El
Arzobispado de Barcelona, una vez concluida su investigación, ha dictaminado, en consonancia con la Congregación para la Doctrina de la Fe, que el pare
Manel Pousa "
no ha incurrido en esa censura latae sententiae, y reitera a Mn. Pousa que el trabajo que hace al servicio de los más pobres y marginados de la sociedad lo realice siempre de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia, con su doctrina social y respetando toda vida humana desde su concepción hasta la muerte natural". No hay excomunión para el pare Manel.
Pousa no es un cura que pague abortos ni que defienda el aborto frente a la protección de la vida. Simplemente, y ante la decisión inapelable de una mujer de abortar sin seguridades, y después de haber tratado de convencerla de lo contrario, la acompañó y trató de llevar a cabo un "mal menor". Y no hay más cáscaras. Los que quieran -que lo harán- seguir buscando tres pies al gato, que lo hagan.
Seguirán dando patadas al Evangelio de la misericordia y del Hijo de Dios que murió por todos. También por los niños abortados. También por la mujer que aborta.
También por aquél que, tras intentarlo todo, no deja a la persona abandonada a su suerte. Y aquí no se está cuestionando el derecho a la vida. Se está yendo más allá. Y quien quiera oir, que oiga.
baronrampante@hotmail.es