Ramón Casadó: Curan los enfermos, enriquecen los pobres, nos resucitan los muertos.

En contra de un mundo (una política, hasta un tipo de cristianismo) que quiere imponer su pretendida salvación desde su seguridad y riqueza superior, el evangelio anuncia y propone la riqueza de los pobres, la salud de los enfermos, la resurrección de aquellos que parecen muertos. En esa línea,  hombres como Ramón Casadó San Pedro nos siguen mostrando que la verdadera “revolución” salvadora sólo puede realizarse a partir de los marginados, los “pobres”, los que parecen estar al borde de la muerte.

No curan los sanos a los enfermos,  según el evangelio; ni los ricos enriquecen, ni los poderosos salvan a los pobres, sino al contrario. Sólo los pobres y enfermos os podrán curar, según el testimonio de Jesús, tal como ha sido recogido en el Nuevo Testamento.

Bienaventurados los pobres y enfermos, porque ellos podrán curaros. Ésta es una verdad que ha sido descubierta y revelada por Jesús, en clave religiosa. Pero ella puede y debe explicarse y proclamarse también de un modo social (universal), según el ejemplo de Ramón Casado.

He tenido la suerte de conocer su vida a través de  José Carlos, un amigo común, que ha puesto de relieve su capacidad intelectual, su magisterio).

Personalmente no he visto a Ramón Casadó , no he hablado con él, pero me alegra, admira y “edifica” su figura. Tiene una grave dis-capacidad, pero eso le ha capacitado para descubrir, potenciar y cultivar unas capacidades más altas, y en ese sentido he querido presentarle como un super-dotado (un agraciado), en línea de humanidad, esto es, de evangelio o buena noticia de la vida.

En un sentido, Ramón Casadó es un dis-capacitado (no puede manejar sus pies y manos). Pero, en otro sentido por la “gracia de la vida” y por su esfuerzo, por la compañía de personas que han creído y creen en él, Ramón ha podido convertirse en un hombre transmisor de vida y de salud, en un sanador, pues ha puesto y pone capacidades intelectuales, humanas, al servicio  de la vida, de los otros.

Quién es Ramón

 Nació en Barcelona, el año 1963, vive en Ferrol, con su nueva familia; es testigo de una salud distinta, de una riqueza más honda, es anuncio de resurrección. Parece haberle “perseguido” una desgracia, pero que ha sido capaz de descubrir y potenciar a través de ella la gracia más alta de la vida. Si hubiera estado “normalmente” dotado del uso de sus pies y manos, quizá sería uno más entre todos. Pero un tipo de dis-capacidad le ha permitido elevarse de nivel, desplegando su capacidad de vida desde un plano más alto de humanidad, en línea de conocimiento, de enseñanza. Yo desearía que se curara también externamente, pero así, discapacitado, es signo y fuente de salud, un hombre que es rico en su pobreza, sano en su enfermedad.

Ha aprendido pintar y pinta con los labios, pues no pude manejar los dedos de la mano. No puede caminar “normalmente”,  pero ha desarrollado su gran inteligencia en una línea de conocimiento, como jurista, como escritor, como “profesor”. Así se ha vuelto capaz de enseñar métodos y formas de inteligencia “artificial”, nuevos lenguajes informáticos, nuevas formas de comunicación que  son naturales (de la naturaleza) y culturales (de la cultura), siendo sobre todo “personales”, como seguirá viendo quien lea, desde una perspectiva que yo quiero interpretar en línea de humanidad y de buena nuevo de evangelio.

Puede enseñarnos a pintar y a escribir, a desarrollar nuevas formas de lenguaje “artificial”; pero sobre todo nos enseña a vivir en salud, en libertad, en esperanza.

Ciertamente, en un sentido, yo hubiera deseado que su vida fuera más fácil. Más aún, en un sentido, he tenido compasión de él, me ha dado mucha lástima. Pero ahora, pensándolo mejor, ya no tengo compasión, sino admiración y gratitud por él… Porque se ha enfrentado con la vida,  se ha esforzado por aprender, ha estudiado Derecho (por la UNED)  y quiere incluso ser juez… ha entrado en la APBP (asociación de pintores de boca y pies), pinta cuadros, vende cuadros, vive del trabajo de su “boca”… y, sobre todo, ha encontrado un lugar en la vida en Ferrol de Galicia, con una mujer y unos quienes a quienes quiere, ama y ayuda, y que le quieren, aman y ayudan. Aquí se puede encontrar los datos fundamentales de su vida, su FB, su TW, sus dos blogs y  portal (en la asociación de la asociación APBP). 

Ramón Casadó Sampedro

Un enfermo sanado

Nació como he dicho Barcelona (1963). Así cuenta él su vidaDebido a una de esas enfermedades congénitas cuyo nombre sólo pronuncias bien al tercer intento, se vio desprovisto del auxilio de sus brazos y piernas, lo que le ha llevado a utilizar una silla de ruedas toda su vida, situación que no ha impedido que diese rienda suelta a sus grandes inquietudes y a un espíritu autodidacta.

