Nueva teología política europea (curso)
Capítulo cuarto
Nuevo lenguaje para una nueva teología
Lenguaje del humanismo político
(continuación)
De lo dicho el último martes deducismo que es grande la tensión entre trascendencia e inmanencia, este mundo y el otro mundo, a que está sometido el que se acerca a la Palabra de Dios. El mismo reino anunciado por Jesús aparece tensionado, es de acá y de allá al mismo tiempo, pero no hemos sabido integrarle equilibradamente en la teología, en la predicación y la espiritualidad.
Hemos optado por el más allá y hemos abandonado a su suerte al mundo presente. Incluso hemos creado una confrontación entre dos mundos y, al mismo tiempo, una confrontación de lenguajes. Da la impresión de que, para participar en la historia del mundo y de su transformación, hemos de alejarnos del lenguaje de la teología.
Esto ha creado una gran contradicción: la de ser fieles a la vocación de ser creadores de la historia, por un lado, y por otro, pertenecer a una esfera metahistórica. La teología política y la de la liberación han optado por un lenguaje político secular y liberador para el anuncio del mensaje cristiano hoy.
Lo que ha llevado a Rubem Alves a pensar que cuando Nietzsche hablaba de la muerte de Dios, anunciaba el fin del lenguaje teológico con un entusiasmo liberador.
Cree que lo que Nietzsche está denunciando es que el lenguaje cristiano de la trascendencia niega el cuerpo, los sentidos, la libertad y la creatividad. De manera que la gloria de Dios no es ya el vivens homo, sino el sufrimiento y la aniquilación del hombre .
Feuerbach acusa también al lenguaje de la teología, que para afirmar a Dios tiene que negar al hombre, en los siguientes términos: El empobrecimiento real del mundo y el enriquecimiento de Dios es la misma cosa. Sólo el hombre pobre tiene un Dios rico...Dios es la compensación de la pobreza de la vida... Él es para la religión el sustituto del mundo perdido.
La tesis de Feuerbach puede resumirse en esta frase suya: "Yo niego a Dios, es decir, yo niego la negación del hombre".
No obstante, las diferencias entre Nietzsche y Feuerbach son grandes. Para el primero Dios es la causa del sufrimiento del hombre, para Feuerbach, en cambio, es la compensación del sufrimiento humano.
El humanismo político que es incompatible con todo lo negativo de la historia, entra también en conflicto con el lenguaje teológico trascendental.
Rubem Alves se sitúa en línea con la nouvelle théologie francesa, que niega la trascendencia concebida como un dominio superior y separado del mundo, en el sentido del cristianismo no religioso de Bonhoeffer en Resistencia y sumisión.
Niega, pues, lo religioso constituido por lo que Nietzsche llamaba los traseros mundos, es decir, el mundo del más allá, el cielo y el interior del alma donde el hombre religioso busca refugio ante las dificultades de la vida presente y sólo se preocupa de su alma o de su salvación en el más allá.
Se rechaza categóricamente esta actitud religiosa, porque la fe obliga al hombre a tener los dos pies en la tierra y a buscar a Dios no fuera sino en el corazón mismo de la realidad del mundo.
Bibliografía
R. Alves, Cristianismo ¿opio o liberación? Sigueme, 1973; F. Nietzsche, La gaya ciencia,Madrid 1999; Id., Así habló Zaratustra, Madrid 1980.
L. Feuerbach The essence of christianity, New York 1957; J. Alfaro, De la cuestión del hombre a la cuestión de Dios, Sígueme 1989; M. Fraijó, Realidad de Dios y drama del hombre, Madrid 1985.
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Cristianismo y Secularidad
Manuel de Nueva Teología Política Europea
Ed. Tirant lo Blanch, Valencia 2007
Autor:Francisco Margallo Bazago
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www.porunmundomasjusto
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Mañana trataremos el tema "Iglesia:
libertad y democracia (C. Rouco).
Os espero con algún comentario,por
que la verdad hay que buscarla en-
tre todos, para poder encontrarla.
