Ernesto Cardenal (1925-)

Sale en la prensa estos días... Le ha visitado en el hospital donde ha sido ingresado el arzobispo de su tierra. El Papa Francisco le ha levantado las censuras de Juan Pablo II Ha sido un poeta, un educador, un político al servicio de su pueblo.

Los que le leímos de jóvenes le admiramos para siempre... Los que seguimos su trayectoria política le tenemos un gran respeto... Es uno de los grandes símbolos de la cultura universal, del latido de libertad de América Latina, de la presencia cultural y social de la Iglesia en el mundo.

Tuve la suerte de acompañarle en una gira poética organizada hacia al año 1998 por el director de Ediciones Trotta, presentando su obra, sereno, con la visera de hombre de pueblo, orfebre de las palabras, pensador al servicio de la vida.

Tuvo dificultades, pero se mantuvo en la línea de su opción monástica y ministerial, con libertad, al servicio de lo que él creyó que era la verdadera revolución humana de su pueblo (desviada y luego negada por políticos oportunistas, en nombre de la misma revolución)....



Ha sido y es hombre de fe, un hombre de Iglesia, al servicio de la cultura y de la libertad, al servicio de la comunidad de los creyentes y de todos los hombres y mujeres de una tierra manejada por las tribus de los prepotentes. En la imagen 1 el famoso en que el Papa Juan Pablo le recrimina publicamente, cuando él va a recibirle como Ministro de su Nación al Aeropuerto. Él sonríe. El Papa le amenaza con el dedo...

Y a pesar de todo E. Cardenal ha seguido siendo un hombre de fe y de pueblo, un contemplativo en el ministerio y con el pueblo, un poeta de la tierra y de la vida, de la conversación y en el silencio. Lo que sigue está tomado de Diccionario de Pensadores Cristianos
(cf. s://elpais.com/internacional/2019/02/16/actualidad/1550357606_032304.html.

Cardenal, Ernesto

Poeta y pensador católico de Nicaragua. Participó desde su adolescencia en la lucha por la libertad política y social en su patria. Más tarde, tras una fuerte experiencia religiosa (1956), vivió por un tiempo en el monasterio Cister/Trapa de Gethsemani, en Kentucky (Estados Unidos), donde fue discípulo de →Thomas Merton.

Tras abandonar el monasterio, estudió teología en Cuernava, México, fue ordenado sacerdote y fundó una comunidad contemplativa en una isla del archipiélago de Solentiname en el Lago de Nicaragua, siendo uno de los máximos inspiradores de la teología de la liberación. Los recuerdos y experiencias de ese período han sido recogidos en El Evangelio en Solentiname I-II (Salamanca 1975), donde se vincula la experiencia contemplativa con la narración poética.

Más tarde fue Ministro de Cultura del gobierno sandinista de Nicaragua (1979-1986), rompiendo después con el partido sandinista, por razones de política social y finalmente por falta de libertad.

Ha escrito muchos libros de reflexión cristiana, teología y poesía, que han sido traducidos a diversos idiomas y su voz se ha convertido en una referencia básica del pensamiento cristiano actual, en línea de liberación. Entre sus obras (publicadas en Trotta, Madrid), cf.

Telescopio en la noche oscura (1993);
Antología nueva (1996), Salmos (1998),
Cántico Cósmico (1999); Epigramas (2001);
Las ínsulas extrañas (2002),
Correspondencia (1959-1968) con Thomas Merton (2003);
Vida en el amor (2004)
La revolución perdida (2004);
Vida perdida (2005) y Versos del Pluriverso (2005).
Sobre la primera parte de su vida, cf. J. L. González-Balado, Ernesto Cardenal: poeta, revolucionario y monje (Salamanca 1978).
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