Dios hoy



Teología del Caos

La expresión Teología del Caos puede parecer una expresión en verdad caótica, demasiado incongruente o poco respetable en el mundo de la ciencia y/o de la teología. Sin embargo, es una de las teologías más antiguas o tradicionales -aunque no se haya denominado con esta expresión- que vuelve a colocarse en el tapetecientífico-teológicomore


Y en la filosofía denominada presocrática (con frecuencia un individuo como Sócrates es la frontera que va a separar dos sociedades crónicas y/o geopolíticas) encontramos si queremos buscar, a dos equipos científico-teológicos enfrentados:

los que defienden que el azar (el dado en árabe, recordémoslo una vez más)es el padre del cosmos, el padre de las rosas, de las estrellas, de los ruiseñores, de los Stephen Hawking, de los Einstein y de los Bach y de los que defienden que alguien planeó, planificó, ideó un Universo con estrellas, con lirios, incluso con seres humanos capaces de idear, planear, planificar y construir la catedral de Burgos, las meninas de Velázquez, los poemas de Juan de Yepes o El Azar y la Necesidad de Jacques.

Un científico francés anterior y antecesor de Jacques Monod, después de terminar un capítulo en el que intentaba probar que todo, incluyendo las hormigas y los gladiolos, era fruto del azar, se sentó a cenar con una cofrade del "pueblo liso y llano")"Oye, ma cherie", le preguntó este abogado del dado del Universo, ¿"tú crees que si la lechuga, el tomate, los espárragos, el aceite, el vinagre, la sal se hubiesen sentado por azar, podríamos tener una ensalada como esta? "Pa si bonne", contestó inmediatamente esta esposa gala "tan buena, ¡ni hablar!".

El viejo juego de los equipos científico-teológicos del azar frenta a Dios como padre, diseñador y piloto de la nave del Universo vuelve a replantearse de nuevo desde nuevas premisas científicas. Einstein acuño la frase de que "Dios no juega a los dados".

Al introducirse el concepto de dado por azar, hemos terminado planteándonos quién juega a los dados. A partir de Marx, Plank comienza el mundo de la física a parecerse cada vez más a un mundo de incertidumbre, en el que las leyes no son tan exastas e inamovibles como se creía. El mundo de los átomos se parece cada vez más al mundo de la metereología en el que no se sabe muy bien si hará buen o mal tiempo.

El mundo físico deja de ser un reloj de precisión suiza para convertirse cada vez más a la historia de los hombres, en la que, cuando menos se espera, cae el muro de Berlín, desaparece la URSS, Gorbachov monta un despacho con la Dama de Hierro y con Reagan, el Sha pierde su trono tan bien amarrado y asegurado por la Cía y el Pentágono, o Bush se desmaya en una gira por Japón en la que desempeña el papel de pordiosero: "unos puestos de trabajo por el amor de Dios.

Es curioso que cuando Marx quiere hacer de la historia humana un mundo de leyes rígidas, precisas e ineludibles que ha descubierto pero que no las ha inventado -el materialismo histórico hoy bautizado como materialismo cultural por su discípulo y rival Marvin Harris que, como todo discípulo, quiere ganar la partida al maestro-, cuando Marx quiere convertir la historia en algo rígido, serio, preciso como en el mundo físico, llegan los Plank y los Prigoguin y nos dicen que el mundo de la física es tan i mpreciso e imprevisible como el de la historia humana.

Ver:José Antonio Jáuregui, Dios hoy
Ediciones NOBEL
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