11.3.15. En “Podemos” y en el Ateneo (Madrid). Espiritualidad y política
En lugares distintos, aunque cercanos, de Madrid voy a colaborar en dos programas culturales que vinculan vivencia religiosa y práctica política.
‒ A las 4 de la tarde estaré en la mesa del I Encuentro Podemos sobre Religión, en la Parroquia de Santo Tomás de Villanueva (Calle Leoneses 6), para exponer el tema: ¿Qué aporta la espiritualidad a la construcción de una sociedad plenamente laica, justa y democrática?”.
‒ Más tarde, a las 9, estaré en el Ateneo de Madrid (Calle del Prado 21), en el contexto de las Tertulias de los Sábados, donde desarrollaré yo sólo el tema: Qué aportan la espiritualidad y la religión a la sociedad actual? (programa entero al fin de la postal).
En el primer caso estarán “las nuevas gentes” que se mueven en un contexto de búsqueda de diálogo entre espiritualidad y política, desde la perspectiva del movimiento/partido “Podemos”, con la novedad que ello implica no sólo en la política, sino también en el contexto religioso hispano.
En el segundo (Ateneo) estarán aquellos que reflexionan ese lugar clásico de diálogo y comunicación humanista. El Ateneo de Madrid se fundó el 1835, y desde entonces ha sido y sigue siendo un espacio abierto a la búsqueda cultural y a la presentación pacífica de ideas y propuestas culturales.
En ambos lugares desarrollaré ideas semejantes, que se dividen en dos partes: a) Un recuerdo personal, una experiencia propia. b) Una propuesta en el camino, una tarea abierta.
A. UN RECUERDO, UNA PROBLEMÁTICA
Como hombre de cierta experiencia, como cristiano y algo pensador, puedo aportar mi recuerdo en este campo del debate social, vinculado a la relación entre espiritualidad/religión y política. A modo de ejemplo evocaré cuatro momentos, que han sido para mí significativos. Es evidente que otros tienen una perspectiva distinta, pero es bueno que nos complementemos. Yo puedo aportaros la mía.
1. 1950/1951, el peso de la Dictadura. No más imposición
Vengo de la Guerra Civil, pues nací tras ella (1941). Mi madre era maestra y militó en un grupo/partido contrario al “alzamiento nacional” de los vencedores. Fue juzgada por lo militar, condenada y desterrada. Así vivió (vivimos sus hijos con ella) en la “Concha” de un pueblo llamado San Roque, en el Alto Riomiera, bajo el Puerto de la Lunada, en el límite entre los pasiegos de Cantabria y Burgos. Era muy religiosa, pero fue condenada por la dictadura fascista que se decía cristiana. Descubrí entonces, por experiencia persona (y en las clases que D. Vicente Bermejo, sacerdote del lugar nos impartía) el sentido radical de la libertad, fundada en unos valores espirituales (cristianos), que eran distintos de los del “partido” dominante.
Desde entonces estoy convencido de la “maldad” intrínseca de todos los proyectos dictatoriales. Sin una experiencia de libertad radical carece de sentido la política. Y para mí la libertad estuvo vinculada desde el principio al mensaje profético del Cristianismo.
2. 1976. Diálogo con el marxismo. También la libertad
Yo era ya Catedrático de la Facultad Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca. En plena “transición”, ante la muerte del “dictador”, y el descubrimiento y desarrollo de las nuevas corrientes político-sociales vinculadas con un tipo de “marxismo”, D. Vicente Tarancón, Presidente de la Conferencia Episcopal Española, nos pidió a varios profesores de esa Facultad que estudiáramos el “fenómeno” de Cristianos por el Socialismo y sus vinculaciones con la Teología de la Liberación y el Marxismo, desde una perspectiva de Iglesia. Hicimos un esquema general, nos comprometimos a escribir cada unos su materia, pero el proyecto se frustró muy pronto, por la nueva “sensibilidad” de la Cúpula de la Iglesia española. Yo escribí y publique mi parte, en un libro titulado Evangelio de Jesús y Praxis marxista (que puede encontrarse en versión on line).
