Teología de I. Ellacuría

Capítulo Segundo
Teología política y praxis de liberación
Los pobres como lugar político
En muchos países de América Latina los pobres son tambíen un lugar político, es decir, no sólo son un lugar privilegiado de la presencia y acción tranformadora de Dios, sino que representan una fuerza importante en la lucha revolucionaria contra las estructuras injustas, para hacer una nueva sociedad.
Sin necesidad de elaborar aquí una teoría social, lo que Ellacuría pretende es constatar el hecho de que los pobres son los que más están contribuyendo al cambio de las estructuras sociales de la mayoría de los países latinoamericanos, cosa que no han hecho otras fuerzas sociales ni partidos políticos que pretendían sustituir al pueblo.
Si esta lucha ha de considerarse o no lucha de clases no le interesa en esta situación, entre otras razones, porque la lucha no ha sido motivada por consideraciones teórico-dogmáticas, sino por el fracaso de otras formas de resistencia y como respuesta efectiva a una violencia estructural y represiva que ha obligado a las clases populares a tomar su propia iniciativa.
Los pobres, que abarcan más de lo que se suele estimar como la clase estrictamente proletaria, son hoy un lugar político de revolución y se consideran una fuerza indispensable para la sustitución y reestructuración del sistema dominante. A esto han contribuido mucho los cristianos, por lo que se suele hablar de horizontalización y politización de la fe cristiana y, en sentido opuesto de teologización y clericalización de la revolución.
Esto, observa oportunamente Ellacuría, es ajeno a la realidad, en principio. Lo que la teología y pastoral de la liberación han intentado ha sido: historizar la salvación cristiana, tratando que sea operativa en los procesos históricos que vive el continente, y que la asuman todos los que desde la pobreza y la opresión tratan no de enriquecerse, sino de ser libres y de que haya justicia para todos. Asimismo la teología y pastoral liberadoras han tratado y siguen tratando que los movimientos revolucionarios se sientan impulsados y orientados por valores cristianos, lo que se constata muy positivamente. De modo que no son verdad las acusaciones de politización de la fe y de clericalización de la revolución.
Fenómenos de esta índole se han dado y se dan en todo el mundo desde tiempo inmemorial en beneficio casi siempre de las clases favorecidas y del orden social impuesto por ellas. Lo novedoso del caso latinoamericano es que la conjunción de fe e historia o fe y política está planteada desde y para los pobres, que han sido olvidados y sojuzgados permanentemente. A través de estos fenómenos se está dando una renovación de los pueblos en el continente y una profunda renovación en la Iglesia. Por lo que uno de los temas capitales del quehacer y de la reflexión teológica de nuestro tiempo consiste en buscar la unidad diferenciadora y potenciadora de los pobres como lugar político y teológico conjuntamente.
Lo entienden así ya los cristianos y lo están empezando a entender también los revolucionarios en América Latina. Esta unidad se da de hecho en la realidad, aunque la motivación y el horizonde pueda variar en unos y otros. Por lo que a los cristianos se refiere, la motivación está concebida desde la esperanza hacia un horizonte de reconciliación social dentro del proceso histórico de liberación: los pobres como lugar teológico y político nos sitúan en actitud conflictivo-dialéctica frente al poder opresivo, por causa de los pobres, entendida como causa del Reino, y por causa del Reino como causa de los pobres...
Bibliografía
I. Ellacuría, Conversión de la Iglesia al reino de Dios, 174-176
---www.porunmundomasjusto.com (M+J) Partido político nacido en España con aspiración mundial.
Pere Casaldáliga,
misionero claretiano en Brasil y firme defensor de los derechos
de los empobrecidos ha apoyado nuestro partido con un breve poema
muy esperanzador. Dice así:
"Nuestra hora"
Es tarde
pero es nuestra hora.
Es tarde
pero es todo el tiempo
que tenemos a mano
para hacer futuro.
Es tarde
pero somos nosotros
esta hora tardía.
Es tarde
pero es madrugada
si insistimos un poco.
Ramiro Viñuales
en el homenaje a Salvador Soler
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Virtudes públicas o laicas
en José Ortega y Gasset
http://Fmargallo.bubok.com
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