Pues va a ser que el Papa sí está con Sistach


O al menos así se deduce tras leer el Boletín Oficial del Vaticano de hoy, en el que Benedicto XVI renueva al cardenal de Barcelona como miembro del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, puesto para el que fue designado por Juan Pablo II en diciembre de 2002. Junto a él, designa, entre otros, a los cardenales Re, Dias, Gracias, Sandri o Levada. Casi nada. Una muestra más de que el actual Pontífice reconoce en Lluís Martínez Sistach a uno de los mayores expertos en justicia eclesiástica de la Iglesia. De hecho, fue Benedicto XVI quien en 2006 le designó miembro del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica.

No es un puesto baladí, ni un Pontificio Consejo de "tercera". Antes bien, y como explicaba hace pocas fechas su presidente, Francesco Coccopalmerio, no sólo se ocupa de la interpretación del Código de Derecho Canónico ni de las leyes de la Iglesia. Así, este dicasterio «ayuda al legislador supremo, esto es, al Papa, a mantener constantemente la legislación en la Iglesia lo más completa y actualizada posible»; «le ayuda igualmente a vigilar la correcta aplicación de las leyes vigentes»; finalmente -como se ha dicho--, «ayuda al Papa en la delicada actividad de la interpretación de las normas».

Por su parte, el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica es el máximo órgano decisorio de la Iglesia católica -aparte del Papa, evidentemente-. Como tal, se encarga de dirimir las causas de nulidad, los recursos a la Rota Romana y los conflictos competenciales. Para poner un ejemplo concreto: este tribunal se ha encargado de la resolución del conflicto por los bienes de la Franja entre las diócesis de Barbastro y Lérida.

Sin hacer sangre: resulta complicado entender a quienes acusan a Sistach de saltarse la legislación eclesiástica. También a los que amenazaron, hace pocas fechas, al cardenal de Barcelona, asegurando que habían llevado su caso al propio Papa. Pues bien: o no ha sido así, o el Papa tiene un criterio distinto al de aquellos que, de tanto hablar de ortodoxia en la Iglesia, acaban por no creer en la misma cuando no les conviene. El cardenal de Barcelona ha hecho lo que tenía que hacer, y lo ha contado. Si quieren tirar más del hilo, adelante. Pero no será con la complacencia del Sucesor de Pedro.

baronrampante@hotmail.es
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