Misa de la Tierra sin males



Acto penitencial

Solo

_ Mi tiempo era el Día y la Noche,
el Sol y la Luna´
las Lluvias y los Vientos generales
mi Tiempo era el Tiempo, sin horas.

Blancos

_Y nosotros te amarramos
al tiempo del reloj,
a nuestro loco tiempo
de prisas e intereses,
al tiempo-competencia.

Reflexión

El reconocimiento de la Iglesia como "particular",como "local"
tiene sus exigencias prácticas, en la pastoral, en la liturgia,
en el dercho, en la vida. Tiene sus riesgos, claro. Y tienes
sus "contestaciones" teóricas y prácticas.

Huelga decir que creo en el Papa, como Piedra visible de la
colegialidad apostólica y de la comunidad eclesial. Como án-
gulo ministerial de la comunión de Fe, como aquel que debe pre-
sidir, humildemente, en la caridad, a todo el Pueblo cristiano
y a sus pastores.

No creo, sin embargo, en el Vaticano como Estado, como poderío,
como burocracia. Me molesta, pienso que embaraza el paso de la
Iglesia de Jesús, deseo que se acabe. Lamento y rechazo los tí-
tulos y privilegios y prebendas de obispos y curas y religiosos.

La carga de la historia podrá explicar todo lo que se quiera,
pero no lo justifica. Creo que el Evangelio va por otros rumbos. Dicho sea con tanto respeto como libertad.

Si no pienso hacer la visita "ad limina" es porque me costaría
muchos cruceiros en viajes y capisayos, y encontraría interfe-
rencias de antesalas que no puedo reconocer como "eclesiales".
Lo que yo quisiera es encontrarme más sencilla y llanamente, y
hablar de hermano a hermano, con Pedro, el obispo de Roma, esa,
como he dicho, Piedra y ángulo ministerial de la comunión de
todo el Pueblo y sus Pastores.
Pedro Casaldáliga, obispo


CREO EN EL HOMBRE

Creo en el hombre. Creo
que no hay futuro de paz que no haya de escribirse
como el poema común de todos los que se saben
necesitados de otro para llegar a sí mismos.

Creo en el hombre, forjador de palabras de luz
que descorren espléndidos amaneceres
en las más aciagas noches de la historia;
dueño de encerrar en fórmulas de servicio a la vida
las fuerzas más desatadas
y las leyes más enigmáticas
del cosmos.

Creo en la criatura cuya más alta vocación
es decir "sí" a la voluntad del Creador,
uniedo así su destino temporal al destino eterno
de Aquel que, desde el principio y para siempre,
dijo sí al hombre...
creyó clamorosamente en el hombre.

Creo en el hombre, campo de siembra del Espíritu,
carne histórica de Dios.
(Antonio López Baeza)
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¿Es la curia o es la calle
donde gana la misión?
Si dejáis que el Viento calle
¿qué oiréis en la oración?

Si no oís la voz del Viento
¿qué palabra llevaréis?
¿Qué daréis por sacramento
si no os dais en lo que deis?

Si cedéis ante el Imperio
la Esperanza y la Verdad
¿quién proclamará el misterio
de la entera Libertad?

Si el Señor es Pan y Vino
y el Camino por do andáis,
si al andar se hace camino
¿qué camino esperáis?

(Desde la Amazonia brasileña,
en tiempos de probación
y de invencible esperanza criolla)
Pedro Casaldáliga
Me llamarán subversivo
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