Suscribí entonces muchas las aportaciones del marxismo, pero insistí en la experiencia religiosa, con sus valores de gratuidad, de libertad personal y de comunicación no impositiva. Y me opuse, sobre todo, a la mediación violenta de un partida, concretada en la “dictadura del proletariado”, convencido de que ese tipo de violencia engendra siempre más violencia.
3. 11 M 2004. El riesgo del islamismo militante. Contra una religión que toma el poder
Participé como técnico en historia de las religiones, en la Comisión del Congreso de los Diputados del Estado Español, para el estudio de las razones y causas del durísimo atentado del 11 de Marzo de 2004 en Madrid. Estuve en las Cortes, el 14 de julio de 2004, caída ya la tarde, tras una jornada agotadora de los miembros de la comisión. Sentí el interés y el respeto exquisito de los representantes de algunos partidos minoritarios, empeñados en saber por qué ciertos musulmanes podían volverse violentos. Me preguntaron sobre la identidad del Islam, sobre su presencia en España, sobre el tipo mejor de educación religiosa (en la escuela y fuera de ella) y sobre la simbiosis /o pacto de culturas y religiones. Respondí lo mejor que se puede en estos casos, pues nadie puede tener la pretensión de conocer las repuestas, porque nos hallamos ante unos caminos que no han sido recorridos todavía, ante un cruce de religiones y culturas que definirá nuestro futuro. En un momento dado de mi intervención, me sentí acosado por los miembros de algún partido que creía conocer ya las respuestas y buscaba sólo que yo confirmara lo que ellos postulaban (quizá por razón de partido, más que por libertad de pensamiento). Eso me ha llevado a seguir pensando y publicando sobre el tema.
Una religión que toma el poder se pervierte a sí misma. Un tipo de religión que emplea métodos de coacción y terror para extenderse deja de ser religión. Desde entonces, tengo aún más miedo ante la manipulación de los Partidos Políticos y/o religiones, entendidos como “máquinas” para tomar el poder.
4. 2015. ¿Nueva situación? Con ocasión de la crisis de los partidos tradicionales y la posibilidad del “triunfo” de un grupo como Podemos.
Estamos, sin duda, ante un reto social distinto, marcado, entre otros, por cuatro factores fundamentales.
(a) Estamos ante una crisis fuerte de los partidos políticos tradicionales, con lo que eso implica de desgaste y pérdida de “autoridad” de una democracia formal, que ha apelado hasta hace muy poco tiempo a los valores de la Ilustración y de las Revoluciones burguesas
(b) El “triunfo y crisis” del sistema financiero mundial está creando una economía de tipo dictatorial, por encimas de pueblos y estados. Esa economía de tipo “virtual” se ha situado por encima de la política democrática, y tiende a destruir las estructuras estatales hasta ahora vigentes.
(c) Hay un riesgo ecológico de suicidio colectivo de la humanidad. En la línea actual de “progreso técnico”, vinculado a la extracción de combustibles fósiles y a la contaminación de tierra y aire, la vida humana tiende a volverse inviable. En esa línea quiero destacar el gran alegato de R. Fernández Durán y L. González Reyes, En la espiral de la energía, I-II, Madrid 2015.
(d) Hay un riesgo de educación. Hasta ahora, de un modo u otro, parece que se ha educado a la humanidad para “vivir”, es decir, para cultivar los valores de lo humano. Estamos construyendo una educación al servicio del “capital” (no del ser humano), una educación manipulada por los Mass-Media. Corremos el riesgo de que el ser humano pierda la conciencia de sí mismo, convirtiéndose en juguete de la máquina de poder del Capital.
En esta situación me parece básica la aportaciones de nuevos proyectos educativos y de experiencias religiosas al servicio de la libertad y comunión entre los hombres. Desde ese fondo, a partir de mi experiencia, puedo ofrecer unas reflexiones sobre la aportación de la espiritualidad y/o religión en el proyecto de crear una sociedad justa y democrática.
2. ¿QUÉ PUEDE APORTAR LA RELIGIÓN/ESPIRITUALIDAD…?
1. El tema es complejo y se formula así: ¿Qué aporta la espiritualidad a la construcción de una sociedad plenamente laica, justa y democrática?”.
