¿Podía haber nacido Jesús de una familia normal (¿R. Ratzinger y J. Silva)

Venimos tratando hace días de un famoso argumento de Ratzinger: “La filiación divina de Jesús no sufriría menoscabo alguno si hubiese nacido de un matrimonio normal, porque la filiación divina de la que habla la Iglesia no es un hecho biológico, sino ontológico”. Años más tarde Ratzinger cambió de opinión, como nos ha recordado J. Silva. Pero su afirmación primera sigue estando ahí. Sobre ella y sobre el cambio de futuro Papa ha tratado J. Silva, habitual de este blog. Le cedo a él la palabra, para añadir sólo al final una pequeña aclaración que servirá para situar el tema. Yo le había pedido que nos aclarara sobre el tema. Yo se lo había pedido, él me (nos) ha contestado. Gracias J. Silva. No te presento más…Si quieres decir algo de ti, prefiero que lo hagas tú mismo. Sólo quiero añadir que tus intervenciones en el blog han sido siempre pertinentes (aunque yo pueda o aceptarlas todas).


John Silva. Saludo e introducción

Estoy como usted, algo aislado y por tanto imposibilitado de cumplir el encargo. La biblioteca que tengo a la mano es un poco limitada. No obstante, le envío lo que sigue. El primer párrafo se puede obviar, pero creí que no sobraría compartir el criterio que quiero mantener aunque leo las disputas teológicas con gusto.


En principio recibir el don: Personalmente ha sido todo un aprendizaje dar prioridad al “¿para qué?” y al “¿por qué?” más que el “¿qué?” y al “¿cómo?” de los misterios. Y de la mano de algunos santos Padres lo confirmo. La base escriturística más que las hipótesis posibles o los futuribles me deben como creyente atraer más, pues, al fin y al cabo me acercan más a la experiencia de fe. El texto sagrado me viene ofrecido como lo primero, por eso lo recibo como viene, al menos en principio. “Rumiar” el texto como aprendimos y hacer el ejercicio del “Y ¿porqué no?”. La base, el “qué” me lo da la Sagrada Escritura. Espontáneamente entonces aparece la forma que Dios escogió para desarrollar su plan amoroso. Entonces sí… sólo entonces sí, bienvenida la teología. Y es que, Xabier, hay lecturas que para mí son sólo “pseudo-teológicas”, pues, se aprecia la ausencia de una mínima lectura creyente. Me parece que debo aprender a respetar el don, después lo demás. Hace años lo aprendí escuchando a “lectores” de teología de la liberación que despotricaban de la Tradición y, en cambio, contemplaba al padre Gustavo Gutiérrez recrearse en ella. Estoy de acuerdo con la razonabilidad de la fe, dar razón de la esperanza y que nos piden a la entrada de la Iglesia quitarnos el sombrero no la cabeza (Chesterton), pero no con el hábito de sospechar de todo. No cuando sé que “pontífices” de uno y otro lado ni siquiera leen bien, ni lo antiguo ni lo nuevo. El método genético me ha hecho bien. John Silva.

Introducción al tema (J. Silva)

Al primero que le escuché el asunto de la página en disputa entre Ratzinger y von Balthasar, así como lo de la retractación del primero, fue al padre Stefano Di Fiores en un curso de Mariología. El texto del mariólogo era “María en la teología contemporánea" de editorial Sígueme, pero no estoy seguro si allí consta al menos la referencia a la disputa y alguna bibliografía directa.

Le envío una dirección electrónica en la que está el artículo del Diccionario de Mariología en el que el padre Di Fiores trata de “refilón” el tema. Espero que le sea de alguna ayuda. No obstante, le adelanto la parte en la que hace mención del asunto. De mi parte me quedo con: “acontecimiento concreto escogido por la sabiduría de Dios”. Hace años a propósito del tema me hizo mucho bien leer el pequeño volumen de U. von Balthasar, María hoy, edit. Encuentro.

