Moon 2. Los renglones torcidos del buen Dios: Una inmensa cámara nupcial
1. Quiero actuar como fenomenólogo de la religión (y de la cultura), contando lo que hay, haciendo “epochê” (es decir, no dando juicios, según la primera ley de Husserl). Sigo los principios del mayor tratadista cristiano, llamado Ireneo de Lyon, en un libro fantástico titulado “De las Herejías”, donde describe de un modo preciso las visiones y tesis de los grandes “pensadores” no ortodoxos del siglo II: Valentín, Basilides etc.
2. En esa línea, he de confesar ya desde ahora que el Rdo. Moon está muy cerca de la gnosis clásica, de manera que muchas de sus tesis son las que ofrecieron y desarrollaron los “maestros” del siglo II: Dualidad al interior de Dios, gran caída (con semen satánico), revelación de la unidad final o reintegración divina, misterio del “tálamo”, es decir, las bodas finales de Simón con Sofía (personas que se parecen a los reverendos Moon).
3. Pero los grandes “precursores gnósticos” cristianos del Rdo. Moon fracasaron, no lograron extender su movimiento, de manera que sus visiones y proyectos han quedado en los libros antiguos, para ser recreados de un modo muy deficiente en novelas baratas del siglo XX, cuyo nombre no quiero recordar por no darles propaganda, aunque están en casi todos los quioscos de cualquier lugar del Planeta Mcdonald en que vivimos (y más desde la muerte de Bin Laden).
4. Sin embargo, el Rdo Moon sostiene una tesis nueva frente a los gnósticos antiguos, que apasionaron a Ireneo, como ayer ha visto de modo clarividente mi amigo Fernando (ver sus comentario, agudos como siempre). El Rdo. Moon ha entrado en una era planetaria y por eso introduce en su esquema a coreanos y orientales, cosa que Valentín y Basílides no pudieron hacer. Además, el Rdo. Moon tiene un esquema lineal y positivo (con happy end) del conjunto de la historia, que los gnósticos antiguos no tuvieron, pues estaban más atentos a la historia interna de las almas, dejando la externa en manos del diablo (que podrìa llevar el nombre de Stalin, Mao o Bin Laden, al fin parecidos, a su juicio). De todas formas, el Rdo Moon es mucho más sobrio en la descripción de los “eones” y momentos del despliegue interior del bien y del mal, fijándose más en la historia externa donde, a su juicio, al fin, los buenos (como Abel) tienen que dejar de ser asesinados, dominando y subyugando a los malos (como Caín). En esa línea del bien que triunfa sobre el mal están los poderes dominantes del mundo actual, representados por USA y el buen capitalismo (¡el buen dinero!), que será capaz de vencer a comunistas, terroristas y gente de ese tipo, hasta que se instaure el Reino Final del Rdo Moon y su Esposa, en un tiempo próximo.
5. Dejo para mañana o para otro día los momentos de la historia según el Rdo. Moon... Dejo la fecha del Gran Fin, marcado por los Padre Verdaderos y los Buenos Esposos, que es ya inminente (que era inminente ya para San Pablo...). Ahora me fijo sólo en sus tesis del gran “tálamo”, la cámara nupcial donde se recrea la humanidad. Ese es un tema apasionante al que los fenomenólogos de la religión hemos dedicado horas de estudio (empezando por el texto copto del EvTomás). Pero, en general, ese tema del tálamo solía ser “interno”, un episodio del encuentro de uno consigo mismo (con su Dios secreto), como aparece todavía, de un modo genial en S. Juan de la Cruz (nuestro lecho florido / de cuevas de leones enlazado…). Para el Rdo Moon ese tema, vinculado a las Bodas del Cordero de Ap 21-22, es el sacramento abierto y múltiple de las mil bodas sacramentales, espectaculares, de las mil y mil parejas que se casan bien, siguiendo el bueno ejemplo de los Padres Verdaderos (los Señores Moon), como aparece en las imágenes.
6. Una nota final. Algunos habéis leído el tema del Código da Vinci, donde al fin (o al principio) se casan Jesús de Nazaret y María Magdalena, que tienen un hijo Escondido, que pasa de Francia a USA… para redimir el mundo, pues lo que importa es la Sangre/Semen sagrado… En eso el Rdo. Moon es mucho más serio que el Sr. Brown: Jesús no tuvo hijos, no logró extender el semen de la paz… pero lo harán ahora, los nuevos mil y mil matrimonios de las Bodas Finales del Cordero.

(Perdonen los amigos del Rdo. Moon si no expongo bien su experiencia. La segunda ley de Husserl, junto a la epochê (no juzgar) era la simpatía: exponer con cordialidad todos los pensamientos positivos de los otros. Así he querido hacerlo, aunque no sé si lo he logrado. El mismo Ireneo, en su tratado de las Herejías, a pesar de sus condenas externas, muestra una inmensa simpatía por Valentín y demás pensadores del inmenso siglo II cristiano. Por eso inserto al final un discurso oficial de la Rda Moon, en el que expone la tarea de las mujeres madres-esposas-hijas en el Movimiento de Unificación). Hasta mañana, que seguiremos con el tema.
