentes a los funerales de Estado o la retirada de crucifijos en las tomas de posesiones de cargos públicos. En este punto, el director general fue igual de claro que, esta misma semana, lo había sido el ministro Caamaño: "Las instituciones públicas son espacios de neutralidad y no se puede obligar a una institución a que crea en algo; en tal caso, ¿en qué idea habría de creer? ¿En ésta, en la otra, en todas a la vez...? ¿Tendría que exhibir entonces esa institución todos los símbolos religiosos para contentar a todos?".

La idea de «mayor neutralidad» de las instituciones del Estado fue expuesta el pasado miércoles por el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, durante la presentación de la memoria de 2008 de la Fundación Pluralismo y Convivencia, dependiente de su Ministerio y dedicada a la investigación sobre libertad y pluralidad religiosa, así como al apoyo económico de actividades culturales, educativas y sociales de comunidades e iglesias minoritarias. Contreras, encargado de la reforma en marcha de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa (1980), señaló, asimismo, que «eso sí, a nadie se le puede impedir acceder con sus símbolos religiosos a un lugar público, por muy neutral que éste sea». Ello supone que la citada reforma incidirá en que «las confesiones se puedan manifestar en la calle y en los espacios públicos». Esto atañe tanto «a las procesiones católicas como a que una confesión pueda repartir Biblias en la calle; el único límite es el orden público».

El contenido de la reforma, «cuyo texto estará listo a finales de este año o a comienzos de 2010» -tal y como anunciamos desde esta página hace meses-, está siendo consultado «con las confesiones y con los propios poderes públicos», explicó Contreras, quien pretende «buscar equilibrio sin rigidez, ya que no podemos decirle al alcalde de Sevilla, por ejemplo, que no acuda a la Semana Santa; le crearíamos un problema».

En cuanto a los funerales de Estado, el director general es partidario de «restringirlos, tal vez a presidentes del Gobierno y a la Monarquía; los demás deben promoverse en el ámbito privado». Por ello elogió Contreras el memorial celebrado el miércoles en París por las víctimas del vuelo AF447. «No fue un funeral de Estado, sino un acto ecuménico organizado por iniciativa de Air France, y se celebró en Notre-Dame, símbolo de la Iglesia católica en Francia, que cedió el templo; nadie ha hecho problema de ello». Sin embargo, sobre los funerales de Estado y el crucifijo en las tomas de posesión «no existe normativa particular», por lo cual «no podemos tenerlo ahora encima de la mesa, salvo que nos refiramos a ello como cuestión, no de derecho, sino de hecho», precisa Contreras.

Volver arriba