Zapatero descoloniza América

La V Cunbre de América Latina y la Unión Europea se inicia con el combate contra la pobreza y en favor de un desarrollo sostenible, ambas cosas muy relacionadas entre sí.

El mayor protagonismo en ella lo ha tenido el presidente del Gobierno español, con el que todos los presidentes latinoamericanos se han apresurado a sellar pactos. Sin duda han sabido valorar su actitud favorable al desarrollo de sus pueblos y un aval seguro para relacionarse con la Unión Europea.

Rodriguez Zapatero, a su vez, se ha ganado la confianza de los jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos, hasta con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que provocó un incidente con el rey Juan Carlos, ha hecho facilmente las paces. La seguridad se la da el saber que España es el páis de la UE que más ayuda presta a América Latina. He aquí un ejemplo.

En los próximos 4 años va a aportar 1500 millones de dólares, además de un Fondo para el Agua, al que se destinan 1500 millones de euros para estructuras de abastecimiento. Han acordado asimismo un proyecto de alfabetización y un acuerdo con México para erradicar la malaria del Continente.

Con todos estos gestos tangibles el presidente del Gobierno español, que hila fino, está reparando el agravio de la colonización por parte de España. El llamado Descubrimiento de América lo interpreta el obispo Pedro Casaldáliga como "un choque de culturas y pueblos, fue una codicia, una invasión, una conquista".

Dije al pricipio que la pobreza y el desarrollo sostenible están muy relacionados, porque la Amazonía, la selva virgen más grande de la Tierra con seis millones de km2, considerada el pulmón verde del planeta, se está aruinando por las necesidades de los paseiros, los campesinos sin tierra que huyen con sus familias famélicas de los
Estados del Noroeste de Brasil.

Los poseiros queman la selva para sembrar en sus márgenes los cultivos que les sirven de alimento. Según el Instituto para Exploración del Espacio con sede en Sao Paulo, en 1999 se destruyeron 16.838 km2 de selva amazónica, como la mitad del territorio de Bélgica. Pero a pesar de considerarse la Amazonía el pulmón del pleneta, ningún organismo extrajero puede intervenir porque Brasil se considera un país soberano. Esto debería revisarse previa revisión de la injusticia social que lo provoca.

"Améríca Latina puede darle a Europa mucha ecología, mucha naturaleza, mucha gratuidad, mucha alegría, mucho colorido, mucha hospitalidad, mucha solidaridad, mucha utopía y mucha esperanza". (P. Casaldáliga, Al acecho del Reino).
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