PRINCIPIO DIVINO
Ya en 1954, en su período pentecostal, antes de fundar la Iglesia de la Unificación, Moon había publicado un documento, titulado en coreano “El Principio”, con la esencia de su pensamiento. Traducido luego al inglés, este texto, que resume la “teología” del movimiento, recibió el título “El Principio Divino”. Es un texto que ha recibido adiciones o correcciones con cada nueva edición. Su lectura indica que el credo “Moon” es, en esencia, una teología de la historia de la salvación que, desde un punto de vista cristiano, puede centrarse en tres grandes hitos: creación y caída de Adán/Eva; Jesús, el salvador espiritual; el Rdo. Moon, Señor de la Segunda venida .
1. Creación y caída de Adán y Eva.
Dios creó el universo por una necesidad interna, al modo como el artista necesita expresarse en una obra para ser feliz. Pues bien, para gobernar ese mundo, Dios creó a Adán y Eva. Estos fueron creados no como seres humanos adultos, sino como menores de edad, comenzando su proceso de desarrollo biológico. En éste, se distinguen tres etapas.
(1) Alcanzar la madurez para colaborar con Dios.
(2) Reproducirse, dando origen a una descendencia que estaría unida por el amor.
(3) Asumir el gobierno del universo no humano, creando así las condiciones para un auténtico Reino de Dios en la tierra. Pero Adán y Eva pecaron y fallaron: Eva se unió sexualmente con Lucifer, que debía ser su guardián. De esa manera, Lucifer, ángel divino se convirtió en Satán, compartiendo con Eva una misma “sangre pecaminosa” que ella, al cohabitar con Adán, trasmitió a todos los hombres.
En el Principio Divino no queda claro el sentido “físico” (supra-físico) de esa sangre adúltera de Satán que corre por las venas de todos los hombres. Da la impresión de que es la sangre de un “deseo desordenado” que corre por las venas de todos los hombres y mujeres, a no ser que Dios les permita superar ese estadio y “recuperar” el sexo absoluto, que es el deseo pleno de unidad hombre-mujer, con una descendencia libre de pecado, que permitirá que todos los hombres y mujeres se unan, bajo el liderazgo del Rdo. Moon.
2. Jesús, Mesías espiritual, un Mesías fracasado.
Tras la caída, Dios decidió salvar a los hombres, a través de un proceso que, de alguna manera, se debía centrarse en Cristo, que por especial designio de Dios nació sin pecado original (como Adán y Eva en el principio). Por eso, Cristo pudo ser el Segundo Adán, el auténtico Progenitor de la humanidad restaurada. Para ello, debía convencer a todos los hombres y mujeres de su tiempo (especialmente a los líderes de Israel), de tal manera que le aceptaran y siguieran, instaurando así el nuevo pueblo de los “sexualmente” limpios, casados en buen matrimonio, para extender el semen bueno (divino) en en el mundo.
Moisés logró convencer en otro tiempo a muchos hebreos, para que salieran de Egipto y le siguieran. Pues bien, Jesús no consiguió cumplir su tarea, especialmente por el hecho de que su primo Juan Bautista no le aceptó ni colaboró con él.
Debido a ese “fallo”, Jesús no logró instaurar el “verdadero matrimonio”, no logró convertirse en maestro y ejemplo de sexualidad recuperada (sagrada). Evidentemente, para ello, lo mismo que el Primer Adán, Jesús necesitaba una Mujer, una Segunda Eva, para convertirse con ella en Padre Verdadero.
Ciertamente, Jesús encontró a esa mujer en el plano espiritual (su esposa era el Espíritu santo) y con ella pudo engendrar muchos hijos espirituales para la salvación, pero sólo de una forma simbólica. Por eso, Jesús queda como testimonio de un fracaso abierto al futuro: no le creyeron (no logró crear una comunidad de salvados, para iniciar con ellos el Reino de Dios); no logró casarse con una mujer concreta (Nueva Eva: una prima suya, hermana de Juan Bautista). No logró presentarse ante el mundo (en el templo de Jerusalén) como verdadera Pareja, Padres Verdaderos, expertos en amor, educadores de hijos divinos. Por eso fracasó en el plano físico. En ese sentido, la redención de Jesús quedó incompleta, en un proceso en el que pueden distinguirse tres momentos:
1. Restauración sin sufrimiento. Juan Bautista debía actuar como gran Profeta, aceptado por el pueblo de Israel, y su papel iba a consistir en conducir el pueblo al Mesías, que era Jesús, con lo cual la humanidad hubiera sido redimida sin sufrimiento ni cruz. Pero el Bautista terminó dudando de que Jesús fuera realmente el Mesías, por lo cual esta primera fase culminó en un fracaso.
2. Redención por el ayuno, también sin muerte. Jesús podía haber restaurado a la humanidad con el ayuno de los cuarenta días y la superación de las tentaciones en el desierto. Jesús cumplió estas pruebas, perola redención se frustró por segunda vez porque Satanás levantó contra El al pueblo que, conducido por los sacerdotes y escribas, lo rechazó.
