A rey muerto, rey puesto. Aunque, en este caso, lo urgente no fuera la sucesión, sino la marcha del obispo. La maniobra para "promover" a Juan Antonio Reig Plá a la diócesis de Alcalá supone, como es lógico, el nombramiento de nuevo prelado para sede cartaginense. Que habrá de lidiar, claro está, con la fortísima discusión en el interior de la diócesis, así como encontrar nuevas soluciones al problema de la Ucam y José Luis Mendoza. Del que hablaremos, largo y tendido, en otra ocasión. Hoy interesa poner sobre la mesa los nombres de los posibles candidatos a Obispo de Cartagena.

Ya les aviso que su designación todavía tardará algo de tiempo. Incluso que, cuando Reig se marche a Alcalá, quede como administrador apostólico uno de los candidatos. Me refiero al obispo de Orihuela-Alicante, Rafael Palmero, quien tan buena labor ha realizado en la diócesis vecina, y anteriormente en Palencia. Murcia sería un buen premio para un obispo que no seguiría precisamente las sendas de sus antecesores Ureña y Reig.

Junto a Palmero, otros tres nombres comienzan a sonar en los ambientes murcianos y madrileños. El que más me ha sorprendido ha sido el de José Sánchez. El obispo de Sigüenza-Guadalajara cumplirá en breve 75 años, y sería vestir un santo para desvestir dos en pocos meses. Además, su estilo de pontificado chocaría de inmediato con los sectores más reaccionarios de la diócesis. Pero como se escucha, lo digo.

Empero, los dos candidatos con más posibilidades, en mi opinión, están muy cerca de Añastro, y de Bailén. El primero, el actual obispo auxiliar de Madrid y portavoz episcopal, Juan Antonio Martínez Camino. Su eventual nombramiento podría elevar al orden episcopal a Jesús Higueras, magnífico sacerdote y mejor persona, que a buen seguro será la mano derecha del cardenal de Madrid de cara a la Jornada Mundial de la Juventud de 2011. El único pero de esta opción es que, previsiblemente, Camino habría de abandonar la portavocía de la Casa de la Iglesia. ¿Un buen momento para Jesús Sanz o para Raúl Berzosa? Lo dudo.

El último nombre de los que suenan es el que me merece mayor credibilidad. El único pero es que tal vez se le noten demasiado las ganas, y que su figura ha estado en mitad del conflicto con la Ucam (que, ya les digo, no ha terminado todavía): Silverio Nieto, actual director del Servicio Jurídico de la Conferencia Episcopal.

Estos son los nombres que van llegando. Y así como llegan, se los cuento. Aunque todavía queda tiempo para "quinielas".

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