María y la Trinidad (A. Amato) ¿Una mística mariana?

Amato
Decía que, según los rumores, A. Amato será el próximo presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, es decir, el teólogo oficial de la Iglesia Católica, director de teólogos. Por eso es bueno conocer su visión de la experiencia cristiana, resumida de un modo magistral en este libro no muy amplio (184 páginas), pero enjundioso, donde condensa y explica el misterio mariano de la iglesia y de la mística cristiana.
El Libro
Es un libro programático, en el que se vinculan el aspecto teológico y el pastoral, el histórico y el existencial, formando una especie de retablo completo en el que van apareciendo los diversos aspectos de la presencia de María en la vida de los cristianos:
1. María, el rostro que más se asemeja a Cristo
2. María y el misterio de la encarnación
3. María, hija predilecta del Padre
4. María, madre del Hijo de Dios
5. María, sagrado del Espíritu Santo
6. María y la iglesia que celebra la eucaristía
7. Devoción mariana en la vida de la iglesia
8. La espiritualidad mariana: la existencia cristiana
concentrada en Cristo.
9. Dimensión trinitaria y eclesial de la espiritualidad mariana.
10. Líneas de inculturación mariana: Misericordia, vida, esperanza.
Finalidad del libro
Parece doble. (a) Amato quiere recoger la doctrina “oficial” de la Iglesia, desde la perspectiva del magisterio de Juan Pablo II, en una línea muy actual, pero vinculada a la tradición de los Padres y de los teólogos clásicos. (b) Amato quiere ofrecer los rasgos de lo que a su juicio debería ser la mariología del futuro. En ese sentido, este libro pertenece de algún modo al “ejercicio del magisterio mariano.” No es una encíclica, como las de Pablo VI o Juan Pablo II, no es un documento de la Iglesia en su conjunto (como los textos del Vaticano II sobre María). Pero es una especie de proclamación doctrinal del sentido e importancia de María en la Iglesia.
Los pasos de la mariología. Una mística mariana
Amato se sitúa en el lugar donde se puede y debe pasar de la devoción a la espiritualidad mariana. La iglesia católica, sobre todo en su versión latina y latino-americana, es una iglesia de devociones marianas: santuarios, advocaciones, signos… María ha venido a presentarse de hecho como presencia de Dios, como “persona trinitaria”… Pues bien, sin negar esas devociones, Amato quiere pasar a una espiritualidad mariana, una espiritualidad en la que ella, la madre de Jesús, aparezca como expresión de la presencia salvadora y santificadora de Dios. En ese sentido sigue destacado la dimensión pneumatológica de María: ella es el rostro que toma en la Iglesia el Espíritu Santo.
En este sentido se podría hablar de una mística mariana: de una inmersión en Dios a través del signo de María. De esa forma, en último término, Amato podría asumir las tesis de H. Urs von Balthasar, que han estado en el fondo del magisterio de Juan Pablo II y que siguen estando en el fondo de la teología del Papa Ratzinger:
VON BALTHASAR afirma que el Espíritu Santo y María están íntimamente asociados al misterio central de la kénosis del Verbo (Sponsa Verbi, Cristiandad, Madrid 1964)... La victoria de Cristo sobre la muerte se hace una victoria para nosotros en la medida en que... acogemos esta imposible posibilidad de justificación de la humanidad entera... Esta acogida o logro perfecto de la humanidad se identifica con persona de María: esta mujer acoge nuestra salvación en una respuesta perfecta a la palabra divina... María se convierte así en el anillo necesario para que se pueda realizar la obra del Espíritu... El verdadero centro de gravedad de su teología y sobre todo de su soteriología y eclesiología no es otro que este acto de obediencia de la virgen María, mediante el cual la iglesia y la humanidad entera son inmersas en lo más profundo del misterio de Dios, que es el amor trinitario. A través del Fiat de María se realiza el paso de la Trinidad intradivina a la económica de la salvación y se establece de manera definitiva la relación inviolable entre Dios y la humanidad.
Conclusión. Máría y la mística
Con unos leves retoques, este libro podría llamarse "Una Mística mariana"... en la línea de las experiencias y escritos de San Bernardo y San Luis M. G. de Monfort, San Alfonso M. de Logorio y las santas marianas del siglo XIX (empezando por S. Bernardina S., la "mística" de Lourdes). Algunos dirán que esta es una "mística menor", subordinada a la de Jesús, Logos de Dios, y a la de Dios en sí mismo... Pero puede tener y ha tenido a veces grandes valores, pues ha permitido encarnar en la experiencia de la iglesia los valores afectivos más íntimos de Dios, simbolizados en la madre de Jesús.
Seguiré hablando de esta mística mariana, con sus valores y sus limitaciones...Le dedicaré algunos días en mi blog, desarrollando el tema del matrimonio espiritual entre el creyente (varón) y María, la madre de Jesús. Éste es el tema de fondo de la expresiòn casarse con la Virgen... Con la Virgen se han "casado" espiritualmente muchos devotos católicos, en gesto admirable de interiorización mariana. Pero de eso hablaré la semana que viene. Ahora sólo he querido presentar este bello libro, para aquellos que quieran adentarse de un modo personal en el tema.