3. Duelo entre Dios y Satanás, muerte de Jesús. Satanás logró que el pueblo matara a Jesús, que ofreció así (por la resurrección) la redención espiritual, pero no la material. Eso significa que los cristianos están redimidos espiritualmente, pero en el plano físico pertenecen a Satanás. Eso significa que no ha llegado la física de la humanidad.
3. Los dos primeros reinos. Israel e Iglesia cristiana.
El Rdo. Moon no ha elaborado, que yo sepa, el sentido de la “historia primigenia”, de los dos mil años que van de Adán a Abrahán, años que han sido estudiado con mucha detención por otros fundadores religiosos de la antigüedad (gnósticos) y de los tiempos presentes. A su juicio, el sentido de la historia se despliegue en dos momentos vinculados y, de alguna forma, correspondientes, como las dos caras laterales de un tríptico: el tiempo del Antiguo Testamento (los dos mil años que van de Abrahán a Jesús) y el tiempo de la Iglesia cristiana (los dos mil años que van de Jesús al Rdo. Moon).Así se expresan los dos tiempos ya superados de la historia de la salvación.
(a)Tiempo del judaísmo. Abrahán es el principio de un camino que se extiende a lo largo de la historia de Israel y que llega hasta el surgimiento del cristianismo. En este contexto se podría introducir quizá el Islam, vinculado con el judaísmo. Pero tengo la impresión de que el Rdo. Moon no ha trazado ese paralelo. En ese mismo nivel del “judaísmo” podrían quizá introducirse las religiones orientales (de la India y China, de Corea y Japón). Éste debería ser un tema para un estudio ulterior.
Tiempo de Israel, Primer Reino: (a. C.)
1. 2000-1600: de Abraham a Moisés, 400 años
2. 1600-1200 : de Moisés a David, 400 años
3. 1200-1080 : reino unido de Israel, 120 años
4. 1050-680: reinos divididos 400 años
5. 680-460 cautividad de los judíos, 210 años
6. 460-60 de Malaquías a Jesús, 400 años,
7. Jesús, tiempo mesiánico
(b) Tiempo de la Iglesia cristiana. El cristianismo es comienzo de un camino que lleva desde Jesús hasta el Señor de la Segunda venida (el Rdo. Moon). Esta historia cristiana se divide lo mismo que la historia del judaísmo, como indicaremos en el esquema que sigue Tenemos en cada caso unos 2000 años de intervalo. Eso significa que ya se han cumplido los dos tiempos anteriores. Ahora llega el Señor de la Tercera Venida, el Tercer Reino, que es Reino definitivo de Dios, a través del buen despliegue del sexo y de la paternidad:
Tiempo de la Iglesia, Segundo Reino (d. C.):
1. 1-400: de Jesús a San Agustín, 400 años
2. 400-4000:Agustín a Carlomagno, 400 años
3. 800-920: cristiandad unida, 120 años
4. 920-1320: cisma de oriente, 400 años
5. 1320-1530: cautividad de Avignón, 210 años
6. 1530-1930: de Lutero a Moon, 400 años
7. 1930 ss. Moon, tiempo mesiánico
Tenemos, en ambos casos, 1.930 años, de manera que el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento se corresponden. Evidentemente, las convergencias numéricas han de tomarse en sentido simbólico. Lo único cierto para los seguidores de Moon es que ha llegado el Tercer Reino, el Reino definitivo: estamos de nuevo como en los tiempos de Jesús: en tiempos de la revelaciòn final..
3. Tercer Reino. El Señor del Segundo Advenimiento (contra el Satán comunista).
El Principio Divino supone que la situación de la humanidad se está acercando a una etapa en que podrá crearse una situación de universal libertad, igualdad y democracia, que se trasmitirá a través del cristianismo, porque el cristianismo es la única religión que tiene como finalidad la redención humana. Pero al llegar ese momento final, el cristianismo tendrá que dejar sus elementos antiguos y tendrá que “convertirse” al Señor de la Segunda Venida y desaparecer como religión espiritual, para convertirse en la Religión Física total (en línea política y sexual, jerárquica y social).
Vendrá de esa manera la Religión de la Unidad (de la Unificación humana), centrada en la familia, con buena unión sexual, sin que el Diablo se introduzca en la alcoba, y con buena paternidad (el poder de Dios se despliega a través de los hijos). El Rdo. Moon y su esposa se están mostrando ya, en todo el mundo, como Padres Verdaderos, como Mesías Dual de la nueva Humanidad.
Conforme a la visión del Principio Divino, Satanás (que es el poder del adulterio, de la mala imposición sexual) se ha manifestado a lo largo del siglo XX a través del Comunismo. Por eso, todo lo que va en contra del comunismo es bueno, viene de Dios. En este contexto de lucha contra el Comunismo (que ha sido la ultima manifestación de Satanás) se inscribe la llegada definitiva de los “hombres de Dios”, los hombres verdaderos, que son el Rdo. Moon y su esposa, con su familia y con todos los que acepten su supremacía religiosa, social y política. De esa manera, Dios realiza su obra salvadora a través de Segunda Venida del Mesías, que, según todos los cálculos del Principio Divino, ha debido nacer en torno al año 1920/1930 (¡años del nacimiento del Rdo Moon!) en Corea, nueva tierra y nación elegida.