Padece artrogriposis múltiple congénita, lo que le postró en una silla de ruedas sin poder utilizar sus extremidades. Empezó a pintar de manera autodidacta, como una forma de distracción, para ocupar las largas horas que pasaba sólo en su casa mientras sus padres trabajaban.

Hasta donde es capaz de recordar, siempre le ha encantado pintar, leer y escribir. Siendo ya muy niño, aprendió a dibujar sujetando el lápiz con la boca y poco a poco desarrolló esa habilidad para otras actividades tales como escribir. Desde entonces fue llenando muchos cuadernos con sus dibujos, pinturas y pequeños relatos, que llenaron un buen número de horas de su niñez y juventud, ávidas de aprendizaje y de experimentar con cosas nuevas.

En el año 1992 su vida dio un profundo cambio. Ese año, se trasladó a vivir a Galicia, concretamente a un centro de discapacitados de Ferrol, y no niega que eso le marcara un antes y un después en su vida. Atrás quedó la vida con la familia en su querido y cálido Alicante, para adentrarse en unas nuevas tierras cubiertas de mantos verdes y pobladas por buenas gentes que le acogieron como en casa. Entre ellas, por supuesto, la que se convertiría en su mujer, y su familia, que ahora también es una prolongación de la suya.

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Fue en Galicia dónde cursó sus estudios de Derecho. Fue en Galicia donde se hizo becario en la Asociación de Pintores con la Boca y Pie, asumiendo diversas actividades directivas dentro de una sociedad de personas aquejadas por algún tipo de discapacidad. Pero la tierra de Rosalía de Castro, su nueva tierra, potenció su trabajo intelectual y cultura, como escritor, como novelista, como pintor… En Galicia “devoró” más libros que nunca y en su cabeza, aunque a trompicones, fue tomando forma una saga de novelas cuya primera entrega, «Cuando despiertes, procura recordar», que ya está a la venta en Amazon. 

Un testimonio de evangelio, la buena nueva de la vida

Desde el primer momento en que le he conocido, he pensado que Ramón es un “curado” de Jesús, o, mejor dicho, un amigo de Jesús. Sé que es cristiano de fondo, hombre universal, católico; sé que está comprometido por la promoción de la justicia y de la libertad, en un plano político y social. Sé que es hombre de vida interior, de oración. Pero no quiero insistir en eso, ni presentarle como miembro de una determinada iglesia (la de Ferrol), sino situar su vida y ejemplo en el contexto de Jesús, hombre de salud, sanador.

1.Jesús buscó  los pobres-enfermos, descubriendo en ellos el rostro y presencia del Dios sanador. Posiblemente, se sintió “hijo de David” (heredero de una estirpe real), pero no para imponerse con poder sobre los otros, sino para asumir y recorrer un camino de solidaridad y curación, desde los pobres y excluidos del pueblo. Con ellos quiso aprender, con ellos quiso vivir, pues ellos eran para él el verdadero “templo” de Dios, el principio de la nueva humanidad. No empezó buscando a los ricos, a los terratenientes y gobernadores, a los grandes sacerdotes y a los escribas oficiales. Aprendió en la escuela de los enfermos y descartados (discapacitados) de la vida, descubriendo con ellos una vida y esperanza mas honda.

2.Los enfermos-pobres curaron a Jesús. No le curó la ciencia de los escribas, ni el poder de los celotas, ni el programa de ley y legión de los imperiales de Roma. Le curaron, le sanaron los excluidos y enfermos.  Los evangelios le presentan “curando” a otros enfermos. Pero, antes de eso, él ha sido un hombre curado por los enfermos y descartados de su mundo. Ellos le hicieron ver el mundo y la vida desde la otra dimensión, desde la dis-capacidad, desde la enfermedad, desde la expulsión.

Ciertamente, él conocía de algún modo el mundo de los ricos-poderosos, tenía cierta capacidad de acción, había  aprendido muchas cosas en la escuela de la vida de Israel, en la sinagoga…  Pero los que de verdad le “curaron”, le enseñan a ver, a sentir, a pensar, fueron los pobres y enfermos, como el leproso del campo (en Mc 1), el “endemoniado” de la gran Gerasa (Mc 4), la hemorroísa de  Cafarnaúm, en Mc 5, la madre de la niña siro-fenicia de Mc 7. Los enfermos, los expulsados, los descartados, fueron los que muestran a Jesús el camino de Dios.