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Nuevo lenguaje para una nueva teología
Lenguaje del humanismo político
(continuación)
De lo dicho el último martes deducismo que es grande la tensión entre trascendencia e inmanencia, este mundo y el otro mundo, a que está sometido el que se acerca a la Palabra de Dios. El mismo reino anunciado por Jesús aparece tensionado, es de acá y de allá al mismo tiempo, pero no hemos sabido integrarle equilibradamente en la teología, en la predicación y la espiritualidad.
Hemos optado por el más allá y hemos abandonado a su suerte al mundo presente. Incluso hemos creado una confrontación entre dos mundos y, al mismo tiempo, una confrontación de lenguajes. Da la impresión de que, para participar en la historia del mundo y de su transformación, hemos de alejarnos del lenguaje de la teología.
Esto ha creado una gran contradicción: la de ser fieles a la vocación de ser creadores de la historia, por un lado, y por otro, pertenecer a una esfera metahistórica. La teología política y la de la liberación han optado por un lenguaje político secular y liberador para el anuncio del mensaje cristiano hoy.
Lo que ha llevado a Rubem Alves a pensar que cuando Nietzsche hablaba de la muerte de Dios, anunciaba el fin del lenguaje teológico con un entusiasmo liberador.
Cree que lo que Nietzsche está denunciando es que el lenguaje cristiano de la trascendencia niega el cuerpo, los sentidos, la libertad y la creatividad. De manera que la gloria de Dios no es ya el vivens homo, sino el sufrimiento y la aniquilación del hombre .
Feuerbach acusa también al lenguaje de la teología, que para afirmar a Dios tiene que negar al hombre, en los siguientes términos: El empobrecimiento real del mundo y el enriquecimiento de Dios es la misma cosa. Sólo el hombre pobre tiene un Dios rico...Dios es la compensación de la pobreza de la vida... Él es para la religión el sustituto del mundo perdido.
La tesis de Feuerbach puede resumirse en esta frase suya: "Yo niego a Dios, es decir, yo niego la negación del hombre".
No obstante, las diferencias entre Nietzsche y Feuerbach son grandes. Para el primero Dios es la causa del sufrimiento del hombre, para Feuerbach, en cambio, es la compensación del sufrimiento humano.
El humanismo político que es incompatible con todo lo negativo de la historia, entra también en conflicto con el lenguaje teológico trascendental.
Rubem Alves se sitúa en línea con la nouvelle théologie francesa, que niega la trascendencia concebida como un dominio superior y separado del mundo, en el sentido del cristianismo no religioso de Bonhoeffer en Resistencia y sumisión.
Niega, pues, lo religioso constituido por lo que Nietzsche llamaba los traseros mundos, es decir, el mundo del más allá, el cielo y el interior del alma donde el hombre religioso busca refugio ante las dificultades de la vida presente y sólo se preocupa de su alma o de su salvación en el más allá.
Se rechaza categóricamente esta actitud religiosa, porque la fe obliga al hombre a tener los dos pies en la tierra y a buscar a Dios no fuera sino en el corazón mismo de la realidad del mundo.
Bibliografía
R. Alves, Cristianismo ¿opio o liberación? Sigueme, 1973; F. Nietzsche, La gaya ciencia,Madrid 1999; Id., Así habló Zaratustra, Madrid 1980.
L. Feuerbach The essence of christianity, New York 1957; J. Alfaro, De la cuestión del hombre a la cuestión de Dios, Sígueme 1989; M. Fraijó, Realidad de Dios y drama del hombre, Madrid 1985.
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Cristianismo y Secularidad
Manuel de Nueva Teología Política Europea
Ed. Tirant lo Blanch, Valencia 2007
Autor:Francisco Margallo Bazago
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www.porunmundomasjusto
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Mañana trataremos el tema "Iglesia:
libertad y democracia (C. Rouco).
Os espero con algún comentario,por
que la verdad hay que buscarla en-
tre todos, para poder encontrarla.
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