El Mesías del Segundo Advenimiento es él mismo Moon, que ha dicho:
“Soy el más grande de los santos”,
“Soy más grande y caritativo que Jesús”,
“Mis palabras son ley. Si deseo algo, se cumplirá”,
“El mundo entero está en mis manos”,
“Dios está desembarazándose del cristianismo y preparando la nueva religión”.
“Dios está viviendo en mí; soy la encarnación suya”.
No parece que Moon se llame a sí mismo “Dios” en el sentido que los cristianos han dado a Jesús, por el simple hecho de que en la Iglesia de la Unificación no hay lugar para un Dios como en el Cristianismo.
Conclusión: La verdadera religión como hierogamia, verdadero matrimonio (y paternidad)
En este contexto, los Señores Moon se presentan a sí mismos como Padres Verdaderos, en contra de Adan-Eva (y superando a Jesús, que no logró redimir al mundo por buen matrimonio y paternidad, engendrando una raza nueva de cristianos, redimidos y redentores).
En ese contexto se sitúa la palabra central del Rdo. Moon, cuando afirma que la línea que divide el cielo del infierno son los órganos sexuales. Ciertamente, el hombre y la mujer son cabeza (pensamiento, sentimiento), pero el centro de sus vidas es el “sexo”, entendido como expresión de potencia sexual (engendradora), en el sentido del dar y recibir y el engendrar, pues el sexo del varón pertenece a la mujer, y el sexo de la mujer pertenece al varón, y ambos unidos pertenecen a los hijos
De esa manera, a través de la simbología dual del pensamiento chino (yang y yin), retomando el motivo bíblico de Adán-Eva y afirmando que Jesús fracasó (porque no logró casarse, engendrar y poner a los hombres y mujeres ante el valor y responsabilidad de su propio sexo creador), el Rdo. Moon ha vuelto a un tema universal de casi todas las religiones antiguas: La sexualidad sagrada, el valor originario de la hierogamia.
Se ha discutido y se sigue discutiendo sobre el lugar y momento de la hierogamia en la historia religiosa. Unos afirman que al principio de todo se encuentra el matriarcado, de manera que la misma hierogamia es derivada. Otros afirman que en el principio está la hierogamia, entendida como unión sagrada de los polos de la realidad. Otros, en fin, han puesto de relieve el valor de los dioses padres, masculinos (patriarcalismo). Pues bien, en ese contexto, el Rdo. Moon y su esposa apelan al buen matrimonio, que se expresa en la buena paternidad. Ellos son los Padres verdaderos, signos y principio de la redención por el amor.
– ¿Una hierogamia jerárquica? Sea como fuere, la impresión de que, conforme al esquema del Rdo. Moon, el aspecto masculino y femenino no son iguales, sino que el masculino es superior. Tenemos, según eso, una hierogamia jerárquica, donde un polo debe someterse al otro. El modelo de pensamiento y de vida no es el encuentro entre iguales, en libertad, sino el sometimiento de uno a otro y de todos al “proyecto de la creación”
– Una religión de la paternidad. Las grandes religiones antiguas han sabido que la experiencia religiosa es más que despliegue de la paternidad. El mejor Israel ha sido en algunos momentos una “religión de los padres”; pero siempre ha sabido que por encima de los padres está la Ley, entendida como despliegue total de la vida, en justicia y paz. Jesús ha superado una religión cerrada de los padres (de la autoridad), para establecer una comunión de gratuidad, a favor de los expulsados del sistema. Significativamente, en la comunidad de Jesús (Mc 3, 31-35) no hay lugar para “padres” en el sentido fuerte, sino para madres, hermanos y hermanas.
– El objetivo clave del mensaje de Jesús (y quizá de Muhammad) es la solidaridad con aquellos que por diversas circunstancias no tienen “padres verdaderos”, es decir, los huérfanos y viudas. Él no ha querido, por tanto, rehacer un mundo paterno, con autoridad jerárquica, sino de crear relaciones fraternas, de justicia y solidaridad, entre personas a las que el orden paterno ha dejado a un lado. Pues bien, en contra de eso, volviendo a lo que a su juicio es el origen de toda verdad humana, el Rdo. Moon concibe la realidad como una armonía perfecta, donde todo tiene que encontrar su lugar, un hombre y una mujer que se encuentran y engendran en verdad, mil hombres con mil mujeres, en matrimonio múltiple, que es signo y comienzo de las bodas de Dios en la tierra.