3.Sólo así pudo ser senados, capaz de curar a otros, con su vida, con su palabra, con su testimonio. Convivió con muchos pobres y enfermos, y les fue ofreciendo (enseñando) un camino de curación, de de terapia humanizadora. No por magia, ni por simple imposición (desde fuera, desde arriba), sino por solidaridad, haciendo que ellos mismos (los enfermos, los descartados) fueran descubriendo y potenciando la fuerza de vida que llevan dentro, que se aceptaran como eran, que desarrollaran más  honda posibilidades. Jesús no cura a los hombres y mujeres para que adquieran más poder,  en sentido de imposición, de dominio sobre los demás, sino para que desarrollen su humanidad, las dotes que tienen, sus posibilidades, no en contra de la enfermedad, sino a través y en el fondo de la misma enfermedad. 

4.La curación de Jesús no es simple eliminación del mal,  sino descubrimiento de nuevas y más hondas posibilidades de vida. Sólo esos enfermos, así acompañados, así curados por Jesús pueden transformar el mundo en solidaridad, en verdadero magisterio. Jesús no ofrece una curación puramente material de tipo “material” (con fármacos e intervenciones quirúrgicas, que son necesarias en su plano), sino que cura elevando la vida de los hombres Normalmente, el “enfermo-discapacitado” en un plano seguía siendo enfermo o discapacitado en ese plano, pero descubría y potenciaba en su vida nuevas posibilidades de pensamiento, de amor, de despliegue personal… nuevas capacidades para actuar: para ver de una manera más honda, para entender, para sentir…

5.Jesús no ha dicho a los enfermos que se cierren en sí mismos, que se aguanten, que vivan de simple limosna (como el ciego de Jericó con Mc 10). Les ha dicho, más bien, que se “levanten”, de la forma que ellos puedan, que desplieguen su vida, que cultiven sus posibilidades, que tracen un camino más hondo y verdadero de humanidad. No ha dicho a los “enfermos” y discapacitados que se sometan, que se sacrifiquen, que inclinen ante los ricos y los poderosos del mundo (para recibir las migajas de su riqueza), sino que se eleven, que piensen, que actúen, que tracen caminos de nueva humanidad. Sólo ellos, los enfermos y pobres, podrán curar y enriquecer a los falsos ricos. En ese sentido, la verdadera humanidad nace de la enfermedad asumida, superada...La humanidad se ha enriquecido y es lo que es por hombres "marginados y enfermos", como Jesús. Ellos nos enseñan a pensar, a sentir, a amar... Ellos, los descartados y muertos (según un tipo de falsa filosofía del mundo) pueden resucitar a los sanos, como Jesús, el Crucificado.

6.Los enfermos así curados por Jesús son “peligrosos” para el orden o sistema establecido. Los curados por (y para el orden establecido) se ponen al servicio de ese orden, sea de tipo político o económico, sanitario o religioso. Pues bien, en contra de eso, los curados por Jesús se vuelven peligrosos para el orden de la religión (del templo de Jerusalén) o de la sociedad que quiere personas dominadas, sometidas, bajo el poder del sistema. Jesús en cambio cura para la libertad, para la vida… No manda a los curados donde el sacerdote para que se someten al sistema. No les dice que vayan a dar gracias al Dios del templo, sino que vivan en libertad, que desarrollen sus posibilidades, sus capacidades, al servicio de sí mismos y de los demás.

7.Hoy, año 2021, los poderosos están creando una humanidad a su imagen y semejanza, para seguir dominando sobre el mundo, para imponerse sobre los que parecen enfermos. En contra de eso, Jesús quiere que los “enfermos”, los que en un sentido son menos capacitados, asuman su propio camino y busquen (busquemos) un camino de humanidad reconciliada, fraterna, mesiánica, como ponen de relieve las Bienaventuranzas. 

Ése es el principio y camino de la verdadera iglesia... Conforme al testimonio de los evangelio (Mc 6; Mt 10...), la iglesia es una comunidad de enfermos-pobres que acogen y curan a los ricos, que son capaces de transformar la misma sociedad, desde su pobreza creadora, desde sus diversas incapacidades, aprendiendo así a vivir compartiendo la vida con los otros.

La iglesia no es una sociedad dirigida por "ministros superiores", con salud y dinero, con poder espiritual... sino todo lo contrario, un grupo de sanadores como Jesús. Así lo había puesto de relieve en lai historia de Jesús, antes de conocer a Ramón, así lo ratifico ahora con su ejemplo.

Historia de Jesús

   Gracias, Ramón, por habernos mostrado que ese camino es posible. Tú dices con tu vida y con tus obras, muchísimo mejor, lo que yo he querido decir con mis libros. Perdona que haya puesto la portada de dos de ellos, al lado de tus pinturas, pues ellas dicen muchísimo mejor que yo lo que Jesús nos va diciendo a lo largo de la vida.

Buen día, si un día paso por Ferrol nos vemos, con José Carlos. Me dices entonces cómo ha hecho, cómo has logrado vivir como vives, saber lo que sabes, enseñar lo que enseñas, anunciar con tu vida la resurrección de la vida. Un abrazo.

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