‒ Queremos pues una sociedad que sea laica, que no esté dominada desde fuera por instancias de poder religioso. Esa palabra (laica) no quiere decir que la sociedad rechace lo religioso, que no deje que se cultive en “público”, es decir, de forma social…, sino sólo que no sea un poder impositivo, en plano legal/político. Buscamos, pues, una sociedad que sea “autónoma”.
‒ Queremos una sociedad justa… Tendríamos que definir el sentido de “justicia” desde su raíz griega (dykaiosyne), latina (iux) y bíblica (tsedaqa). De todas formas, en sentido amplio, la justicia implica una sociedad igualitaria, solidaria, donde nadie puede utilizar un tipo de “poder”, de “legalismo” o de “dinero” para imponerse sobre los demás.
‒ Queremos una sociedad democrática… donde el poder (o quizá mejor, la autoridad real) esté en manos del “demos”, es decir, del pueblo. Esto significa que la sociedad debe determinarse a sí misma.
Desde ese fondo, sabiendo que estos tres términos (laico, justo, democrático…) deberían precisarse mucho más, tanto en su sentido de fondo como en su alcance (¿se puede hablar de una democracia estatal, o la democracia implica una apertura a toda la humanidad, sea en la línea kantiana… o marxista). Sea como fuere, en sentido general, puedo ofrecer unas propuestas
2. Antes que religión estructurada o sistema de poder (antes de decir si hay Dios o no hay Dios=, la espiritualidad es una dimensión originaria de la realidad, el descubrimiento y cultivo del valor sagrado de la vida individual y social, en línea de gratuidad, no de imposición.
En ese sentido, la religión forma parte del sentido “laico” de la vida, es decir, de la identidad humana. No es algo que se echaba de menos, un signo de carencia, un tipo de “opio” que adormece, un medio de manipulación social o personal (no es el reinado político dictatorial de un Dios exterior al hombre), sino el descubrimiento y cultivo de una dimensión de apertura al principio de la Vida, de conexión con todas las dimensiones de la realidad.
‒ Es el descubrimiento de una “religación”, es decir, del hecho de que estamos “vinculados” con toda la realidad, en una dimensión originaria de gratuidad y de responsabilidad.
‒ No sirve para nada en un nivel puramente exterior de poder o de tener (no está en el plano de los medios, dirigidos a otro fin). No se puede utilizar para conseguir nada en otro plano (económico, político o social…)… pero ofrece y despliega un sentido radical.
Es como una música más honda, el descubrimiento de una “melodía” interior y exterior que nos vincula de un modo acogedor y activo con el conjunto de la realidad que, con palabra siempre problemática, podemos llamar lo divino.
3. Hay diversas religiones (de manera que incluso la misma palabra “religión” puede ponese entre paréntesis. Partiendo de su base común, las religiones orientales han puesto más de relieve la espiritualidad (como he destacado en mi libro “Las Grandes Religiones”).
Ellas ofrecen una capacidad más honda de experiencia vital, poniendo de relieve el valor de cada ser humano como realidad definitiva, es decir, divina. Ellas evocan así y despliegan el valor absoluto de aquello que se expresa y manifiesta (que vive) en cada uno de los hombres y mujeres.
‒ Esta experiencia no se puede demostrar por medios científicos, ni imponer por la fuerza, ni se puede traducir en forma de sistemas de poder político, pero permite que los hombres descubran y “disfruten” su valor absoluto.
Estas religiones, en principio, son un fermento de interioridad más que un intento de cambio social. Pero ellas (especialmente en budismo) ofrecen y despliegan una experiencia de compasión que resulta muy importante, incluso necesaria, para entender la vinculación de todos los seres humanos.
4. Las religiones occidentales (judaísmo, cristianismo, Islam) son espiritualidades con proyecto y compromiso social. En ellas resulta más importante la implicación a favor de los oprimidos del mundo, en línea de liberación/libertad.
Así lo han puesto de relieve los grandes estudiosos sociales (como M. Weber y E. Durkheim), retomando y superando una visión crítica y negativa (positivista) de K. Marx o del mismo S. Freud. La misma espiritualidad, es decir, la experiencia de lo divino pone en marcha un proceso de liberación social, en línea de gratuidad (pues descubre a Dios en los “pobres” y en la liberación de los pobres.