– El Rdo. Moon y su esposa suponen que cuando los hombres y mujeres se amen así no habrá ya sexo libre, ni prostitución, ni homosexual, ni lesbianismo… Prostitutos, homosexuales, lesbianas desaparecerán de forma automática… porque surgirá el mundo de “buenos padres-madres”, el mundo de los buenos hijos
Da la impresión de que el Rdo. Moon sueña con un orden hermoso, de buenas y fieles familias, donde el signo de Dios para todos es el matrimonio y la filiación, con la paternidad. Pero el mundo real es mucho más complejo, en plano individual y social. Y en ese mundo real se inscribe la religión, como presencia de un Dios de gracia y/o trascendencia, como ha destacado el cristianismo y el Islam
El ese contexto se sitúa el signo de las bodas múltiples, que forman su “sacramento”, vivido en público, como liturgia de bodas felices, para siempre, el Apocalipsis de las Bodas del Cordero y de la Novia sobre la tierra.
Apéndice: Discurso de la Sra. Moon a las mujeres.
Sra. Hak Ja Han Moon
Presidenta de la Federación de Mujeres por la Paz Mundial
Este discurso fue dado el 6 de julio de 1992 en el encuentro de líderes de la Federación de Mujeres por la Paz Mundial que tuvo lugar en Seúl, Corea.
¡Mis queridas compañeras! Es un gran honor y motivo de gran alegría el poder estar hoy ante vosotras como Presidenta de la Federación de Mujeres por la Paz Mundial.
Quiero expresaros mi más sincera gratitud, miembros y simpatizantes, por haber hecho posible el encuentro que estamos celebrando.
Hoy me gustaría hablar sobre el tema, "El papel central de las mujeres en el mundo ideal".
Si alguien os preguntara, ¿es el mundo de hoy un mundo bueno o malo? ¿qué responderíais? Sin lugar a dudas, vuestra respuesta sería que es malo. Pero no sólo el mundo de nuestro tiempo es malo; tenemos que reconocer que en todas las épocas pasadas, todas las naciones y el mundo en conjunto, han sido malos. Por tanto, vivimos en un mundo donde hay más pecado que buenas acciones, más guerras que paz, más inmoralidad que honradez, más odio que amor, y más división y discordia que unidad y armonía.
Nadie quiere un mundo así. Debemos descubrir, por tanto, cómo establecer un mundo ideal de verdadero amor, lleno de paz, libertad y felicidad, y limpiar este mundo de toda maldad. El deseo de los individuos y los responsables que componen la familia, la tribu, la raza, la nación y el mundo, es la realización de un mundo de libertad y felicidad. Desde los orígenes de la historia humana, durante miles de años, la humanidad ha estado luchando para lograr este ideal, este sueño, pero todavía no hemos conseguido el mundo ideal de nuestros deseos.
Hoy, me gustaría revelar la causa fundamental de estos problemas, e intentaré, además, ofreceros la solución que permitirá la construcción del mundo ideal tan buscado por todos los pueblos. El contenido de mi discurso no es fruto de la sabiduría o la especulación humana. Como ya sabéis, mi marido, el reverendo Sun Myung Moon, ha dedicado toda su vida a resolver estos problemas. Durante todos estos años en que he vivido apoyando a mi marido, me he sentido profundamente conmovida e inspirada por sus enseñanzas así como por su vida de amor a Dios y a la humanidad.
Fructificad, multiplicaos y llenad la tierra
Si una mujer, al vivir apoyando a su marido, logra un profundo conocimiento de la verdad y se siente continuamente conmovida e inspirada por su vida y carácter, esto debe ser anunciado al mundo entero. ¿Por qué? Porque la razón fundamental de que este mundo se haya convertido en un mundo de maldad, donde crece sin cesar el desenfreno sexual, la delincuencia, los conflictos y la corrupción, se encuentra en la falta de armonía y el derrumbamiento de las relaciones básicas entre marido, mujer e hijos.
En nuestro tiempo, más de cinco billones de personas pueblan la tierra, ahora bien, si lo miramos desde otra perspectiva, podríamos decir que sólo hay dos seres vivos en el planeta: un hombre y una mujer, un esposo y su esposa, sólo dos personas. Un ingente número de personas conviven en esta tierra y existen todo tipo de relaciones y problemas, pero en la raíz de los mismos, se encuentran la relación y los problemas entre dos personas, un hombre y una mujer. Cuando abordamos la realidad de esta manera, cobra una gran importancia el conocimiento del camino celestial que debían seguir el hombre y la mujer al ser creados por Dios.
En el Génesis está escrito que tras crear Dios los cielos y la tierra, creó a los antepasados de la humanidad: un hombre, Adán, y una mujer, Eva. Dios les dio tres grandes bendiciones y, al mismo tiempo, una parte de responsabilidad. Las tres grandes bendiciones eran: "Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra..." Pero Dios también dio al hombre y a la mujer una responsabilidad: "...mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás..."
Esto nos muestra el propósito por el que Dios creó al universo y a la humanidad y, también, el fundamento básico de la vida. La bendición de ser fructíferos quiere decir que todas las personas nacidas en la tierra deben crecer hasta llegar a ser hombres y mujeres de carácter perfecto. La segunda bendición en la vida, multiplicaos, significa que un hombre y una mujer de carácter perfecto deben crear el vínculo de marido y mujer, tener hijos y educarlos. El propósito de Dios en la creación era que marido y mujer cumpliesen sus obligaciones como padre y madre, guiando a la familia, y construyendo un mundo próspero y confortable, estableciendo el Reino de los Cielos en la tierra.