http://www.mercaba.org/FICHAS/MARÍA/531-4.htm

De Fiores: 2. SIGNIFICADO TEOLÓGICO. VIRGEN: Es mérito del Catecismo holandés haber recordado la importancia del significado teológico de la concepción virginal como reacción a una insistencia excesiva en los datos biológicos. Pero el problema del sentido es tan antiguo como los evangelios (testimonio bíblico que distingue hecho y significado) y encuentra en los padres la debida profundización (tradición eclesial). Hoy nos preguntamos en qué sentido la concepción virginal de Cristo nos concierne; o, en otras palabras, por qué Dios quiso escoger este camino inédito para entrar en el mundo. Parece que hoy la virginidad de María no interesa ni siquiera a los cristianos, mientras no comprendan que es un signo y un mensaje para ellos. Dejando a un lado otros significados que merecen todo el respeto, el cristiano de hoy no puede permanecer insensible al dato de fe si considera que constituye una palabra clarificadora acerca de Jesús y de la salvación.
a) Palabra de Dios acerca de la personalidad de Jesús. La concepción virginal de Cristo no es indiferente para el cristiano que vive el misterio de su Señor intentando comprenderlo en todas sus dimensiones. Es exigencia de la amistad, además de don del Espíritu, llegar al conocimiento profundo de Cristo recorriendo el camino de las primeras comunidades cristianas, las cuales, desde el núcleo central de la muerte y resurrección pasaron a una cristología que abarcaba toda su vida. Preguntándose sobre los orígenes de Cristo, encontraron las tradiciones acerca de su concepción virginal y las aceptaron, bien en virtud de los testimonios, bien porque proyectaban luz sobre el misterio del mismo Cristo. La luz aquí proyectada se refiere a la identidad de Cristo en su relación esencial con el Padre: es como un flash sobre la persona de Jesús. Al entrar en el mundo, se presenta a sí mismo con el signo de la concepción virginal. Con este acontecimiento inédito, Jesús no se confunde con los demás hombres al hacerse hombre, porque no puede renunciar a su personalidad de Hijo de Dios. Por eso se somete a los procesos generadores en el seno de una mujer, pero excluye una paternidad humana, que habría suscitado el equívoco sobre su ser trascendente. La concepción virginal desautoriza la difundida idea de Cristo solamente hombre, porque aspira a consolidar en la fe en él como Hijo de Dios desde la eternidad. No será tal luego (en el bautismo y en la resurrección, como pretendía la antigua herejía adopcionista), porque su ingreso en la historia "se ha decidido, también en lo que concierne a su humanidad, sobre el fundamento de la más plena y exclusiva paternidad de Dios". Todo lo que Jesús mostrará en su vida, revelándose siempre en una relación única de íntima unidad con el Padre, aparece ya por el hecho de que desde el nacimiento no puede dirigir a ningún otro en sentido propio la palabra padre.
¿De esta coherente armonía se puede deducir la conclusión de que Dios no podía obrar de otra manera y que un nacimiento de Cristo de un matrimonio normal habría sido absurdo? Teólogos como H.U. von Balthasar no admiten semejante hipótesis, precisamente porque velaría en Cristo la relación única con el Padre y supondría en él una dificultad en la misma relación de obediencia al padre terreno. Otros, en cambio, como J. Ratzinger admiten racionalmente que "la filiación divina de Jesús no sufriría menoscabo alguno si hubiese nacido de un matrimonio normal, porque la filiación divina de la que habla la iglesia no es un hecho biológico, sino ontológico". Estamos aquí en una lógica hipotética, válida en sí misma al distinguir los planos biológico y ontológico, pero ajena al acontecimiento concreto escogido por la sabiduría de Dios para expresar la "profunda e indisoluble correspondencia" entre el Verbo eterno del Padre y el ser huérfano de padre humano. Estamos, pues, en el campo no de la necesidad absoluta, sino de la evidente conveniencia del camino recorrido por el Verbo para llegar a nuestra historia. >> John Silva

Anotaciones de Pikaza

Pikaza 1. Gracias a J. Silva por la preciosa aclaración. El trabajo que de De Fiores es el mejor que hoy existe sobre la virginidad. Conozco a De Fiores, me ha invitado a un Congreso. Su primera teología me parecía más seria. El trabajo del Diccionario es muy serio, pero las cosas se pueden leer también de otra manera (http://www.mercaba.org/FICHAS/MARÍA/531-4.htm).

Pikaza 2. Cita de De Fiores (Aclaración de Ratzinger). No encuentro el texto castellano de su libro (en el que analiza extensamente mi teología mariana). Tengo el italiano que él me mando (S. De Fiores, Maria nella teología contemporanea, C. Cultura Mariana, Roma 1987, 445-446. Traduzco del italiano:

Después de la crítica de H. Urs von Balthasar, para el cual resulta inadmisible “la hipótesis del nacimiento de Cristo de un matrimonio normal, porque velaría (ocultaría) la relación única de Cristo con el Padre (en Io credo, Citadilla, Asssi 1977, 37-39), J. Ratzinger, sin retractarse de su distinción entre los dos planos, ontológico y biológico, admitió como justa la crítica de su colega. «Por esta razón, no debería negarse el hecho de que entre estos dos hechos – entre la unidad personal de Jesús con el Hijo eterno del eterno Padre y el hecho de que el hombre Jesús sea huérfano de padre terreno –, a pesar de toda la diversidad que existe entre los dos plano, exista una profunda, más aún, una indisoluble correspondencia; debo reconocer que yo no lo expresé con suficiente claridad» (J. Ratzinger, La Figlia de Sion, Jaca B. Milano 1979, 50).

Pikaza 3. Tengo en algún lugar el texto alemán de de Ratzinger, La Hija de Sión, pero no lo encuentro. Quizá alguien encuentre la traducción castellana y nos pueda precisar esa afirmación, dando las palabras exactas de la traducción. Yo lo intentaré otro día. No sé con qué Ratzinger me quedo, con el primero o con el segundo (en teología, claro está). Pero pienso que las cosas se pueden (y deben) explicarse de otra forma, tanto la dualidad ontológica entre divinidad e historia (familia humana) como su correspondencia.

Pikaza 4. ¿Un Jesús huérfano de Padre? Ratzinger supone que para ser humanamente “hijo de Dios” era preferible que Jesús fuera huérfano de Padre… e hijo de mujer “maternalmente no casada”. Se trata de un “argumento de conveniencia”, no de necesidad teológica (ni dogmática). Me gustaría que los lectores opinaran sobre su validez. Sobre la relación de Ratzinger con Rahner y Balthasar hablaré otro día, si hay amigos del blog a los que les gusta la idea.
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