‒ Estas religiones son un fermento de transformación social, y empiezan por el descubrimiento del valor “divino” de los excluidos y los pobres, empezando por el signo de la “liberación de los hebreos”, que salen de Egipto (Éxodo), para cultivar una experiencia de libertad.
Pero, en principio, estas religiones no quieren tomar el poder político, pues no actúan directamente en ese plano, a pesar de que a veces lo han intentado, confundiendo a veces sus intereses y sus medios.
5. Las espiritualidades/religiones no puede tomar el “poder político”, porque al hacerlo se destruyen a sí mismas. Tampoco la “alta política” puede centrarse en la toma del poder, para realizar desde allí el cambio humano, sino que ha de situarse en un plano anterior y superior, de educación liberadora, de fermentación social.
‒ Este ha sido un debate religioso esencial (si las religiones han de tomar el poder), pero es un debate que básicamente está resuelto ya en las “religiones de occidente y oriente”, que no aspiran a tomar el poder, sino a ser fermento de enriquecimiento y transformación humana.
‒ Éste es un debate esencial de “alta política”. Estoy convencido de que las grandes transformaciones políticas (humanas) no se hacen ya desde la “toma de poder”, sino desde algo anterior, en línea de transformación humana. El fracaso del marxismo ha estado en la “toma de poder”, en una línea que ha desembocado en el estalinismo. Lo mismo ha pasado con la revolución francesa; cuando toman el poder y se centran en la conservación del poder, las revoluciones democráticas se pervierten. En esa línea se sitúa un tipo de neo-marxismo como el de T. Negri renuncia a la toma de poder (o al menos parece hacerlo). No se trata, pues, de tomar el poder, sino de transformar la humanidad (la cultura, la experiencia personal).
‒ De todas formas, en un momento dado, resulta importante la toma del poder, pero no para imponerse por la fuerza, sino para crear condiciones de comunicación y solidaridad en las que se supera el poder impositivo.
Quiero respetar a los “políticos” y a la creación de “partidos” para tomar y administrar el poder, pero tengo mucho miedo. En el momento actual, tal como está constituida nuestra sociedad, los partidos tienden a ser “máquinas para la toma y el ejercicio del poder”, perpetuando las divisiones y opresiones constituidas, bajo el imperativo del Gran Capital. Creo que está llegando el momento de “destruir” un tipo de poder, un tipo de Estado-Poder, como propone Engels al final de su libro sobre la Familia.
6. Posiblemente, la vida humana no tenga soluciones fáciles. La única solución sería una “dictadura total”, destruyendo de esa forma al ser humano. En este contexto, es importante potenciar la autonomía de los diversos plano de la vida, respetando la riqueza sinfónica de la vida. Pues bien, en ese contexto, las espiritualidades/religiones pueden aportar un “excedente de humanidad”, vinculado a la experiencia del gozo y gratuidad… y a la superación de todo riesgo dictatorial. Éstas son a mi juicio sus aportaciones básicas:
‒ El gozo de la vida. Más allá de la protesta de los “enojados o indignados” (sin negar esa protesta, sino profundizándola), las religiones despliegan conexiones de compasión y ternura, de comprensión gozosa de la vida. Sin ese gozo básico del vivir como “don”, regalo fascinante, la existencia humana termina secándose. De pura protesta, crítica e indignación no se vive. Ni se vive sólo de economía. La vida humana se funda en el gozo de la palabra, de la comunicación, de la vinculación con las raíces de la realidad (es decir, de religación).
‒ La opción por los pobres, en sentido radical… Y no sólo de los pobres que pueden indignarse y protestar, sino de aquellos que no pueden ni protestar, de los que forman parte de mi cultura y de los que forman parte de otra, más allá de divisiones nacionales o estatales. Sólo desde la “internacional” de los pobres (incluido el “lumpen”) puede hablarse de humanidad. Esa visión de los pobres, que no es políticamente rentable, forma parte de la raíz de la experiencia religiosa.
‒ La capacidad de perder a favor de los demás… Las religiones saben que aquellos que quieren triunfar siempre y a toda costa acaban siendo dictadores. Sólo los que están dispuestos a perder (incluso a morir) por sus ideales pueden abrir un camino de vida.