Este propósito de la creación habría sido una realidad si los primeros antepasados hubieran obedecido el mandamiento de Dios, "...mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás..." Pero antes de que los primeros antepasados, Adán y Eva, llegaran a la perfección, cuando aún eran inmaduros, abandonaron el mandamiento de Dios. Debido a Satán cayeron, y toda la humanidad llegó a ser portadora de un linaje de sangre malo.
Debido a la caída inmoral de los primeros padres humanos, la humanidad ha perdido el propósito de la creación
¿Cuál era el fruto de la ciencia del bien y del mal, del que Dios había pedido a los primeros padres, Adán y Eva, que no comieran? No es el fruto de un árbol. Es una forma de explicar la relación de amor entre marido y mujer que los primeros padres debían alcanzar más tarde. A causa de la tentación por parte de un tercer ser, cuando aún estaban en un estado inmaduro, el primer hombre y la primera mujer se unieron en una relación sexual inmoral. En realidad, este tercer actor en el paraíso terrenal, cercano a Adán y Eva, era el arcángel. La Biblia revela que Lucifer fue el arcángel que tentó a Eva y cometió un pecado sexual inmoral. Esto provocó la caída del hombre, el pecado original que ha esparcido sus raíces de pecado por todo el mundo.
El hombre pecó sexualmente ante su Padre Dios, el Señor y Maestro de los cielos y la tierra, y los primeros padres tuvieron hijos fruto de este amor inmoral, consumándose un mundo de maldad. En otras palabras, ellos formaron un matrimonio centrado en Satán y al multiplicar un amor falso, una vida falsa y un linaje falso, llegaron a ser antepasados de maldad.
Con el crecimiento de la sociedad humana, del individuo a la familia, la tribu, la raza, la nación y el mundo, debido a esta relación inmoral entre hombre y mujer, las raíces del linaje de sangre malo se han esparcido por todas partes, continuamente, y este mundo ha llegado a ser un infierno en la tierra: se ha convertido en un mundo falso lleno de pecado, guerras y temor. Los antepasados caídos, Adán y Eva, debían ocupar la posición de Verdaderos Padres como antepasados eternos de bondad de la humanidad, pero cayeron y se convirtieron en falsos padres dejando tras sí un linaje de sangre malo.
Esta es la razón fundamental para toda la tragedia y miseria de la humanidad. ¿Qué puede ser más trágico o causar mayor indignación que el descender de unos padres falsos y saber que toda la humanidad ha perdido a sus Verdaderos Padres? Cuánta debe ser la pena y la angustia de Dios, el Padre de la humanidad, sabiendo que Su propósito para la Creación -establecer los verdaderos antepasados de la humanidad y multiplicar seres de bondad- le fue arrebatado por un linaje de sangre de pecado por culpa de la caída inmoral de los primeros antepasados humanos.
Al igual que para liberar a una persona del dolor que le ocasiona una enfermedad, debemos encontrar primero la causa de la misma y su tratamiento, para liberar a la sociedad humana del sufrimiento nacido de tal pecado y desgracia, debe ser revelada la causa fundamental y aplicado un tratamiento. La causa fundamental es la caída de los antepasados humanos, el pecado original. En consecuencia, a menos que la razón de esta enfermedad llamada pecado original sea eliminada, no podemos arrancar las raíces del pecado y parar el sufrimiento del mundo. No importa cuántos grandes hombres, héroes, académicos, políticos o filósofos surjan e intenten arreglar el mundo por medio de leyes y sistemas o por la educación de principios morales, a menos que aclaremos el significado del pecado original y de la caída, será una tarea imposible. Todos los remedios serán inútiles. Ya que la raíz principal del pecado y del sufrimiento seguirá con vida, y continuará, por tanto, dando nuevos brotes.
El papel de la religión: Salvar a la humanidad del mal
La religión enseña que el hombre cayó, revela el significado de la caída, y directa o indirectamente muestra la providencia de Dios para salvar completamente al hombre del pecado. Por tanto las religiones son el mejor tratamiento para salvar a este mundo de pecado. La religión es la fuente de toda educación o enseñanza. Las enseñanzas de los cuatro grandes santos, Confucio, Buda, Jesús y Mahoma, así como las enseñanzas de los fundadores de las restantes religiones, han transcendido sus épocas y entornos geográficos para mantener la conciencia y la moral de la humanidad, y han sido la fuerza motriz del desarrollo cultural. Todas las religiones quieren acabar con el mundo del mal y crear el mundo ideal en el que Dios y todos los hombres sean copartícipes y colaboradores.
Entre las diversas enseñanzas, las escrituras en las que Dios revela más directamente Su providencia de salvación es la Biblia. Por medio de la Biblia podemos saber que los antepasados de la humanidad, Adán y Eva, cometieron el pecado original y llegaron a ser falsos padres, y que la labor de Dios en la providencia de la salvación es restaurar el propósito perdido de la creación. El mensaje central de la Biblia es que el Mesías o los Verdaderos Padres deben venir en lugar de Adán y Eva, los padres falsos, para dar renacimiento a la humanidad. Adán debía ser el verdadero padre, y Eva, la verdadera madre; éste era el propósito original de la creación. Para restaurar el propósito de la creación a su estado original, Dios inició la providencia para recrear a Adán.
Esta es la clave de la providencia de preparación de la nación elegida de Israel y del nacimiento de Jesús en la misma. Desde el momento en que Adán y Eva cayeron y la humanidad empezó a multiplicarse con un linaje de sangre centrado en Satán, Dios comenzó a trabajar para separar el linaje de sangre bueno del malo. En la familia de Adán, Dios separó al segundo hijo, Abel, que estaba en la posición de relacionarse con Dios, del primer hijo, Caín, que estaba en la posición de relacionarse con Satán. Dios intentó restaurar el orden de la creación a su estado original haciendo que Caín se subyugara a Abel de propia voluntad. Con el asesinato de Abel a manos de Caín, la historia de luchas por separar el bien del mal se prolongó por mucho más tiempo.
La misión de Jesús como el Verdadero Padre
Después de Noé, Abraham e Isaac, Jacob con la ayuda de su madre fue capaz de hacer que su hermano gemelo mayor, Esaú, se sometiera a él de propia voluntad. Jacob jugó un papel decisivo en la fundación del pueblo escogido de Israel. El hijo de Jacob, Judá, tuvo gemelos, Pares y Zara, por medio de su nuera, Tamar. Pares luchó con Zara en el vientre de Tamar y, apartando a Zara, que debía haber nacido primero, nació él en su lugar, como hijo mayor. La lucha entre el primer y segundo hijo es la batalla entre el bien y el mal. Por tanto, cuando el menor venció al mayor cuando estaba todavía en el vientre y nació como primer hijo, permitió que la restauración se llevara a cabo dentro del mismo vientre.
Jesucristo, venido como el Mesías cuarenta generaciones más tarde, nace del linaje de Pares, gracias a esta restauración en el vientre. El concebir y dar a luz a Jesús fue un acto de extraordinario riesgo y devoción en el que la madre de Jesús, María, puso su vida en juego. Ya que la providencia de la salvación de Dios es la providencia de la restauración, Dios tenía que llevar a cabo la providencia para cortar con el linaje de sangre del pecado. Este se había transmitido de generación en generación debido a que los antepasados, Adán y Eva, tuvieron una relación sexual inmoral por la tentación de Lucifer, el arcángel, que se convirtió en Satán.
Este curso, desde Caín y Abel hasta que Jesús nace, es la historia de la nación elegida de Israel. A causa de la caída, Adán se degradó hasta la posición de un falso padre. Por consiguiente, siguiendo el curso de restauración de luchas por separar el bien del mal, Jesús vino como el verdadero padre de la humanidad, es decir, como el segundo antepasado bueno de la humanidad. Por esta razón, Jesús debía restaurar a una mujer en la posición de Eva, y ambos debían formar una pareja, tener hijos y dominar la creación. Este era el propósito de la venida de Jesús como el Mesías.
Por tanto, Jesús vino como el Mesías para restaurar las tres grandes bendiciones que Dios dio a Adán y Eva: fructificad, mutiplicaos y tener dominio sobre toda la creación. Sin embargo, Jesús, que vino como padre de todos y Mesías, fue crucificado por la humanidad. ¡Qué increíble acto de infidelidad! ¡Qué horrible pecado! Jesús, antes de morir en la cruz, prometió que volvería a la tierra, y que vendría como un novio para todos los pueblos de la tierra que debían ser como novias dispuestas para el momento. En el Apocalipsis, capítulo 19, está escrito que Jesús volverá a la tierra y celebrará las Bodas del Cordero, refiriéndose a la restauración de la posición de la verdadera pareja y de los Verdaderos Padres que recuperarán la familia de Adán y Eva previa a la caída en el paraíso de Edén.
El Mesías abre el camino de los Verdaderos Padres, la Verdadera Pareja y los Verdaderos Hijos
¡Damas y compañeras en la causa! ¿Cómo podemos cambiar esta sociedad donde todo tipo de pecados sexuales, inmoralidad y corrupción está destruyendo a nuestras familias? Esto acabará en una destrucción similar a la de Sodoma y Gomorra. El fuego del juicio ya ha empezado a descender. La escalofriante enfermedad del SIDA es un aviso del cielo contra el caos de la inmoralidad sexual.
Jesús dijo que volvería al final de los tiempos de este mundo de maldad. Jesús volverá como el Verdadero Padre de la humanidad. El nos mostrará el camino de los Verdaderos Hijos, la Verdadera Pareja, y el camino de los Verdaderos Padres que todos, hombres y mujeres, deben seguir. Sólo de esta manera puede el problema de la corrupción sexual, el pecado original, ser resuelto completamente. Este será el verdadero evangelio que salvará a la humanidad de este mundo de pecado.