NOTA DE PRENSA, CÍRCULO PODEMOS
NOTA DE PRENSA
EL CÍRCULO PODEMOS ESPIRITUALIDAD PROGRESISTA CELEBRA UN ENCUENTRO PARA HACER APORTACIONES A LA CONSTRUCCIÓN DE UNA SOCIEDAD LAICA, JUSTA Y DEMOCRÁTICA
El I Encuentro Podemos Espiritualidad con el lema ¿Qué aporta la espiritualidad a la construcción de una sociedad plenamente laica, justa y democrática?, se celebrará el próximo sábado 11 de abril, en la Parroquia Santo Tomás de Villanueva de Madrid. Será una jornada de convivencia y diálogo entre distintas culturas, religiones y filosofías, desde una espiritualidad plural, inclusiva, tanto laica como religiosa, que haga posible la unidad en la diversidad.
El círculo sectorial de Podemos organizador, Espiritualidad Progresista, quiere cuestionar el cliché que vincula la espiritualidad a determinadas opciones políticas conservadoras, para ello expondrá y difundirá los valores que aporta la espiritualidad a la construcción de una sociedad nueva fundada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los valores más progresistas de la Carta de la Tierra.
También pretende crear un espacio de actuación conjunta para participar en el proceso de transformación social y política del país, donde se viva la espiritualidad unida al compromiso con la ética y la justicia, en particular con los más desfavorecidos y empobrecidos, promoviendo acciones políticas que potencien al ser humano de modo integral. Para este Círculo además, la espiritualidad también ha de reconocer la dimensión interior o subjetividad de las personas, entender que la consciencia está por encima del ego y respetar profundamente a todos los seres. Todo ello, sin pretender imponer idea o creencia alguna al conjunto de la sociedad, y en el marco de un estado genuinamente laico y aconfesional.
El encuentro comenzará a las 10:00h. y acabará a las 21:00h. Su apertura correrá a cargo de los portavoces del círculo, José Antonio Vázquez Mosquera (ex monje cisterciense y co-fundador del círculo) y Estefanía Fernández. Introducirá también el responsable del área de laicidad y libertad de conciencia del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, Luis Ángel Aguilar Montero.
Algunas de las personas que participarán no se han definido de Podemos, es un encuentro abierto en el que está prevista la asistencia de
Emilio Carrillo Benito, economista y escritor;
Emma Martínez Ocaña, teóloga y psicoterapeuta;
Lama Rinchen Gyaltsen, maestro budista del Centro Internacional de Enseñanzas Budistas de Denia y licenciado en arte y psicología;
Nazanín Armanian, politóloga;
Juan Larios, teólogo y pastor de la Iglesia Reformada Episcopal;
José Arregi Olaizola, teólogo y escritor
y Margarita Pintos de Cea-Naharro, teóloga y presidenta de la Asociación de Diálogo Interreligioso de Madrid;
Xabier Pikaza Ibarrondo, teólogo y biblista;
Marta Mardía Herrero Gil, escritora y sufí;
Jacobo Rivero, periodista y escritor; A
lfredo Abad Heras, pastor y secretario general de la Iglesia Evangélica Española;
Alicia Martínez Martínez, discípula del silencio y finalmente
Gopala Gopal, coordinador del Centro de Yoga Sivananda España.
Se prevé también la participación en torno a las 18h de Juan Carlos Monedero.
El Círculo ofrecerá a todos los participantes y asistentes un espacio de debate ciudadano, un ámbito de reflexión intelectual, un ámbito profundo de meditación o contemplación, así como algunas actividades lúdicas (danzas, tai-chi, yoga, etc). Todo ello en un clima respetuoso y tranquilo.
Para participar en este encuentro hay que inscribirse en la web del Círculo: podemosespiritualidadprogresista.wordpress.com donde también se puede consultar el Programa del Encuentro
LUGAR: Parroquia de Santo Tomás de Villanueva, Calle Leoneses, 6 – 28018 Madrid
HORARIO DEL EVENTO: de 10 a 21h
HORAS DE ATENCIÓN A PRENSA: de 9 a 10h; de 15,15 a 16h y de 20 a 21h
CONTACTOS PARA PRENSA:
Raquel Otero (Responsable de Coordinación) 605871525
José Antonio Vázquez Mosquera (Portavoz) 617481988
Estefanía Fernández (Portavoz) 639516902