La misión del Mesías, el Salvador, es mostrar el camino para acabar la enredada historia de pecado nacida de la pérdida del camino que lleva a los Verdaderos Padres, la Verdadera Pareja y los Verdaderos Hijos por parte de la humanidad.
Hoy, en este lugar, declaro ante el mundo entero que mi marido, el reverendo Sun Myung Moon, ha dedicado toda su vida como pionero del camino del Mesías y los Verdaderos Padres. Como sabéis, mi marido, el reverendo Moon, ha revelado el propósito de la creación de Dios, ha dado a conocer el pecado original cometido por los primeros antepasados, y ha sentado las bases para el futuro de la humanidad, a pesar de la brutal oposición y persecución que ha sufrido por parte de este mundo malo.
De acuerdo al Principio Divino, las enseñanzas de mi marido, las religiones principales están esperando la vuelta de su fundador: el Maitreya, el Verdadero Hombre, el nuevo Confucio y la venida de Jesús se llevarán a cabo con la venida de un solo Mesías, el Verdadero Padre de la humanidad. Todas las religiones llegarán a unirse en una sola. Este Mesías, el Verdadero Padre que ha de venir, no será el mismo Jesús que murió hace 2.000 años, como creen algunos cristianos, tampoco volverá sobre las nubes del cielo, sino que nacerá en la tierra como una nueva persona heredando la misión de Jesús. El país en que esta persona debe nacer es la nación de Corea. Por muy sorprendente que parezca, el Mesías, el Verdadero Padre de la humanidad, es coreano.
La unificación es la clave para la paz mundial
¿Cuando volverá el Mesías de esta manera? De acuerdo al Principio Divino, los Ultimos Días son el tiempo en que este mundo malo llega a su fin y el Mesías vuelve. En concreto, los Ultimos Días abarcan la época desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta el año 2.000 (un periodo de ochenta años). Durante este periodo el Señor en su Segunda Venida, que viene como el Verdadero Padre de la humanidad, debe nacer en nuestra tierra, Corea. Estamos en la era histórica de transición a escala mundial en la que el Señor de la Segunda Venida está construyendo un ideal en medio de un mundo lleno de pecado, guerras y conflictos.
Por consiguiente, esta era es un periodo de gran caos debido a la confrontación y a la lucha entre el bien y el mal que se produce en las relaciones mutuas entre los elementos que componen el mundo: el individuo, la familia, la tribu, la raza, la nación y el mundo.
La realización de la paz mundial gracias al poder de las mujeres
¡Mujeres líderes! El discurso de hoy no es solo para los miembros de la Iglesia de Unificación que siguen a mi marido. En estos momentos, líderes de diferentes niveles sociales de más de 160 naciones y muchos miles de jóvenes, están siguiendo estas enseñanzas y esforzándose duramente por construir un mundo nuevo y unido de libertad y paz. Corea es considerada ya por muchas personas en el mundo entero como el país donde han aparecido los Verdaderos Padres de la humanidad, y crece sin cesar el número de extranjeros que visitan Corea para aprender la lengua, la cultura y las tradiciones coreanas.
Nuestra Federación de Mujeres por la Paz Mundial tiene el antídoto fundamental para salvar a nuestras familias de la amenaza que representa la degradación de la moral sexual, la proliferación de las drogas y de toda clase de libertinaje y corrupción sexual, presentes en la sociedad de nuestro tiempo. Esta es una organización de mujeres a escala mundial, fundada el pasado 10 de abril, en el estadio olímpico de Seúl ante 150.000 mujeres coreanas y representantes de 72 países. No podemos esperar más si queremos salvar a la sociedad del futuro que está pudriéndose debido a todo tipo de inmoralidad y corrupción y al ambiente social de un mundo caído en el que los hombres han oprimido a las mujeres.
Debemos, por último, esforzarnos en aprender y poner en práctica nuestro deber como Verdaderos Padres, verdadero cónyuges o verdadero hijos. Por medio de la organización de la Federación de Familias por la Paz Mundial, debemos asegurarnos de que la inmoralidad y la corrupción no serán capaces de echar raíces en ningún rincón de nuestro planeta. De esta forma, la humanidad purificará el linaje malo de sangre y acabará con el sufrimiento causado por el pecado original de fornicación, cometido en el paraíso de Edén, y que ha persistido hasta nuestro tiempo, preparándonos rápidamente para dar la bienvenida a un mundo nuevo.
Hasta ahora hemos sido incapaces de parar el libertinaje y la inmoralidad que destruye a la humanidad. Pero en este tiempo que nos ha tocado vivir ha aparecido en Corea una nueva verdad que resolverá completamente estos problemas. La verdad revelada por los Verdaderos Padres será la luz que guiará la unificación de Corea del Norte y del Sur y construirá un mundo de paz y felicidad. Aprendamos esta nueva verdad, alcémonos y seamos mujeres soldados capaces de acabar con el mundo de pecado que nos ha hecho sufrir tanto desde los orígenes de la historia. Construyamos un mundo unificado lleno de libertad, paz y felicidad.
Vayamos por el camino de la Verdadera Madre.
Vayamos por el camino de la verdadera esposa.
Vayamos por el camino de la verdadera hija.